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El día de la ceremonia había llegado, y desde el momento en que los primeros rayos de Sol acariciaron su rostro esa mañana, Ana se sentía devastada. Un sentimiento muy recurrente en su día a día. La supervivencia era su objetivo principal tan pronto las cosas se descontrolaron, pero sin Ray, sin Saeran, no había nada que la esperase en el mundo exterior. Le fue difícil saber sobre el paradero de saeran hasta el medio día, parecía encontrarse mejor en cuanto a su salud, y a su vez recordaba muy bien el evento que acontecería esa noche. Era tal que incluso ordenó a un par de seguidoras que la vistieran y se encargaran de prepararla para su banquete. Ana sentía que el atuendo que utilizó para el primer baile de purificación al que asistió contrastaba demasiado con el que utilizaba en ese momento, para su propia ceremonia. Ciertamente se preguntaba si había sido el mismo Saeran quien eligió aquellas prendas al igual que había sido Ray la ocasión  anterior, pero de haber sido así él no se lo diría, o eso creía, y ella no perdería su tiempo preguntando, lo más probable era que este se enojara, así que se guardaría la duda. La indumentaria estaba compuesta por un vestido ajustado de color negro hasta las rodillas, poseía pequeños vuelos de encaje en la parte inferior, era de mangas cortas y con un gran escote en la espalda hasta la parte baja, utilizaba medias pantie color rojo vino y zapatillas negras de tacón alto. Su maquillaje llevaba tonalidades oscuras y su labial era negro, de peinado poseía el cabello suelto, y como último accesorio, unos guantes negros hasta los codos. la vestimenta perfecta para un funeral.

—muchas gracias...—le agradeció Ana a ambas seguidoras tan pronto estás terminaron con su preparación.

—por el eterno paraíso, a sido un verdadero placer—respondieron ambas al unísono y con gran sincronía, para seguido de ello dar media vuelta y retirarse.

Ana se observó al espejo, el cansancio de su rostro había sido cubierto por el maquillaje, Al igual que las marcas en sus hombros, debía admitir que se sentía otra persona, suspiro.
Y leves toques en la puerta la sacaron de su mundillo, pensó que serían las seguidoras quienes posiblemente habían olvidado algo,
así que no tardo en abrir.

—han olvidado... uh...—una silueta encapuchada al otro lado de la puerta la confundió.—¿disculpe?—

—sshh silencio...—

—¿quien es usted?, ¿Saeran lo ha enviado?—cuestionó verdaderamente extrañada, la figura entró y cerró la puerta discretamente a sus espalda, Ana de forma disimulada observó a su alrededor con la mirada. Pues sabía que Saeran había de estar vigilándola en ese momento.

—soy yo. V, baja un poco la voz por favor...—murmuro sus palabras sin retirar la capucha de su cabeza, únicamente permitiendo a Ana ver su rostro.

—¿V?—era la persona a la que menos esperaba. A la que menos deseaba ver, y a pesar de eso intento mostrarse poco sorprendida. 

—Ana... ¿que traes puesto?, ¿y todo ese maquillaje?, no me mal entiendas, pero...
no te ves muy bien... ¿es que acaso no has estado comiendo apropiadamente?—jihyun se mostró genuinamente sorprendido, incapaz de comprender lo qué acontecía en ese momento.

—¿cuanto tiempo llevas aquí?, ¿es que aún no te haz enterado?—los labios de Ana se curvearon con ironía, adoptando una postura un tanto burlesca, estaba cansada de derramar lágrimas, prefería reírse de su situación.

—puedes explicármelo ahora, pero primero toma, come esto..., no es mucho... pero es mejor que nada—jihyun le extenido una manzana, que traía con él por pura casualidad, la había tomado de las muchas bandejas con comida que se había encontrado en su camino hasta allá, y ella la tomo.—estuve buscando la oportunidad de entrar y por fin la conseguí, me he mezclado con otros seguidores, apenas pude venir hasta acá, todos están muy alborotados, sacarte de aquí se está volviendo imposible—

Meant to be your's [MM Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora