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Warning: Me invento la gran mayoría de los hechizos.
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La vida no suele ser como a la gente siempre le gustaría que fuera, pero simplemente las cosas no siempre salen como uno espera o quiere a pesar de que ponga empeño y esfuerzo en algo. Fue así en el caso de Virley, que había puesto un gran esfuerzo en entrar a las pruebas de quidditch igual que el resto de años y estaba completamente seguro de que aquel era el momento en el que lo conseguiría. Pero cuando vio hacia la grada para encontrar a Phillip apoyándole como de costumbre, no vio más que a la chica de pelo rizo negro que estaba sentada a su lado, pero ni rastro de su buen amigo. Se puso nervioso al no verlo por ninguna parte y segundos más tarde estaba fallando el tiro que tanto había practicado.
Virley quedó fuera del equipo.
La instructora Hooch sabía que el muchacho de ravenclaw tenía las aptitudes necesarias para entrar en el equipo, pero no podía tener un jugador que se sometiera a sí mismo a tanta presión solamente por no tener a su amigo mirando; no era funcional para el equipo sobre todo porque el otro chico tendría que hacer su vida y no se iba a pasar las tardes yendo a todos los entrenamientos de quidditch solo para que Virley acertase sus tiros.
Ella le explicó que todavía necesitaba aprender a manejar sus nervios y confianza si quería conseguir un puesto, que quizá si se esforzaba en tratar de entrenar sin que Phillip le estuviera supervisando todo el tiempo, le iría mejor el año siguiente. Virley simplemente se quedó en el suelo sentado, cerca de las gradas y algo apartado del resto de jugadores. Quizá, si su amigo hubiera estado allí no habría fallado. ¿Dónde demonios se había ido? Había desaparecido sin dejar rastro ni aviso y no le había parecido bien al joven ravenclaw, aquello no se hacía.
–Hey, ¿cómo estás? –Reconoció la voz del chico con el que había llegado a las pruebas, era aquel chico de Hufflepuff cuya madre no le quería leer el futuro. Virley se encogió de hombros, la verdad es que no estaba muy bien pero no quiso decírselo.
El contrario, que se llamaba Caleb, se sentó a su lado con las piernas cruzadas como los indios. –Me has visto hacer el ridículo ¿verdad? Te dije que el tiro me iba a salir perfecto e iba a entrar en las pruebas, y al final todo ha salido del revés. –Estaba acostumbrado a respuestas de otros ravenclaws como "si hubieras calculado mejor el ángulo, lo habrías conseguido".
Pero no fue eso lo que recibió por parte del chico de cabello marrón a su lado. –Bueno, estoy seguro de que tu técnica era muy buena; solamente necesitas practicar un poco más y seguro que lo consigues la próxima vez. –Eso sí que le sorprendió. –Yo tengo libre las tardes a partir del jueves, podemos quedar algún día y practicamos.
–Pero a ti no te gusta el quidditch. –Estaba perplejo, aquello había sido gratificante, se habían ofrecido a quedar con él para que entrenase en vez de simplemente decirle que tendría que mejorar la forma en la que calculaba sus movimientos. –Y tampoco juegas.
–Pero puedo verte y darte algunos consejos, llevo muchos años siendo amigos de Tyler ¿recuerdas? –Era cierto que viendo también se gana experiencia y siendo amigo de alguien que llevaba todos los años permitidos jugando en el equipo debía de saber un par de cosas. Tyler había entrado al equipo, su nombre había sido dicho en alto de primero cuando dijeron que iban a formar el de Hufflepuff. –¿Qué me dices?
Virley esbozó una sonrisa. –Me apunto, yo tengo la tarde del viernes libre, ¿nos vemos aquí a las seis? – Caleb asintió amigablemente.
–Genial, yo me tengo que ir que voy a buscar a Catheline. Nos vemos el viernes a las seis. –Le dio un apretón suave en el hombro y se levantó para irse a buscar a quien fuera que fuese Catheline. Volviendo a dejar a Virley solo y de vuelta con sus pensamientos sobre si ir a buscar a Phillip o mejor sería dejarse estar en aquel sitio, sin moverse o hacer algo por saber el motivo de su marcha.
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Magic Rises// Zodiaco
FantasyUn nuevo año en Hogwarts comienza para 12 magos cuyos caminos se unirán cuando llegue el momento de proteger lo que más aman y ocupar su lugar en la historia.