•TEAR ~ [JIKOOK]•

21. Totalmente solo

Habían pasado dos meses desde que Jimin se había ido y Jungkook no sabía nada de él. Todavía apretaba la nota que estaba arrugada en el bolsillo de su pantalón cuando estaba en sus clases. Aquella nota que sólo decía "Lo siento. Te amo", la había encontrado aquella mañana en la mesa de la cocina. Sólo eso había dejado, y los moretones en su mejilla y ojo izquierdo, su labio partido y su corazón roto.

El tiempo había pasado lentamente y mientras había cosas que recordaba a la perfección, otras desaparecían con el tiempo de su mente, volviéndose difusas. Su aroma enredándose con la suya al abrazarle era una de ellas.

Las semanas eran fatales. Sus exámenes fueron un desastre, aunque pudo recuperarlos con notas precarias. Sus amigos intentaban apoyarlo pero simplemente no parecía estar bien o poder recuperarse de aquello con una velocidad aceptable. A veces parecía estar bien, quizás un día lo estaba, y los siguientes ya se encontraba destrozado nuevamente. Noches de descontrol y de toma de mucho alcohol y drogas era lo único que pudo hacer por un buen tiempo.

Jamás había pensado que lo abandonaría, que le dejaría de la noche a la mañana. De haber sabido, no le hubiera alejado de él, hubiera soportado lo que fuera con tal de que siguiera quedándose a su lado, aunque de tan sólo pensar cómo hubieran seguido las cosas si estaban juntos le hacía temblar, porque la mirada de Jimin últimamente era fría y vengativa, emanaba un aura de sentimientos que nada tenían de buenos, era irreconocible.

Sus moretones duraron una semana en su rostro, eran notables y la gente le miraba extraño.

Permaneció viviendo con Taehyung luego de haber recibido ayuda psiquiátrica, hasta por un tiempo indefinido, porque no podía estar en esa casa solo y menos luego de su brote psicótico donde casi destruyó la casa e intentó quitarse la vida. No podía soportar verla tan vacía como su alma. No podía soportar querer ir a la habitación de Jimin y no encontrarle allí. Era quizás enfermizo, pero lo necesitaba allí y lo extrañaba horrores.

- Jimin... - habló al celular, dejándole un mensaje de voz, porque al parecer le había bloqueado de cualquier medio por el cual le podía enviar mensajes – Por favor... ¿Dónde estás? – decía mientras lloraba, sentado en la cama sin colchón de quien ya no estaba, luego de haber tomado media botella de vodka, y le ardía la garganta – ¿Qué mierda se supone que haga sin ti? – sollozaba, secando sus lágrimas pero no dejaban de caer. Se sentía devastado y el alcohol no le ayudaba – Te amo, maldición... te amo y necesito verte, por favor vuelve... - escuchó un pitido del otro lado, el mensaje se había acabado - ¡Me abandonaste! – gritó a su celular, a pesar que nadie podría escucharle, lo lanzó y cayó al piso, pero poco le importó.

Se preguntaba qué había hecho mal, en qué había fallado. Se preguntaba por qué nunca pudo ser suficiente para él, por qué le había abandonado, por qué no quería estar con él. Si pudiera lo buscaría hasta el fin del mundo para encontrarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amaba y quería estar con él sin importar el costo. Le diría que jamás le interesó estar con otros chicos que no fueran él. Le diría que jamás le interesó acostarse con cualquiera, que jamás quiso a alguien más que no fuera él. 

Lo único que hacía era tapar sus inseguridades, su dolor, su miedo y todo el amor que tenía para Jimin, sólo quería tapar lo que no quería que viera y lo que no quería aceptar, pero de haber sido por él nunca hubiera buscado los besos de alguien más, ni las caricias de alguien más, no quería nada de eso, incluso lo aborrecía. Todo lo que quería en el mundo sólo lo había encontrado en Jimin.

Quizás no debía de haberle gritado, quizás no debía de haberse metido en las relaciones que tenía con sus novias, quizás no debía de haberle provocado llevando chicos a su casa o hablándole de Taemin. Sí, quizás no debía de haberle insinuado que había salido con Taemin para acostarse con él cuando en realidad lo único que quería ese chico era decirle que ya no se verían. Quería que Jimin sintiera celos, que lo mirara sólo a él, que supiera lo que se sentía ser ignorado y no ser fundamental. Porque Jungkook quería que él sintiera lo mismo que había estado sintiendo todo el tiempo porque le desesperaba el que su mejor amigo nunca hubiera notado lo tan irremediablemente enamorado que estaba de él.