Usagi vuelve al instituto donde tiene que decidir entre su sexy nuevo novio y la ex novia guapísima de este.
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Usagi lleva una vida delictiva en las calles de Tokio y un día es atropellada muriendo en el acto.
En el juicio donde se decide si v...
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Belcebú recorría mis mechones de pelo con sus manos, tenía uno enredado en su índice mientras estaba tumbada sobre sus piernas.
Me estaba acostumbrando a que me acariciara el pelo, dado que me ponía muy nerviosa que alguien estuviera cerca de las cicatrices que tenía sobre el cráneo. Pero tenía que hacer el esfuerzo dado que si no conseguía calmarme no podría acabar siendo la torturadora de más alto nivel. Si no lo era me sería muy difícil controlar quienes entraban y poder llegar hasta mi padre y cobrar mi venganza.
Mi novio no hablaba, simplemente acariciaba mi pelo distraído. Algo andaba mal.
—A ver —me incorporé en el sofá.— ¿Qué coño te pasa?
—¿Por qué dices eso?
—Normalmente hablas mucho, la que no habla suelo ser yo ¿Qué te preocupa?
Había aprendido en mis pocos años de vida en entender a la gente, y Belcebú tenía varios patrones bastante marcados.
—Estamos en diciembre y la próxima prueba es en febrero y no se que voy a hacer.
—¿Es una prueba de talento, verdad? Y tú tienes muchos —le sonreí enseñando los dientes.
—No te puedo follar delante de todo el colegio— dijo medio alarmado y medio en broma.
—No pensaba en eso, sino en que puedes hacer una demostración de fuerza o algún manejo de alguna arma.
—Eso está muy trillado. Habría que ser original, eso también cuenta.
—Pues cocina, crea algo que se pueda comer y que al mismo tiempo torture a alguien.
—No es mala idea, aunque me preocupa. Nadie sabe que sé cocinar, solo tú.
—Habla con tu madre, haces que no sabes nada y le preguntas.
Me cogió de la cara con las dos manos y me besó la frente.
—Eres demasiado lista.
Arrugué la nariz y le besé en la boca. Ya sabía que era demasiado inteligente.
—Solo debes de llamarme y acudiré a tu llamada —le guiñé el ojo.
—Eres mi heroína.
—No, soy una anti heroína —le empujé el pecho con el índice.
—¿Qué harás para tu prueba?
—Lo que me diga Lilith, no estoy preocupada.
No lo estaba dado que iba a ganar hiciera lo que hiciera.
—¿Y para el baile de Anti Navidad?
Le miré confundida ¿eso existía?
—Hay un baile cada año y los campeones lo inician bailando delante de todo el instituto.