Sus vidas se unieron por la fuerza. ¿Permanecerán juntas al final por algo más que el deber y la conveniencia? ¿O el destino terminará separándolas? La línea entre la guerra y la paz puede ser tan delgada como aquella entre el odio y el amor.
Adapta...
ADVERTENCIA: Este fic es Michaeng y está clasificado 18+, por contenidos fuertes y/o violentos, así como escenas íntimas de carácter sexual entre dos mujeres. Si este tipo de contenido, no es de su agrado, por favor no lo lean.
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-Vaya…parece que estas sorprendida de verme, querida amiga.-
Jongdae caminó lentamente dentro de la habitación, separando los brazos ligeramente de su cuerpo para descubrir la larga espada que ya llevaba desenvainada y que había mantenido en la sombra detrás de él.
-Sería mucho mejor si no te mueves chica-ninja, aunque me mates con uno de tus artilugios…la heredera imperial podría sufrir un daño irreparable y tu estarías aun más jodida de lo que ya estás,- dijo Jongdae con una sonrisa socarrona dirigiéndose a Arf pero sin apartar la vista de Chaeyoung, con la punta de su espada levantándose en dirección a ella.
Arf, mucho más alejada de Jongdae que de Chaeyoung, ya estaba considerando sus posibilidades. Todo indicaba que alguien además de ella había considerado que ese era el momento oportuno de hacer su jugada.
Conteniendo su frustración, Arf llegó a la conclusión de que tendría que esperar y ver como se desarrollaban los acontecimientos. El recién llegado bloqueaba la puerta con su cuerpo, afuera se escuchaba un caos y nada le aseguraba a Arf que en el pasillo no había más hombres esperando. Miro a Chaeyoung, pero la pelicorto al parecer todavía estaba recuperándose de la impresión de volver a ver a un hombre que supuestamente estaba muerto. La espada que Arf le había hecho soltar, estaba tirada en el piso. No había manera de que Chaeyoung la recuperara de momento sin exponerse.
-¿No vas a saludarme?- dijo Jongdae dirigiéndose nuevamente a Chaeyoung ya que tuvo cierta certeza de que Arf no se movería, -No todos los días uno recupera a un querido amigo que regresa de la tumba…pensé que estarías exultante.
-¿Cómo…?- fue lo único que Chaeyoung alcanzó a preguntar.
Jongdae rio y se aproximó aún más a ella.
-Con ayuda desde luego…una que ni yo mismo esperaba después de que la persona que yo pensaba que era mi amiga incondicional me dejó ahí tirado como basura… - La sonrisa desapareció del rostro de Jongdae y su semblante se desencajó. –Me dijeron que ni siquiera regresaste al día siguiente para verme Chaeyoung…que no hubieron funerales y que mi 'amiga' nunca lloró por mí…-
-Estuve inconsciente tres días después de nuestro duelo Jong…todo había terminado cuando…-
-¡No!- gritó Jongdae saltando de pronto hacía Chaeyoung mientras ponía el filo de su espada en su cuello, -¡Todo terminó desde mucho antes!... ¡Desde el momento en que pusiste los ojos en esa maldita extranjera y te olvidaste de todo lo que realmente importaba!-
