El ambiente era cálido, por no decir ardiente, ambos cuerpos desnudos sobre la cama respiraban agitados ante el cansancio, Tony yacía debajo de un cuerpo que lo penetraba con fuerza, duro, sentía que ese falo de carne en su interior lograba tocar zonas que ni el mismo genio sabía que tenía. Ese grande miembro que hace a penas unas horas había visto recién duchado y dormido, esa serpiente digna de ser llamada anaconda... La Capi-conda.Una, dos, diez, veinte embestidas y el ritmo aceleraba, el castaño arañaba con delirio la pálida espalda ancha del hombre sobre él, mordía su hombro en busca de alivio ante el placer que lo hacía ver estrellas a cada profunda estocada. Sus paredes internas sofocaban al intruso con desesperación, como queriendo que nunca más saliese del sitio, que ese es su lugar: Ensartado en su culo.
— Tony...
Murmuró la voz del contrario que lo jodía con pasión, aquella voz masculina con toques dulces y gentiles, ese hombre era la perfección misma, no habían dudas, Tony se sentía afortunado.
El miembro de Stark dolía, lo sentía algo elevado de temperatura y casi latiente, exigiendo atención inmediata cosa que no dudó en intentar brindarle, Tony soltó una mano (Que arañaba la espalda ajena) y la movió con claras intenciones de satisfacer su dolor; cosa que su compañero notó y rápidamente lo evitó logrando sacarse de encima la otra mano que lo rasguñaba y aprisionando ambas manos del mecánico sobre el colchón.
— No, te correrás sin que tengas que tocarte.
Dicho ésto retomó el ritmo en las embestidas, Stark no era más que un mar de gemidos y jadeos, incoherencias y varios "Más~" que se colaban entre el sonido que producían los choques húmedos de pieles uniéndose con lujuria, pero había algo que al de piel clara le molestaba: Anthony no decía (gemía) su nombre.
— Di mi nombre... Di a quién le perteneces.
Pero Tony a penas si recordaba cómo respirar, no pudo emitir sonido, por lo que el ojiazul comenzó a ser más brusco, más fuerte... Rudo, como le gusta el sexo a Stark.
— ¡Di que eres mío!
Y Stark no pudo más, mientras más sentía que se avecinaba el orgasmo más deseaba responder a las palabras dichas... Él le pertenecía, era suyo.
— ¡Ah, Steve! Soy tuyo, tuyo Steve.
El capitán sonrió satisfecho y decidió premiarlo atrapando de golpe el miembro necesitado de Stark, Tony murmuraba unos "Steve" 's como si lo estuviese llamando en gemidos y tras sentir el cálido y fuerte tacto que le brindaba esa grande mano se corrió estrepitosamente dejando espasmos tras de él y gimiendo un último y ronco "Steve~".
Aunque a su lado racional le resultó raro no sentir la "venida" del capitán... El semen de Steve.
— Tony...
— Steve~
—Anthony... Despierta.
—¿Ah?
— ¡Anthony, despierta, se nos hace tarde para la reunión!
Y boom, despertó de golpe el moreno reincorporándose sobre el desastre que era ahora su cama, primero resultó desorientado pues no recordaba que fuese de día, y si no estaba mal... Hace rato había cierta presencia ojiazul por aquí ¿No? ¿Dónde estaba?
Pero había algo que seguía presente: La humedad y erección escondidas en su ropa interior.
Eso y cierta rubia delante de su cama que lo miraba con una furia gigantesca, como se le observa a alguien que le haya dicho "Play" a un Xbox.
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Indirectas -Stony-
HumorSTONY. ¿Han escuchado la frase "Indirectas tan directas" ? ¿No? Pues ahora verán lo que esa frase significa. C_CH_F