Lan Zhan no había tenido la intención de enamorarse de la persona a quien frecuentaba regularmente para echar un polvo recurrente; era sólo que Wei WuXian era molesto y talentoso y demasiado bonito para su propio bien.
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Lan Zhan se sentó en el capó de su auto a las 5 am, congelándose el trasero con el frío de la mañana, y miró la puerta del laboratorio de ciencias.
El cielo comenzaba a ponerse naranja cuando la puerta finalmente se abrió.
Wei WuXian salió, con una mano frotándose los ojos y la otra extendida hacía arriba.
—¡Wei WuXian!— Lan Zhan gritó.
Wei WuXian se volvió y comenzó a caminar hacia él una vez que vio a Lan Zhan. Llevaba solo una manga larga blanca y jeans negros y su cabello estaba recogido en una cola de caballo. En sus brazos tenía la chaqueta de Lan Zhan.
—Lan WangJi —saludó con un bostezo, haciendo una mueca de dolor cuando tiró de su herida. —Aquí está tu abrigo. Perdón por hacer que te levantaras temprano para venir a recogerlo —le entregó a Lan Zhan la prenda y se volvió para irse. —Gracias de nuevo por la comida de anoche.
Lan Zhan se quedó mirando su chaqueta en su mano por una fracción de segundo antes de volver a sus sentidos. Extendió la mano y agarró a Wei WuXian antes de que pudiera irse y lo atrajo hacia él.
Wei WuXian dejó escapar un grito de sorpresa antes de caer en los brazos de Lan Zhan. Lan Zhan lo abrazó, rodeando la mochila de Wei WuXian con sus brazos y suspiró. Levantarse antes de que amaneciera valdría la pena sólo por este momento.
—No estoy aquí por mi chaqueta —dijo Lan Zhan, frotando su mejilla contra la de Wei WuXian.
Wei WuXian luchó por salir del abrazo de Lan Zhan, acariciándose la mejilla mientras se enderezaba. Tenía un leve rubor en las mejillas. —Oh, ¿para qué estás aquí entonces? —Preguntó.
—Sube —respondió Lan Zhan. —Te llevaré.
Wei WuXian miró a Lan Zhan con curiosidad. —Oh —hizo una pausa. —No tienes por qué —se rió y miró hacia otro lado, sin encontrarse con la mirada de Lan Zhan. —La caminata me despierta. Probablemente me quedaré dormido si subo a tu coche.
Lan Zhan asintió. —No me importa —dijo. Miró la chaqueta que sostenía en sus manos. —¿Por qué no llevas esto? Realmente no estás vestido para el clima.
—El frío también me ayuda a despertar —respondió Wei WuXian, frotándose el brazo con nerviosismo.
Lan Zhan frunció el ceño. —La caminata será lo suficientemente buena. Ponte esto —ordenó, sosteniendo el abrigo.
Wei WuXian hizo un puchero pero tomó la chaqueta. —Bien, pero no te quejes si huele mal cuando te lo devuelva —dijo, quitándose la mochila. —No tendré tiempo para lavar esto en seco antes del ensayo la próxima semana.
—Mn —tarareó Lan Zhan. Agachándose, agarró la mochila de Wei WuXian y se la puso sobre el hombro.
—¡Hey! ¿qué estás haciendo?— Wei WuXian exclamó: —Te dije que me voy a ir caminando.
