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Había colgado aquella llamada de forma abrupta, sin permitirle a rika decir una sola palabra más, no se molestaría en seguir escuchando la, después de todo está ya era consciente de su rebelió ante minte eye y el nulo respeto que le tenía.
Lo último que hizo fue apagar su celular y meterlo al primer cajón de la mesita de noche al costado de la cama, aquello en caso de que la mujer intentará llamarla nuevamente. Necesitaba pensar en lo que se encontraba pasando en la actualidad, nunca imagino que, de la nada, saeran sería capaz de abandonar minte eye sin ningun  tipo de avisó. Aquello era un bache en su propio plan de escape, aún más debido a que no tenía comunicación con él y tampoco había tenido la oportunidad de explicarle lo que había estado haciendo en todo ese tiempo que estuvo en cama. Ana suspiro con suavidad, empezando a caminar de un lado a otro en la habitación por un momento con sus pies descalzos, sus piernas aún se sentían rígidas, pero necesitaba ejercitarlas, tanto tiempo sentada no la ayudaría a recuperar la fuerza para desplazarse.

«saeran... ¿dónde estás?—pensó, buscándole lógica a su ausencia, puesto que era consciente de que minte eye era todo lo que él conocía, no tenía otro lugar a donde ir.—se que no me has abandonado, serias incapaz, solo me hubiera gustado haber podido explicarte las cosas»

Detuvo su andar, y una expresión triste se formó en su rostro.
Se acercó al ventanal de nueva cuenta y cerró las cortinas, la noche había empezado a caer, y ese jardín era lo que menos quería ver en un momento como ese. Seguido de ello decidió meterse al baño para lavarse la cara, refrescarse y disipar aquellas inseguridades que intentaban abordarla, no caeria en el miedo, ni sucumbiria ante la desesperación, no se lo permitiría, no otra vez.

cuando salió, se sorprendió de sobremanera al ver una silueta masculina parada junto a una de las ventanas del cuarto, esta se encontraba completamente abierta, y la luz de luna impregnaba su brillo donde tocaba. Ana debia admitir que desconocia en su totalidad aquella función de poder abrir la ventana en totalidad, siempre lo creyó algo imposible y que era únicamente el cristal, pero acababa de darse cuenta de que era mucho más.
La brisa fresca de la noche acaricio su rostro, así como hacia ondear las cortinas con suavidad dibujando la silueta del individuo frente a ella.
No tardo en reconocerlo, y dar un paso al frente. 

—¿saeran?—pregunto, quería asegurarse de que era él en su totalidad. Hace no mucho se encontró lamentándose, creyendo que la había abandonado, pero ahora lo tenía en frente, el contrario no tardo en mirarla.

—veo que me haz reconocido enseguida..., espero no haberte asutado—contestó él, su voz se percibia atona, más cansada, y sin mucha energía, Ana lo noto.
—no es necesario que te acerques si no quieres..., me conformo con poder verte desde aquí—pronuncio mientras se acaomodaba junto a la ventana, su pálido rostro no tardo en ser iluminado por la luz lunar.
—puedes estar tranquila, no he venido a hacerte daño, no quiero eso, realmente nunca lo quice...—

—saeran...—ana pronunció su nombre de nueva cuenta, y por un impulso del momento no tardo en desplazarse hasta él, rodeandole fuertemente entre sus brazos mientras apoyaba el rostro a su pecho. Aquel repentino acto no tardo en desconcertar al albino de mechas color salmón, quien permaneció ahi de pié, sin moverse ni un centímetro.
—¿qué te a pasado?, ¿te encuentras bien?, me dijeron que te habías ido, según tengo entendido todos en minte eye te estab buscando—

—han ocurrido muchas cosas— contestó saeran en un murmullo, suspirando con lentitud, a la par en que sus manos se apoyaban suavemente sobre la espalda de Ana. el calor que le brindaba el cuerpo ajeno le causaba cierto sentimiento de confort, y le traía paz.
—Ana... tengo tantas cosas que decirte, tanto por que estar agradecido contigo, así como mil cosas por las cuales arrepentirme...—ana guardo silencio ante aquellas palabras, permitiéndole hablar mientras ella apoyaba la cabeza al lado izquierdo del pecho del muchacho, disfrutando del latir de su corazón.—tú no te haz rendido por más que te haya torturado, por más que llegará a lastimarte, y aunque te tratará mal, tú seguiste adelante... todas esas veces en que te insulte diciendo que me desagradaban tus ojos... es porqué ponías cara de conocer un mundo diferente al mío, mucho más allá de estas paredes. »sentía que me perdía si seguía mirándote, quería acercarme más a ti pero también quería evitarte, y mientras más quería conocerte más  quería ignorarte. A pesar de que pareciera, que disfrutaba tu dolor realmente nunca senti que tuviera el control... por eso me sentía tan vacío, al final solo me enojaba, y quería torturare y molestarte más...
»eres una persona amable, y aunque parecieras ingenua al principio, no eres tonta, tú no te doblas, te rebelaste contra mi pero nunca me devolvías el odio, incluso aquellas noches en las cuáles busqué consuelo bajo tú falda... me acogiste sin siquiera pensarlo.

Meant to be your's [MM Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora