CAPÍTULO DIECINUEVE:
Todo lo que ardió por nosotros ya no existe, solo quedaron las cenizas de un amor por el cual yo luché y tú solo
jugaste.
|Narrador omnisciente|Alma había llegado a la residencia Lovewood, su hogar. Al entrar vio a su hermano Tom y a su padre con un mapa.
— ¿Si fuéramos Alma a dónde iríamos? —preguntó Tom mirando el mapa.
— A mi hogar —respondió Alma, Daniel y Tom miraron a Alma y corrieron hacía ella.
— ¡Dios! —exclamó Tom— ¡Por favor no vuelvas a escapar! —pidió.
— No prometo nada —rió Alma, Tom y Daniel la miraron serios— Esta bien.
— Me alegra que volvieras —dijo Daniel.
— Ya no me mandarás a esa estupida escuela, ¿verdad? —preguntó Alma.
— Lo prometo —dijo Daniel.
Alma se dirigió a la cocina donde estaba Molly.
— ¿Tienes biscottis, Molly? —preguntó Alma, Molly se volteó a verla y corrió hacia ella.
— ¡Dios, Alma! —exclamó— deja de escapar —dijo Molly y Alma rió.
— Lo prometo —dijo Alma— En realidad no —susurro y ambas rieron.
Alma llegó a la casa de la señorita Stacy, ahí estaban todos ellos según su padre, Alma tocó la puerta y la señorita Stacy la miró sorprendida y la abrazó.
— Volviste —dijo— Nos preocupamos mucho.
— Lo lamento —rió— ¿Ellos están aquí? —preguntó Alma.
— Así es, pasa —Alma entró y vio a todos festejando.
— Sinceramente, no pensé que entraran —dijo Alma, todos se voltearon a verla. Diana, Anne y Ruby corrieron hacia ella.
— ¡Te extrañamos! —exclamaron las tres.
— Y yo a ustedes —sonrió Alma y se separó del abrazo— Tengo tanto que contarles —Alma miró a Josie y abrió sus brazos, esta no tardo en correr a abrazarla.
— No sabes lo que me hiciste falta, Alma —dijo Josie— Eres mi mejor amiga.
— Y tú la mía —sonrió.
— Moody, Charlie —llamó ella a los chicos— Molly hizo biscottis —mostró la canasta y ellos rieron— Los extrañe, mejores amigos.
— Y nosotros a ti —dijeron Charlie y Moody, corrieron y la abrazaron.
Todos saludaron a Alma, festejaron su llegada y que habían ingresado a la universidad.
Pasaron los días, Alma estaba en su casa, tranquila, cuando Gilbert se hizo presente en su casa.
— Hola, Alma —sonrió, esta lo miró y se levantó del sofá.
— Hola, Gilbert —saludó— ¿Qué haces aquí? —preguntó.
— Quería hablar de nosotros —respondió este.
— Gilbert... no hay un nosotros —susurro.
— ¿Qué? —preguntó Gilbert.
— Tu no me amas, Gilbert —dijo ella y lo miró a los ojos— Y yo a ti... ya no.
— Yo te amo, Alma —dijo Gilbert y tomó su mano.
—Nos amábamos —dijo Alma— Pero ya no, supe que ya no me amabas desde que tu y Anne hablaron justo antes de que te fueras, tú y ella se miraban como antes tú y yo nos mirábamos, con amor —sonrió Alma y bajo su mirada— Me dolió, no te lo negaré —suspiro— Pero lo supere y... —Alma fue interrumpida por Gilbert.
— Te enamoraste de él, ¿no es así? —preguntó Gilbert y Alma asintió con los labios apretados.
— Si, me enamore de él, Gilbert —respondió.
— Bien —sonrió Gilbert— Estoy feliz por ti.
— Somos amigos, ¿no? —preguntó Alma.
— Nunca dejamos de serlo —respondió Gilbert, Alma sonrió y abrazó a Gilbert.
Alma y Gilbert hablaron mucho, Gilbert acepto sus sentimientos hacia la pelirroja y Alma lo aconsejo.
Gilbert se había ido y Alma ayudó a su hermano con la granja.Eran la tarde de un jueves, Alma estaba en el jardín, estaba recostada en un árbol mientras leía un libro cuando escuchó unos pasos, alzó su mirada y vio a Tewkesbury caminado hacía ella, ella se levantó y corrió hacia a él, lo abrazó.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Alma sonriendo y se separó del abrazó— Te dije que yo iba a volver por ti.
— Bueno, no podía estar ni un día más sin ti —respondió Tewkesbury y Alma sonrió— También...
— ¿También? —preguntó Alma.
— Vine y le pedí tu mano a tu padre —contesto y miró hacia el suelo, Alma se sorprendió.
— Wow —Alma lo miró fijamente.
— Pero... lo que interesa es tu respuesta —dijo Tewkesbury.
— ¿Te dijo qué no? —preguntó Alma con el ceño fruncido.
— No, no. El dijo que si —rió— ¿Te quieres casar conmigo, Alma? —preguntó Tewkesbury y se arrodilló, de su bolsillo sacó un anillo— Todavía no nos casaremos obviamente —rió nervioso— Pero en un futuro cercano, no se como a los veinte, nos casaremos —dijo nervioso, Alma lo miró— Alma, responde, tu silencio me da miedo —dijo Tewkesbury y Alma rió.
— Sí, aceptó —Tewkesbury colocó el anillo en el dedo de Alma y la beso.
— Te amo —susurro Tewkesbury.
— Yo te amo también —susurro Alma.
Alma y Tewkesbury llegaron a la cafetería donde se encontrarían con Eddie y Enola, al entrar vieron a estos dos besándose.
— ¿Qué pasó, Enola?, ¿Te enamoraste? —preguntó Alma burlona.
— Eso mismo té pregunto yo a ti —rió Enola.
— Jamás pensé que Enola tuviese corazón —dijo Tewkesbury y Enola lo golpeó— Auch —se quejó.
— Ni yo que Alma te hiciera caso —dijo Eddie, Alma y Enola rieron y Tewkesbury lo miró con los ojos entrecerrados.
— Vieron esa carita —Alma señaló el rostro de Tewkesbury— Imposible no enamorarse —Tewkesbury sonrió y besó la mano de Alma.
[🍃]
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Capítulo editado.
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✓│𝐀lma 𝓛ovewood 𝟏 - AWAE/EH
Fanfiction━━━ Soy 𝘈𝘭𝘮𝘢 𝘓𝘰𝘷𝘦𝘸𝘰𝘰𝘥, cuando me nombraron 𝘈𝘭𝘮𝘢 fue por la palabra 𝘔𝘢𝘭𝘢. Mi padre sabía que sería como mi madre, sería mala al cocinar, bordar e incluso barrer, en lo sería buena era en 𝗼𝗯𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮𝗿, 𝗮𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿, 𝗹𝗲𝗲...