La Perfumista del Lord (Saga Las Perfumistas Parte 2)

Capítulo 25

Celine

— ¡Dime dónde están mis cosas! ¡Eres una ladrona! ¡No tienes ni idea del valor de las joyas que te robaste de mi casa!  — Gritó ese ingles moviendo las rosas para acercarse a ella más enojado que el diablo — ¡Y de paso me das a mi hija! Está vez te pasaste de la raya maldita perfumista —

Celine retrocedió unos pasos tomando en brazos rápidamente a Darcy, pero esa bebé no entiende lo que está pasando porqué al contrario de estar asustada, suelta suaves carcajadas y bate sus manitas con emoción llena de felicidad cómo si pensará que su papá se acerca para hacerla reír y jugar con ella, y no porque esta lleno de furia y endemoniado cómo un demonio.

Porqué vaya que ese Inglés está enojado y nunca lo había visto así con los ojos azules inyectados en furia, con él rostro rojo y desencajado de coraje y con sus manos arruinando las flores mientras trata de alcanzarla quizá para matarla.

— ¡Hey Blake! — Le dijo en un carraspeo mientras Celine retrocede unos pasos para que no las alcance y también tratando de calmarlo — Estas dañando las rosas de mi madre y créeme que a ella no le gustan que hagan eso, se pone furiosa — 

Blake frunció el ceño y arrancó un par de rosas azules haciéndolas puño y arruinandolas en el acto.

— ¡¿Y eso a mi que me importa?! — Gritó furioso — ¡Tú mamá y tú loca hermana pelirroja pueden irse al demonio! Y me pagarás cada centavo de lo que te has gastado de la herencia de mi hija, de seguro lo utilizaste para comprar condones —

Celine soltó una suave carcajada que hizo enojar muchísimo más a ese Inglés, pero no lo hizo por eso, sino porqué efectivamente sabe que su mamá odia que lastimen sus preciadas flores, por eso y casi como si los hubiera escuchado peleando, esa furiosa francesa de cabello rubio se acercó hasta ellos con los brazos cruzados mientras camina por el sendero lleno de rosas.

— Si joven ingles, supongo que me iré al infierno pero será porqué te mataré si sigues lastimando mis rosas — Blake se detuvo de repente y abrió los ojos sorprendido al escuchar la voz furiosa de su madre — ¡Deja a mi hija, condenado ingles cabeza hueca! —

Celine dio brincos de felicidad y se puso imeditamente detrás de su madre, ella ya sabía la reacción que tendría su madre, no por algo la llaman él demonio de la Provenza, todos en ese viejo y alejado pueblo saben que su madre se vuelve demente cuándo alguien lastima sus rosas, así qué sus manos en la cintura y sus ojos verdes taladradolo, si lograron asustar a ese Inglés.

— ¡¿Usted es la madre está ladrona?! — Preguntó Blake pasándose las manos por el cabello.

Su madre dio un paso al frente y lo fulminó con la mirada al ver sus rosas arruinadas y eso la puso más furiosa que nunca, sin embargo, mantuvo la compostura.

— Si soy su mamá y tú no tienes el derecho de llamar a mi hija de esa forma, si vuelves a llamarla ladrona me encargaré de decirle a todo el mundo la clase de padre que eres, a nosotros los pobres no nos afectan los comentarios — Su madre se acercó bajando ma voz peligrosamente — Pero un mal comentario podría acabar con la monarquía — 

Blake contuvo su enojo con todas  sus fuerzas porque sabe que su madre tiene razón, la monarquía cuida cada una de sus palabras y llevarle más problemas al rey seria su peor error, por eso soltó un gritó de frustración y caminó de un lado a otro mientras se pasa las manos por el cabello.

Pero su madre carraspeo y se puso en medio de ambos con una mirada autoritaria.

— Ya se que ambos son adultos y que quisa esto suene como una estupidez pero a veces necesitamos de otra persona para volver a comenzar de cero — Su madre la miro a ella con autoridad hasta asustando a Darcy — Celine dile que lamentas haberle robado esa joyas con las cuales te vas a comprar un auto y me vas a llevar a pasear por Londres ¡Dilo! —