Lan Zhan no había tenido la intención de enamorarse de la persona a quien frecuentaba regularmente para echar un polvo recurrente; era sólo que Wei WuXian era molesto y talentoso y demasiado bonito para su propio bien.
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La última vez pasó a ser tres meses después. Se acostó con Wei WuXian durante las vacaciones de invierno, diciéndose a sí mismo que terminaría las cosas después de calentar los fríos labios ajenos con los suyos. Se dijo a si mismo que lo despediría esa noche o la mañana siguiente con un vaso de té caliente para mantenerlo abrigado de camino a casa, o adonde fuera.
Comenzó el segundo semestre y Wei WuXian seguía visitándolo. Lan Zhan se decía a sí mismo, está bien, sólo una última vez. Sólo una última vez en la cama, en la ducha, en el sofá, sólo una última vez. Sólo una última cena nocturna, soñolienta y saciada, compartiendo algunos bocadillos de huevo.
Pasó dos días con su familia durante el Año Nuevo chino antes de regresar a su apartamento y enviar un mensaje de texto a Wei WuXian para ver si podía venir; se dijo a sí mismo que terminaría las cosas después del Año Nuevo, realmente sería la última vez.
Durante las siguientes dos semanas, Wei WuXian iría al apartamento de Lan Zhan todas las noches. Llegaba tarde y se iba con el alba. Compartirían una cena tardía, tendrían sexo en la ducha y después Wei WuXian se quedaría dormido de inmediato.
Cuando Lan Zhan le preguntó qué estaba haciendo todo el día, todo lo que Wei WuXian dijo fue que la paga era el doble durante el Año Nuevo chino, por lo que se había tomado tantas horas como pudo. Lan Zhan no preguntó dónde estaba trabajando o por qué estaba trabajando, pero se despertaba al sentir a Wei WuXian dejando su cama con el sol aún sin dar señales de estar saliendo. Se aseguraba de enviarlo con un sándwich y unas mandarinas dulces. Se dijo a sí mismo que no era porque se preocupara por Wei WuXian. Era algo razonable teniendo en cuenta que su ligue recurrente se hacía de tiempo para sus encuentros nocturnos durante las vacaciones. Además, Wei WuXian parecía encantado con eso, sonriendo con esa suave sonrisa que hizo que las esquinas de sus ojos se arrugaran. De todos modos, no era porque le importara.
Wei WuXian siguió viniendo después del Año Nuevo chino, su agenda aún más ocupada. A veces llevaba temprano y salía temprano esa misma noche, y otras veces solía llegar tarde y abandonar su apartamento a primera hora de la mañana siguiente. De cualquier manera, siempre que Wei WuXian se iba, Lan Zhan se prometía a sí mismo que esa era la última vez.
La última vez.
De verdad, la última vez.
Perdió la cuenta de cuántas veces se dijo eso a sí mismo. Casi enloqueció. Solía estar bastante seguro de que terminaría las cosas con Wei WuXian, sólo para que su determinación se fuera en picada una vez que estuviera frente a frente a ese rostro encantador, perfecto y sonriente.
Pero hoy realmente sería la última vez, se dijo nuevamente mientras miraba a Wei WuXian, que estaba desmayado en su sofá. Eran las 11:40, bastante tarde, pero Wei WuXian últimamente parecía visitarlo siempre a esa hora.
