ᴘʀᴏʟᴏɢᴏ

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Autora POV

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— Vamos, tú puedes hacerlo... —dentro de la privacidad que el pequeño cuarto podía ofrecerles, un hombre de cabellera obsidiana murmuraba palabras que buscaban ser confortantes mientras sostenía firmemente la mano de su amada esposa. — Eres fuerte, eres la mujer más asombrosa que he conocido en mi vida... —continuó hablando, enfocándose en que ella supiese que estaba allí, y sintiese su apoyo. — Sé que usualmente no soy la persona más expresiva del mundo, pero... mi amor, quiero que sepas que me haces el hombre más feliz sobre la faz de la tierra, y estoy ansioso por finalmente poder sostener a nuestro bebé contigo. 

La mujer que se encontraba junto a él respiraba de manera errática debido al esfuerzo que se encontraba haciendo. Una fina pero visible capa de sudor cubría su piel mientras que las facciones de su rostro se contraían en muecas de dolor. Cualquier persona que dijese que el parto de una mujer era poca cosa, realmente no tenía ni idea de lo que estaba hablando. El pelinegro era capaz de sentir la tensión de su esposa incluso si él no era quien estaba haciendo el esfuerzo, era realmente aterrador a decir verdad. 

— Mi amor... —la mujer llamó tentativamente entre jadeos, intentando relajar su cuerpo como la partera le indicaba luego de pujar. — ¿Me seguirás amando incluso después de esto? 

ᴄʜᴇʀʀʏ ʜᴜɴᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora