Meant to be your's [MM Fanfiction]

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Parte 2/3
Este capítulo se lo dedicó a:
@iBL00DYK1SS3S
Porque sus comentarios me mataron de risa y me inspiraron a seguir. 

—solo estoy jugándo—dijo alargando la o, Ana lo tomó de la muñeca y empezó a caminar lejos de aquella esquina, aunque no negaba que aquel acto le pareció bastante halagador.

Tras alejarse de dicho espacio empezaron a recorrer el salón, parecía un lugar verdaderamente amplio y no era para menos, cada vez veía más y más seguidores.
En medio de su caminar ambos llegaron a un pequeño espacio amueblado en el cual habían algunos instrumentos; un gran piano blanco reposando en medio de toda el área, panderetas en una esquina del suelo, tambores sobre un banquillo, bongos al costado de este, un Violín dentro de su estuche sobre el extenso sofá, entre otros instrumentos pequeños.

—vaya.. ¿alguien toca algo aquí?—preguntó Ana con cierta impresión mientras se acercaba a los objetos musicales con la intención de verlos de cerca—digo, no me de la música que está sonando en el estéreo, pero no estaría nada mal algo de música en vivo—.

—¿te.. gustan los músicos?—Pregunto Ray con cierta curiosidad por su respuesta, desplazándose lentamente en dirección al sofá donde se encontraba el violín.

—Bueno.. no sabría decirte si los músicos, pero si la música—, contestó ligeramente divertida por aquella pregunta un tanto confusa.
—y admiro a quienes saben tocar más que el do re mi, ¿pero porque preguntas?—añadió volteando en su dirección.

—Yo.. tocó unos cuantos..—admitió Ray con cierta timidez.

—tú.. ¿sabes tocar estos instrumentos?—preguntó Ana con intriga mientras sus ojos se clavaban en él. Ana dejó su copa sobre una pequeña mesita de centro y rápidamente se desplazó hacia Ray.

—no todos, pero si algunos.., soy especialmente bueno con el violín—respondió mientras le extendía su copa a la chica para que la sostuviera, seguido de ello sacó el instrumento de su estuche y lo coló en posición, con el mentón apoyado en la barbada mientras su mano derecha sostenía la parte superior del diapasón.

—retiró lo dicho.., definitivamente amo a los músicos—aquel comentario hizo reír levemente al de ojos menta—ah.. pero ¿puedes tocar ahora?—cuestiono insegura debido a la actividad en que se encontraban, aunque, por la distancia entre ellos y la pista principal pensó que quizás no sería un gran problema.

—por ti, puedo hacer cualquier cosa en cualquier momento—contestó Ray mientras tomaba el arco del violín, sosteniéndolo desde él área de la nuez.—¿alguna petición?—

—conmueve me—Dijo Ana, tomando asiento en aquel sofá Justo delante del más alto, el violín siempre a sido un instrumento bastante popular, mucho más si te considerabas un aficionado a la música clásica. Lleno de notas ágiles y posibilidad de dulzura y agudeza. Muchas personas se veían cautivadas al escucharlo debido a estas características, y Ana no era la excepción.

—En ese caso.., Ana, está la he compuesto yo mismo—

Ray no tardó en empezar a tocar una tonada envolvente, que posteriormente hizo saber había bautizado como, "la balada de las Rosas azules". La música hizo presencia de manera lenta, el sonido del violín era enigmático, sorprendente, y bien provisto de un encanto natural. Los dedos de Ray se movían rápidos y certeros de cuerda en cuerda, mientras su mano izquierda era ágil con el arco. Aquella tonada despertaba una pasión intensa, muy profunda, y que, por segundos llegaba a ser desbordante. Ana podía percibir la tristeza y la fuerza en cada nota, toda la concentración de Ray parecía estar inmersa en la música, y sin darse cuenta, Ana  había empezado a llorar.