Look at me [Nyongtory]

3.<Apuesta 🎲

Regrese a casa después de haber ido a comer un helado con Dae al parque, y al parecer teníamos invitados, supuse que clase de gente estaba ahí. En cuanto entre pude notar ese olor a cigarro y alcohol proveniente del señor Park y sus amigos los cuales estaban jugando cartas en la sala.

—Por fin llegas idiota. —me "saludo muy amablemente" —toma, ve y compra otra botella —saco de su cartera algo de dinero y me lo dio a lo cual tuve que tomarlo sin chistar.

—¿Mamá no está?

—¿Acaso la ves aquí?...mejor ve rápido a lo que te mande. Sirve para algo.

Deje mi mochila en el piso y salí hacia la tienda, compre lo que me pidió...¿porqué tengo que venir yo?, porque es el nuevo novio de mi madre y si no obedezco seguro ella terminará regañándome.
Entre de nuevo y deje la botella en la mesa, tome mis cosas y subí corriendo a mi cuarto, cerré con seguro la puerta y me dirigí al baño...arrodillado frente al inodoro, apunto de hacer algo de lo que después me sentiría culpable; lave mi boca y mi cara, salí del baño y solo me deje caer en la cama.

A pesar de ser un día del carajo, me siento feliz tanto que tengo una enorme sonrisa de oreja a oreja.
Tan solo recordar tu voz hablándome y ese pequeño agarre hacen que suspire repasando la escena una y otra vez.
¿Cómo puedes ser tan perfecto? Incluso estando enojado y manchado de café.

Pero es muy absurdo el solo pensar que pudieras fijarte en mi, en alguien como yo. ¿Porqué no soy como ellas? Como todas las chicas con las que sales, porque no me volteas a ver como las ves a ellas cuando pasan a tu lado con esas faldas que adrede parecen llamarte la atención para después llevarlas en tu carro a tu casa...o eso dicen, no?

Pero tu no puedes ser como todos dicen.

...

A la mañana siguiente llegue junto con Dae a la escuela, no quería pero al salir de mi casa el ya estaba ahí esperándome.

—Ya viste quién está ahí.—me dio un ligero empujón.

—Dae se más discreto.

—Pero si se ve que babeas por él...solo acércate y dile "quiero que me hagas tu...

—Ni se te ocurra acabar esa frase, mejor apúrate que tenemos clase de química a primera hora—tome la mano de dae y casi lo lleve a rastras adentro.

—Te recuerdo que no estamos casados. —Solo caminó conmigo hasta la puerta. Entramos y claro que había visto que el estaba ahí con sus amigos, seguro tenía la cara algo colorada, sentía hasta mis orejas arder y mi estomago revolverse con tan solo pasar frente a él.
Bueno, ahora no aparezcas un maricon; que pensara de ti!...respira, y solo pasa como si nada.

El no te gusta...no es amor...pero es tan guapo, su cara parece tallada por los mismos ángeles.

—¿Qué tanto piensas ahora?

—Nada...—¡uy quieto!

—Ya deja de pensar tanto en él, sabes que no se fijaría en ti; no creo que le gusten los hombres...sabes lo que todos hablan, de las que ya se han acostado con él y todas son mujeres.

—No tienes que recordármelo cada cinco segundos, ok? Puedes quedarte callado que no te pregunté.

—Ri! Solo soy realista y tú también deberías. O terminar-

—¿Lastimado?—lo interrumpí— Dae tú no sabes tantas cosas...apenas nos conocimos hace un tiempo.

—Lo se. Ya dejare de meterme en tu vida. —levantó las manos.