La Perfumista del Lord (Saga Las Perfumistas Parte 2)

Capitulo 16

Blake

— ¿Creés que soy un mal amante en la cama? —

Blake se mordió el labio al sentir como su cuerpo se desprende de ese orgasmo que no ha sido tan magnífico como otros días, por lo menos no desde que hirieron su orgullo, pero esa chica debajo de él aún no se recompone, mueve sus caderas sin pudor, sus manos se aferran a su trasero y su frente. tiene gotas de sudor, sus  ojos están cerrados y tiene la boca entreabierta, hasta sus  mejillas están sonrojadas por la excitación y al final, esa chica soltó un fuerte grito para después recomponer su repiracion y  cuándo estuvo lista abrió los ojos de nuevo tomándolode la barbilla para acercarlo a ella.

— Eres el mejor en la cama Blake

Blake salió de su interior y se quitó el condón con molestia, es el método anticonceptivo qué jamás olvidará porqué con tener a Darcy le basta para toda la vida. Se recostó entre las sábanas cansado de horas de sexo, se pasó las manos por el cabello y miró de reojo a esa mujer desnuda a su lado.

— ¿De verdad no soy malo en el sexo? — Pregunto de nuevo despertado la curiosidad de esa hermosa mujer, pero ed que cuando un hombre está herido tiene muchas dudas — Porqué siempre hago que mis amantes tengan buenos orgasmos, que nadie divirtamos juntos, no se, quizá suene tonto para las demás personas, pero mi abuelo, esposo de la reina, nos enseñó a mi primo y a mi a cómo ser buenos amantes en la cama, él nos enseñó cada cosa para enamorar a un mujer y para enloquecer a una dama en la cama —

Esa castaña soltó una fuerte carcajada que retumbó por toda la habitación y se movió entre la cama hasta acercarse a él y mover sus manos por su pecho.

— ¿Porque dudas sobre tu capacidad sexual? Yo puedo decirte que eres el mejor y que tu abuelo te enseñó cosas asombrosas, dios, la manera en que mueves tus caderas es magnífica — Esa castaña de forma atrevida tomó asiento sobre él mostrando sus senos al aire, con los peones firmes y el abdomen plano — Pero un hombre sólo duda cuándo una mujer lastima su hombría —

Blake refunfuño molesto y soltó un suspiró. No quiere ni acordarse de su desliz en aquel sillón barato de la casa de esa perfumista. Hizo todo lo mejor que pudo y esta seguro que podría decir que fue el mejor sexo de su vida, por lo menos para él si lo fue, ver a esa mujer desnuda fue algo asombroso, esa perfumista es preciosa, pero esta demasiado demente como para que algún dia llegué a gustarle ¡Esta loca! Y su locura comenzó desde que ella era quien le ordenaba como moverse durante el sexo y es una vil loca que se quedará sola con muchos gatos cuándo al final se atrevió a arrojarle dinero como si fuera un maldito mendigo de la calle que necesita tener sexo para sobrevivir, y todavía se burló de él.

Blake estaba seguro de que ambos habían disfrutado, pero jamás en su vida lo había humillado de esa manera, por eso esta furioso, molesto y le gustaría tomar a esa perfumista y enseñarlo lo que es el sexo de verdad, pero es mejor no acercarse, esa mujer está loca y podría matarlo.

— ¿Crees que una mujer me hirió?  Ninguna dama puede herirme — Blake sonrió ampliamente y tomó de las caderas a esa castaña listo para nuevas horas de sexo en esa habitación de su casa en York, la tumbo debajo de él y se deleito besando sus mejillas — Solo quería saber como mejorar — Bajó su rostro besando cada parte de aquella dama, sintiendo cómo su piel se tensa bajo sus labios hasta qué llegó a ese lugar especial, a esa entrepierna dónde a toda mujer le gusta ser besada — Después de esto, sabrás que soy el mejor teniendo sexo —

Pero lo último que esperaban el y su amante era que la puerta de la habitación se abriera de repente, pero es que no solo los sirvientes interrumpieron su momento de privacidad y asustaron a su amante, es que la habitación se llenó de asesores y guardias por que todos vienen siguiendo a un loco rey que entró cómo si fuera su maldita casa.