ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ꜱɪᴇᴛᴇ

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Autora POV

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A medida que avanzaban, el monte Natagumo comenzaba a hacerse visible al horizonte, y mientras más se acercaban al destino donde su siguiente misión se encontraba, Sakura no podía evitar la expresión seria que se apoderaba de sus facciones. Un mal presentimiento se había instalado en su interior, revolviéndole las entrañas... Tenía la sospecha de que podrían terminar enfrentándose a una luna demoníaca. 

Fuese una creciente o menguante, la pelirrosa no creía que ninguno de los dos escenarios fuese uno ideal. Incluso si Tanjiro había logrado acabar con la antigua sexta luna inferior, no consideraba que su grupo tuviese el nivel suficiente para enfrentarse a demonios de un calibre aún mayor. 

— ¡Esperen! ¿¡Pueden esperar, por favor!? —exclamó Zenitsu mientras procedía a sentarse en el suelo, abrazando sus piernas contra su pecho, rehusándose a seguir adelante. — ¡Este lugar es demasiado aterrador! ¡Se pone cada vez más aterrador cada vez que avanzamos! —se quejó, fiel a su ruidosa naturaleza cobarde. 

— ¿Por qué te sientas en el suelo? Realmente me fastidias. —comentó Inosuke ante las acciones del rubio. 

La ojijade dejó escapar un pequeño suspiro. Había algo ligeramente nostálgico en ver como aquella dupla discutía entre si, aunque por el bien de su estabilidad mental no podía dejar que siguieran adelante con sus disputas. Sakura se dispuso a darle un golpe en la cabeza a cada uno, sin embargo, antes de que pudiese llevar a cabo su acción, algo más llamó su atención. 

ᴄʜᴇʀʀʏ ʜᴜɴᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora