04:04 am.
Hamburgo, Alemania.
Calle 16 Hubertusweg.¿Que carajo fue eso?
Bueno, no estoy acostumbrado a que chicas me inviten a salir, siempre es el cliché y estereotipo de los libros y películas donde el chico es quien las invita y se sonríen como bobos. No soy de estas cosas igual pero...
¿Que carajos pasó?
— Mark, di algo tonto.
Olvidé por completo que Agna estaba aquí, estoy aturdido.
— ¿Escuchaste eso?
— Solo la poca dignidad de la niña caer al suelo.
Estamos caminando cerca de una farmacia, ya diez minutos después de picks. Aún sigo pensando en ella y lo estupido que fui al no detenerla pero si la detenía, ¿Qué le diría?
— Agna.
— Mmm. - asiente mientras mira sus manos con sus uñas violetas pintadas.
— Creo que fui un completo idiota.
— Lo fuiste.
— Creo que debí detenerla.
— Eres todo un idiota.
— Creo que debería hablar con ella, ¿no?
— Creo que deberías disculparte por ser un idiota. - toma mis hombros deteniendo nuestro paso y me agita levemente. — Ve y dile que quieres ir a ese baile con ella, discúlpate por ser un idiota y después regresa aquí y te daré clases para conquistar chicas.
Ella solo me soltó mientras reía y entró a su casa.
Caminando a casa y pensando en que podía decirle a Inna para disculparme, aunque no encuentro la razón de él por que disculparme... vamos, solo la dejé ir.
Confirmo que soy un completo y distraído idiota.
Los proyectos me esperan en el escritorio desgastado de mi habitación, uno sobre otro y el computador roto, viejo y raspado me espera igual de paciente. Trabajar y estudiar es duro pero mamá siempre me enseñó a saber disfrutar de la satisfacción cuando puedo comprarme algo con mi esfuerzo, son placeres de la vida. Sentarme en la pequeña silla acolchonada con mi uniforme del trabajo todavía puesto me hacen recordar al cansancio que siento, me estiro un poco y enciendo el computador, mientras espero a que encienda y haga unos cuantos ruidos raros comienzo a sacar lápices, libretas de apuntes y libro tras libro, para comenzarcon uno de los proyectos finales.
Después del baile acaba todo, pero el trabajo duro viene en camino. En nuestro colegio siempre que terminan los cursos y las clases para un próximo año los últimos cuatro meses son duros, llenos de proyectos largos de repaso de todo lo demás visto. Una semana de descanso y entrega de calificaciones para terminar con un baile de despedida. Es ridículo, no es que yo sea un aburrido pero nos matamos cuatro largos meses para terminar con una semana de ojeras, café y tembladera de tanto cansancio para que nos entreguen calificaciones que ni si quiera son tan justas y concluir con un baile que al final lo venimos pagando nosotros. Increíble.
Tallo mis ojos, me estiro un poco más retorciéndome en la silla, tiro mi gorra por algún lado de la habitación y me saco la camisa que igual cae por algún lado oscuro de aquí.
La ventana queda justo enfrente de mi y puedo ver mi reflejo ojeroso y desnudo, me veo cansado y lo estoy, son las 4 am y llevo unas treinta páginas del proyecto de metodología.
Me llevo una gran impresión al verme en el reflejo y ver detrás de mi a Marcela, volteó por inercia en un segundo y no era nada... solo yo, volviéndome loco.

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Tú no a mi.
RomanceMark un chico de 17 años después de la repentina muerte de su novia Marcela, conoce a una chica que comienza a interesarle aunque es un amor prohibido, pero ¿Qué pasa si Marcela de alguna manera regresa a la vida de el y de sus amigos? Nunca despegu...