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- ¿Te encuentras bien? 




Mark se acercó alarmado hasta mi y poder sostenerme bien. Yo no me preste atención y solo asentí para luego mirar hacia esa voz. Esa maldita voz. Voltee rápidamente en su dirección mirando su cuerpo en la entrada. Tragué duro al ver que era el mismo causante de mis ataques de pánico. Yo debí hacer mucho daño alguna vez y ya no lo recuerdo, porque no encuentro otra salida para todo lo que me sucede. Entre más deseaba que algo no ocurriera, eso pasaba.

Respire profundo y trate de mantener mi calma. Mire su rostro y una sonrisa se formó al verme. Baje la mirada analizando su vestimenta. Una camisa roja con cuello de tortuga y un abrigo enzima de esta de color negro, votas y pantalón de mezclilla del mismo tono. Se veía bien.

Mis ojos se quedaron plantados en un lugar en específico, Sus piernas,  especialmente sus muslos. Eran fuertes y los músculos que se resaltan en ellas dejaban a más de una en el piso. 

Era tan adictivo de ver. 

Siempre he tenido una obsesión por las piernas bien formadas y que este hombre las tuviera me encantaba.
Lamí mis labios por la encantadora vista haciéndome mil imágenes de el sin pantalón, dejándome explorar lo más prohibido de su cuerpo, poder tocar esos fuertes músculos sin ninguna tela de por medio. Era increíble la atracción que sentía por sus piernas. 

Mi mirada subió con pesar a sus ojos. Eran profundos. Se podía ver una oscuridad aterradora en ellos. Sus ojos analizaron mi cuerpo de la misma manera, pero con lentitud haciéndome sentir totalmente desnuda a pesar de mi vestimenta discreta. No podía decir que no me gustó aquella inspección porque estaría mintiendo, hacía bastante tiempo, mejor dicho años, que un hombre no me otorgaba una mirada de aquel modo tan penetrante, tan atrevida. Tan... Caliente.


- Sea usted bienvenido, señor park - hablo el señor Lee.


La burbuja en la que estábamos los dos explotó. Dejamos de mirarnos con soberbia y calentura.
El Adonis no devolvió el saludo.
Pasó por mi lado rozando un poco mi hombro, dejando un poco de su fuerte perfume en el ambiente. El camino con seguridad por el pasillo hasta sentarse en una de las sillas y mirar su celular.

Lucía, en el trayecto hacia el aeropuerto nos dio a conocer los puestos que debíamos laborar, por lo cual made ya estaba “acomodando" algunas cosas antes de partir. Mire como ordenaba algunas cosas de la parte superior frente al asiento de Jimin, inclinándose un poco haciendo que su falda se subiera, eso inmediatamente fue captado por la vista de Jimin.
Solté un bufido un poco molesta por la actitud de made, si bien el hombre era muy guapo debíamos concentrarnos en el trabajo y no coquetear con el pasajero, que también era nuestro jefe.  solté una risa sarcástica cuando Jimin le siguió el juego del coqueteo, el de verdad era un perro.

Lee y Mark se fueron a la cabina. Mientras que lucía y yo buscábamos que hacer. Pero la voz de un chico castaño con una sonrisa un poco nerviosa y cansada nos hablo. En su mano derecha cargaba una maleta y en la izquierda un bolso grande. Entro al Jet con un poco de esfuerzo para después hablar.


- Buenas, disculpen la tardanza.


- Ven, te ayudó - me acerqué a él con rapidez y tome la maleta.


- No es necesario - hablo Jimin - el puede hacerlo solo.


Mire molesta a Jimin, pero este aún veía su celular.


- No te preocupes - le hable al chico - quiero hacer esto por ti.


Sin dejar que diga nada más, decidí subir con la maleta antes de que el chico siguiera negándose. Camine por el angosto pasillo y me posicione delante de Jimin empujando a made lejos de él. Ella me miro con sorpresa y un leve enojo.


EL VUELO [ 18+]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora