Basura descartable (Given)

Capitulo 7

Primero que nada: miren la sensual portada que me hizo mi súbdita toda hermosa -Yxshida- la amo, le quedo hermosaaaa <3 mil gracias bb

Segundo: mil gracias a las personitas que entraron a leer <3 les espera un viaje algo sad pero con enseñanzas 

tercero: lo de la abuelita de Yuki es personal, me paso y de verdad es algo que sentí mucho. Lo incluí porque tenia que volcar mis emociones en algún lugar.

ahora si los dejo con el capitulo <3

—Deberías tratar de escucharlo. Saber que opina, que piensa—mis consejos parecían no agradarle a Uenoyama, quien no me prestaba atención al estar tan entretenido revolviendo su café.

—Lo dices como si tú fueras perfecto. Claro, lo tienes todo— ¿Yo tenerlo todo? Que gracioso.

—Estoy aquí para ayudarte, no para que indagues en mi vida. Bastante tengo que soportarte en los ensayos—no estaba de buen humor y el chico lo complicaba más de lo necesario.

—Pues solo espero que no me claves un puñal en la espalda y le coquetees a mi novio. Es mío, que te quede claro—eso me enfadó, de verdad lo hizo.

— Mafuyu no es un objeto. Que eso te quede claro— decidí retirarme porque esto no estaba funcionando. Él y yo jamás nos llevaríamos bien.

"Yuki ¿Quieres ir al cine?" 

Aquél mensaje me había hecho tan feliz.

"Claro"

 Sin más fui a casa a darle las medicinas a mi abuela quien se encontraba algo caprichosa ya que tenía una enfermera personal.

—Abuela, hazle caso a la especialista— cuando quería se comportaba como una niña.

—Vaya...estas vestido como todo un galán ¿Saldrás a una cita?— ¿Cita? ¿Yo y Mafuyu? Eso era imposible.

—No, solo saldré con un amigo— luego de darle un beso en la mejilla y lograr que tomara sus medicamentos me dirigí a mi destino en donde el castaño me esperaba con una sonrisa.

—¿Qué película quieres ver?— sinceramente no me importaba, simplemente quería pasar tiempo con él.

—La que tu elijas— aunque dijo eso su mirada estaba fija en una película que era musical.

—Dos entradas para esta—una pequeña sonrisa surco su rostro y luego de comprar los boletos  entramos a la sala. Jamás me había sentido tan nervioso en toda mi vida.

—Yuki...creo que no quiero volver con Uenoyama— aquello me tomó por sorpresa ¿Por qué me contaba esto?

—Es tu decisión, pero quizás él cambie— un largo suspiro salió de sus labios.

—No lo hará. Es la segunda vez que lo volvemos a intentar. Él siempre va a pensar en si mismo antes que en los demás. Es algo egoísta aunque no lo parezca— ¿Debía decirle?

—Tú ¿Lo amas?—no sé porque esa pregunta había salido de mi boca, pero por alguna razón necesitaba saber aquello.

—Si...pero ya no es tan fuerte como antes— la película empezó y ambos no volvimos a hablar durante el transcurso de la misma pero por accidente nuestras manos se encontraron y ninguno quiso alejarla. Aquél contacto se sentía tan bien.

—Al final no era tan grandiosa, pero fue divertida— su sonrisa, quería verla siempre.

—Lo sé. Fue algo cliché— su mirada era tan brillante.

—Yuki...gracias por estar a mi lado en estos momentos. De verdad necesitaba a alguien como tú— ¿Alguien como yo?

—¿A qué te refieres?— ¿Qué podría darle alguien como yo?

—Sé que aún no lo ves pero... eres especial— nuestros rostros estaban muy cerca y mierda...quería besarlo.

—¡Mafuyu!— un enojado Uenoyama se acercó a mí y comenzó a empujarme. Todo el mundo nos estaba viendo.

—¡Uenoyama, déjalo!— el castaño estaba nervioso y el azabache no escuchaba razones.

—¡Prometiste que no te acercarías a él! ¡Prometiste que me ayudarías! ¡Eres una mierda! ¡Una escoria!— ya lo sabía ¡Maldición! Lo sabía.

Sin querer escuchar más lo acorralé contra la pared y lo miré fijamente.

—Me cansaste. Tú no eres mejor que yo. Eres un egoísta e insensible niño mimado— luego de soltarlo me fui, estaba enojado.

—¡Yuki!— no quería que él me siguiera, no estaba de humor.

—Vete Mafuyu— antes de irme jaló mi brazo y por accidente mi camisa se levantó, revelando aquellas marcas que tanto me esmeraba en ocultar.

—Yuki...— no quería que nadie las viera, no ansiaba que me miraran con asco.

—Ve con él—corrí y corrí hasta mi casa en donde mi madre me esperaba muy ansiosa.

—Yuki...tu abuela fue internada...estaba muy grave— mi mundo volvió a desmoronarse.

—Mamá...—debía ser su sostén. No quería ser débil. Otra vez me pondría la mascara que usaba habitualmente.

La noche fue intensa,ella no mejoraba, mis ojeras estaban por el suelo, sin embargo debía asistir a clases.

Mafuyu me miraba pero yo lo evitaba, no quería su lastima, no quería algún regaño, solamente necesitaba estar solo.

—¡Yoshida! No creas que lo nuestro termino aquí...— lo que me faltaba.

—Solo déjame en paz. No quiero tener problemas— simplemente la angustia me invadía.

—Reconquistaré a Mafuyu. Seré el novio que necesita, para que no busque amor en gente como tú—¿Qué tan idiota debía ser como para pensar aquello?

—Lo que digas— seguí mi camino hasta mi salón. Quería cerrar los ojos, quería dejar de sentir.

—Yoshida...ve a la sala del director. Te está esperando— genial ¿Ahora qué?

En toda la instancia me sentí nervioso ¿Y si se había enterado de mis cortes? ¿Y si me regañaba por la pelea que tuve con Uenoyama? No quería causarle más molestias a mi mamá.

—Yuki...lo lamento mucho. Nos informaron que tu abuela falleció...— ¿Se podía ser tan infeliz en este mundo? ¿Podías sentirte tan vacío? Así estaba yo ahora.