Lan Zhan no había tenido la intención de enamorarse de la persona a quien frecuentaba regularmente para echar un polvo recurrente; era sólo que Wei WuXian era molesto y talentoso y demasiado bonito para su propio bien.
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Lan Zhan se despertó con la boca de Wei WuXian, húmeda y caliente alrededor de su polla.
—Hnng, Dios —gimió, incapaz de detener el empuje de sus caderas. Pequeños espasmo de placer recorriendo su pecho y brazos mientras Wei WuXian subía y bajaba.
La lengua de Wei WuXian se arremolinaba alrededor de la punta de su polla y fue todo lo que pudo hacer para no empujarse en ese calor húmedo.
Wei WuXian soltó su polla con un pop obsceno y lamió una línea hasta sus bolas. Chupó uno suavemente mientras acariciaba la polla de Lan Zhan con la mano.
Lan Zhan se sintió en llamas, su excitación golpeándolo fuertemente una vez que estuvo realmente despierto. Wei WuXian lamió su camino de regreso hasta la punta de su pulla y giró la lengua alrededor de la cabeza. Sumergió su lengua en la hendidura del glande de Lan Zhan sólo un poco, sorprendiéndolo de tal manera que soltó un quejido de placer antes de que hiciera todo el camino hacia abajo otra vez.
Lan Zhan gimió, temblando por el esfuerzo que le costó no empujar hacia arriba en esa boca caliente, y miró hacia abajo. Wei WuXian le devolvió la mirada; ojos inocentes seguidos de esa boca enrojecida y sucia que se extendía alrededor de su polla. Lan Zhan pensó que era injusto que alguien pudiera verse tan bonito mientras mantenía una polla en la boca. ¿Cómo lo hacía?
Wei WuXian no rompió el contacto visual mientras aflojaba la garganta para tomar más de Lan Zhan.
Wei WuXian era el diablo mismo y, maldita sea, el diablo era bonito. Lan Zhan echó la cabeza hacia atrás en la almohada, su cuerpo tensándose de placer. Apretó las sábanas mientras Wei WuXian seguía torturándolo. Sintió sus bolas tensarse cuando la cabeza de su polla pasó por la apretada garganta de Wei WuXian. No pudo detenerlo más antes de empujarse profundamente dentro de aquel pasaje cálido y húmedo.
—Mmm, Dios, oh Dios —gimió, sintiendo su orgasmo crecer. Empujó una, dos veces antes de derramarse dentro la boca de Wei WuXian.
Entonces, Wei WuXian sujetó las caderas de Lan Zhan y lo chupó a través de su orgasmo. Bebiendo todo de él y no paró hasta dejarlo limpio. Lan Zhan gimió, sus manos empujaron débilmente a Wei WuXian. —Esto... es demasiado —dijo sin aliento.
Wei WuXian lo miró batiendo sus pestañas oscuras, sin romper el contacto visual mientras se quitaba lentamente de entre las piernas de Lan Zhan. Su boca se deslizó centímetro a centímetro, antes de soltarlo con un sonoro pop. Lan Zhan se estremeció. Nadie debería ser tan pecaminoso, era peligroso.
—Buenos días —sonrió, con la voz un poco ronca, y el corazón de Lan Zhan definitivamente no dio un vuelco. Wei WuXian se bajó de la cama y fue al baño, dejando a Lan Zhan sólo en la cama para recuperarse.
Después de tomar un par de respiraciones profundas, Lan Zhan se puso unos pantalones y caminó hacia el baño. Wei WuXian le sonrió a través del espejo mientras se cepillaba los dientes.
