【 ᴄʀᴏꜱꜱᴏᴠᴇʀ ɴᴀʀᴜᴛᴏ x ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ 】
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
"La sangre de un cazador corre por sus venas"
Todos en la sociedad de cazadores han oído hablar de la historia de los doce novatos. Incluso aquellos quienes a penas habían pasado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Autora POV
Tanjiro abrió los ojos soltando un alarido de miedo y dolor. Se incorporó en su asiento de forma brusca, intentando calmar su respiración errática y sus pulsaciones que parecían ir a mil por hora. Su frente estaba cubierta de una fina capa de sudor frío y sus manos temblaban, siendo esto un efecto del shock que estaba viviendo.
El recuerdo de lo que había hecho en el sueño para despertar, el dolor fantasma del metal perforando su cuello... no era algo que fácilmente pudiese olvidar. Se llevó una mano a la yugular, queriendo confirmar que realmente no había ninguna herida allí. Por más que hubiese sido una ilusión, la sensación había sido bastante real...
Le tomó unos segundos calmarse lo suficiente como para mirar a su alrededor, evaluando la situación en la que él y sus camaradas se encontraban.
Rengoku se encontraba de pie, aún dormido, sosteniendo a una joven desconocida por el cuello mientras esta intentaba desesperadamente zafarse de su agarre; Sakura estaba recargada contra la ventanilla del tren con sus ojos aún cerrados y su ceño fruncido; Zenitsu e Inosuke también estaban dormidos en sus mismos lugares. El muchacho de la máscara de jabalí parecía estar usando al otro como colchón para recostarse; Y por último Nezuko, quien se encontraba junto a él observándolo con una mezcla de cautela y preocupación. Tal vez su grito había conseguido asustarla.
— ¡Nezuko! —exclamó el mayor de los Kamado al recordar el aroma a sangre que había percibido cuando se encontraba dentro del sueño. — ¿¡Te encuentras bien!? ¿¡Estás herida!? —exigió saber mientras escaneaba con la mirada el cuerpo de su hermana en busca de posibles heridas.
