Capítulo 20

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Celine

— ¿Segura que te portaras bien? — Dijo ese ingles sentado a su lado en el auto, ese mismo que tiene el ceño fruncido con su expresión seria y molesta — Porqué dentro de esa mansión esta toda mi familia, sí, la monarquía inglesa y sino te portas bien o haces alguna locura que me deje en vergüenzas, aun estoy a tiempo para enviarte de regreso a Londres...¡Celine contesta, por dios! —

Celine no quiso contestar en ese momento porqué toda su atención está puesta en esa inigualable casa donde se hospeda la familia real, esa gran mansión de estilo victoriano al final de la colina, bordeada de grandes árboles frondosos con vista a las praderas escocesas, tan sencilla cómo lo sería una casa de campo con fuertes aires escoceses, sino fuera porqué es la residencia del rey y todo esta llenó de lujos, empezando por esos grandes canceles con decoraciones de oro que se abrieron para ellos para dejar pasar el auto.

Pero el frío es como una patada en el trasero, tanto, qué al soltar un suspiró soñador dejó una estela de aire frío.

Aferró a esa bebé vestida como un oso polar y sonrió de lado.

— No me regresaré a Londres si es lo que quieres, si te da vergüenza decir ante tu perfecta familia que una pobre perfumista tuvo más pantalones que tú, lo aceptó — Dijo con molestia en su voz— Pero si yo no entró a esa casa, Darcy tampoco lo hará —

Blake se pasó las manos por el rubio cabello y la miró como si tuviera vergüenza de presentarla a su familia ¿Pero vergüenza de qué? No son novios, no son nada.

— Es qué.. — Dijo con enojo golpeado el volante del auto — ¡Yo no quiero que me vean con una maldita perfumista! —

Celine se enojó tanto que agarró la pañalera de la bebé y lo golpeó con ella en el pecho llena de furia.

— ¡Entonces tampoco te verán con la bebé! — Abrió la puerta del auto y la azotó al salir con Darcy en brazos, ya como una mamá experta en huir— Vamonos Darcy, de mejores lugares me han corrido —

Celine casi corrió con la bebé en brazos alejándose de la entrada principal y comenzó a caminar por la acera de la carretera pero ese auto negro que va junto a ella a baja velocidad, se detuvo de repente cortándole el paso.

— ¡¿Qué haces Celine?! Ya sube al auto — Ese hombre la miró desde el auto casi suplicandole con la mirada, claro, de seguro le importa mucho el dinero que él rey le quitará sino lo ve con la bebé  — Todo lo que dije fue  broma, claro que no me da vergüenza llegar contigo y presentarte con mi familia —

Apenas y se dignó a mirarlo de reojo.

— Pues a mi si me da vergüenza que me vean contigo, que horrible saber que me verán con él hombre que tiene el pene del tamaño de un cheeto — Celine rodeó el auto y siguió caminando — Darcy y yo tomaremos unas vacaciones en Escocia, no necesitamos de tu jodida familia real para poder divertirnos, estoy segura que si caminamos un poco más llegaremos al pueblo encontraremos un hotel —

Pero Darcy se removió entre sus brazos con su rostro sonrojado a punto de llorar y levantó sus brazos en dirección al auto, se ve tan preciosa con esa ropa roja qué parece una estrella de mar, gordita y cubierta para el frío.

— Papi —

Celine retrocedió unos pasos y fulminó con la mirada a ese hombre, celosa de la reacción de la bebé.

— No Chucky, caminaremos un poco más hasta el pueblo —

Pero ese hombre no las dejó ir, las persiguió por el camino poco a poco con su auto cómo si se burlara de ellas.

La Perfumista del Lord (Saga Las Perfumistas Parte 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora