Capítulo 19

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Blake

— ¿Ya por fin entendiste que Darcy es tuya? — Dijo el rey sentado en la esquina de su escritorio mientras observa como los asesores firman un par de documentos — No se en qué momento creíste que era mía   —

Blake frunció el ceño al sentir el ardor del vino quemando su garganta, después dejó la copa vacía de un solo golpe en el escritorio despertado las miradas curiosas de los guardias, claro, no le vaya a hacer algo a su querido rey.

Idiotas, él debería de ser el rey, no su primo.

— Puede que los estudios estén mal... — Intento decir, pero la carcajada de su primo lo interrumpió.

— ¿Enserio? — Pregunto ese rey con incredulidad — Deja de hacerte el tonto Blake, tuviste sexo con su madre sin protección, esa niña es tuya,  ya se que yo también tuve sexo, vaya que mucho sexo con ella...¿Dios, cual era su nombre? —

— ¿Ni siquiera recuerdas su nombre? ¡Joder Alexander! —Dijo con coraje, queria golpear a su primo, pero al final terminópor recargarse en su asiento — Esa mujer estaba enamorada de ti ¿Alguna vez le preguntaste cómo se llamaba o que le gustaba? Porqué mientras yo me moría de amor por ella, tú le abría las piernas cada noche, por lo menos la hubieras hecho  reina —

Él rey negó con la cabeza como si a ese maldito mujeriego le doliera escuchar su pasado.

— La madre de Darcy sabía lo que había entre nosotros y  aunque no lo creas lamento su muerte — Dijo su primo abrazando a sus dos hijos más pequeños — Por un momento pensé en adoptar a Darcy, hasta que me di cuenta que la abandonaste afuera de una maldita casa, tu actitud no tiene excusa Blake, te haces cargo de esa bebé o te quitaré todas esas libras que recibes al mes por ser miembro de la realeza, lo puedo hacer porque soy el rey y hago lo que quiera —

Blake se puso en pie lleno de molestia, si tan solo su abuela lo hubiera escogido a él como rey de Inglaterra, su primo habría muerto hace años y no estaría aquí fastidiadole la vida.

— ¡No, tú no puedes quitarme mi dinero! —

— ¡Claro que si puedo quitarte el dinero y lo haré sino haces lo que te digo! — Contestó su primo lleno de coraje haciendo llorar a sus hijos por la dureza de su voz — Así que irá a la casa de esa perfumista y te harás cargo de  tu bebé —

Blake se pasó las manos por el cabello rubio lleno de desesperación.

— No lo entiendes, esa mujer está loca — Soltó un suspiró y se tomó otra copa de vino asustado al pobre sirviente — Esa perfumista a veces me da miedo —

Puede que el rey y el a veces se odien hasta morir, pero a final de cuentas. son primos y se criaron como hermanos, por mucho que se peleen siempre verán el uno por él otro, por eso primo soltó una carcajada y casi por inercia, se levantó rápidamente del escritorio y aún con esos bebé en brazos, alcanzó a tomar ese busto de mármol de  la abuela antes de que sus gemelas tumbaran esa reliquia al suelo.

— ¿Quieres que te hablé de locura? Debes estar muy loco cómo para conquistar a una doctora, lo hice y déjame decirte que vaya que ella, sus pacientes, su mal humor y su otra nacionalidad, si estaba algo demente y yo más por estar detrás de ella  —

Ese par de bebés regordetas culminaron con la mirada al rey, porque al parecer heredaron el mal humor de la reina.

— Le diremos a mamá que le dijiste loca — Su primo trató de alcanzarla pero esas niñas salieron corriendo por el pasillo — ¡Mamá! —

Su primo se detuvo antes de salir del pasillo con esos bebés en brazos y esos asesores que jamás lo dejan en paz.

— Estas advertido Blake, vas por esa niña o estás en la quiebra —

La Perfumista del Lord (Saga Las Perfumistas Parte 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora