Capítulo veintisiete

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Recomiendo escuchar la canción durante la actuación de Usagi

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Recomiendo escuchar la canción durante la actuación de Usagi

Era el día de la segunda prueba, me hallaba entre bastidores pensando en todo lo que tenía que hacer. Llevaba un cuchillo afilado en la liga de mi pierna derecha mientras estaba embutida en un vestido blanco que dejaba el arma a la vista.

Había practicado mucho el número, me lo sabía a la perfección y quería hacerlo bien. Desde que sabía que mi padre había muerto quería hacer todo lo que pudiera de la mejor manera, para así poder convertirme en la mejor torturadora y poder cobrar mi venganza.

Al ser la que tenía más puntos actuaba la última ante el jurado. El cual estaba formado por nuestro maravilloso señor del infierno, su novia y una chica que no conocía. Llevaba el pelo de colores y hablaba animadamente con la segunda jueza. Tenía que averiguar quien era.

En aquel momento estaba actuando Mel, estaba sobre el escenario haciendo malabarismos con fuego y lanzando cuchillos a una diana que estaba al final de la sala. Podía ver el espectáculo a través de una pantalla que habían puesto detrás del escenario.

Estaba impresionada con el manejo que tenía de las armas y de su propio cuerpo, era hipnótico verla lanzar los cuchillos mientras se ponía de espaldas o alzaba una pierna. Incluso en aquel momento estaba colgada boca abajo con una cuerda y no fallaba el tiro.

Belcebú había actuado el primero, había preparado en directo un pastel. Le había ofrecido un trozo al jurado y Barbara había comido un trozo. En cuanto dejó de masticar se levantó de su asiento y con sus propias manos rodeó el cuello del señor del infierno. Este se quedó impresionado mientras intentaba quitarse a la diosa de encima, lo cual le costó un poco, pero con la ayuda de la chica que no conocía habían podido contenerla y revertir la poción que había dentro de la tarta.

Cuando acabó Mel se oyó en todo el anfiteatro una ovación de todos los alumnos y de los jueces. Y era normal, había dejado el listón muy alto. No sabía como iba a poder superar eso. Pero confiaba en mi misma.

Cuando Mel dejó es escenario por el otro lado el teatro se oscureció y yo me metí por la trampilla que había debajo. Comencé a ascender mientras ponía la cara de cabreo que había practicando tantas veces y los primeros acordes de la canción comenzaron a sonar.

Ajusté el micro que tenía pegado a la cara y cuando estuve encima del escenario comencé a cantar. Ahí parada con mi cara de mala hostia mientras miraba a todo el jurado, uno por uno como había ensayado.

— In the dark...

Entonces detrás de mi aparecieron muchas sombras que corrían saliendo del escenario mientras algun que otro grito se escuchaba. Entonces un chico se paró, jamás lo había visto, tenía los ojos oscuros y me miraba sin ver. Debía de ser el monigote inanimado que me había dicho Lilith.

Entonces le toqué la cara y me acompañó hasta una gran mesa donde el se sentó en un extremo y yo me quedé a su lado. Con la mano sobre su hombro mientras el comenzaba a comer de uno de los platos que estaba delante suya.

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