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—¿saeran?—

—¿Ana?, mi juguete, aun sigues aquí, gracias al cielo—saeran suspiro con calma al ver a la muchacha sentada en aquella cama. La expresión de su rostro mostraba su aflicción y la preocupación que lo invadía. Se percibía inquieto. Ana temblo inconcientemente, observando al chico frente a ella, quien a paso lento se aproximaba a su dirección.

—saeran...—habló con lentitud. El mencionado frotaba sus manos con nerviosismo, y parecía poseer un ligero tick en el ojo derecho, sus cabellos se veían desaliñados y respiraba agitadamente, parecía haber corrido hasta ahí, sumado a eso, sus nudillos estaban lastimado. 
—¿porqué te costó tanto entrar?—pregunto, buscándole una justificación al alboroto que había escuchado en el exterior y a los fuertes azotes a la puerta, cuáles ella pensó eran la causa de que las manos del contrario estuvieran raspadas. Se removió en su lugar un poco inquieta, manteniéndose alerta en caso de cualquier movimiento errático por parte de saeran.

—yo... he venido a ver que siguieras  respirando, aún debe ser difícil para ti mantenerte de pie por ti misma—
Saeran titubeo un poco al hablar, rascando el dorso den su mal o izquierda con la derecha, Ana permaneció en silencio, esperando una respuesta a su pregunta.
—el Salvador... luego de ayer ella..., le había dicho a los seguidores que no me dejaran entrar a tu habitación—ana se sorprendió un poco ante aquel hecho, la expresión en su rostro acompañó su respuesta muda.
—tuve que golpear la puerta, y algunos de ellos para poder pasar—
Admitió.

—pero, recién hablamos hace un momento—contestó ella como si nada, intentando disimular el asombro que le causó saber, que saeran habia herido a "algunos" seguidores con el propósito de atravesar esa puerta.

—¿eso es todo lo que vas a decirme?, Ana—cuestiono saeran, disgustado ante aquella respuesta tan pasiva.
Se percibía molesto, irritado, presentaba aquella actitud errática y explosiva de hace semanas atrás.
Pero a la vez, un aura triste lo envolvía.—¿tienes idea de porqué fuiste arrastrada a la ceremonia de purificación hoy?, no ha sido por mi culpa, ¿verdad?—los ojos de saeran se cristalizaron, mientras fruncia sus labios y acortaba la distancia entre ellos, quedando de pie al costado de la cama.

—saeran..., calmate por favor, tu no has hecho nada malo—ana intento calmarlo, pero aquello sólo pareció alterarlo más.

—¡por supuesto que no!, yo hice todo lo que pude, ¡pero tú solo haz hecho las cosas mal, porque haz actuado como una inútil!—su tono de voz subió estrepitosamente, llevando ambas manos a su cabeza y sosteniendo sus cabellos con histeria.
—¡lo único que haces es meterte en mi cabeza, siempre fuiste una buena para nada!, ¿porqué no dices nada al respecto?, ¿porqué no haces nada?,
¡me dijiste que odiabas al salvador!, ¡¿porqué ya no luchas contra ella?!, ¡¿tantas ganas tienes de morir?!—

—saeran, estas... mal interpretando las cosas, estas muy alterado ahora mismo, por favor, sólo... calmate y déjame explicarte todo—ana intento  levantarse para acercarse a él con el propósito de tranquilizarlo, pero fue bruscamente empujada por saeran devuelta a la cama. Este apoyo su mano derecha en el pecho de la chica, impidiendole el movimiento.

—no lo entiendo... no lo entiendo..., ¡explícame lo Ana!, ¿porqué ella se interesó tanto ti?, ¿porqué quiere alejarte de mi?, ¡mientras tu no haces nada al respecto!—exclamó sus palabras extremadamente próximo al rostro de Ana, quien permaneció quieta mientras sus marrones ojos observaban fijamente a los color menta de saeran. 

—saeran, no es lo que parece, no me he rendido ante minte eye ni mucho menos, sólo calmate y deja que te explique lo que he estado haciendo, si sigues así, si sigues de esta forma te lastimaras a ti mismo.

Meant to be your's [MM Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora