Capítulo 10: La ausencia de ti.

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Mei

La chica se encontraba sentada en el reservado del restaurante, esperaba recién a su hermana quien de forma especial le había pedido un tiempo para platicar con ella sobre algo que consideraba "de vital importancia" para su relación; después de agradecer a la mesera tomó un pequeño sorbo al vaso de agua que había solicitado y se quedó pensando sobre su relación con su hermana; para ser honesta con ella misma hacía un par de meses que prácticamente no la veía, sabía de boca de Aiko-sensei que la chica mantenía un excelente promedio y por parte de su hermano que la calidad de sus trabajos en el club de arte eran de lo mejor sorprendiendo a propios y extraños, fuera de eso no tenía idea de mucho más, en realidad no era que no quisiera saber de ella o verla como antes, pero su presencia, ¿cómo decirlo? la distraía; era muy molesto para Mei darse cuenta de que las cosas que eran complicadas en la vida sólo pocas personas se atrevían a hacerlas y la mayoría tendía a buscar una salida fácil: un cambio de carrera por ejemplo; Yuzu no sólo no tuvo el valor de sacar las notas necesarias para lograr estar con su hermana como se lo había prometido, sino que ni siquiera se había tomado el tiempo de explicarle el motivo por el cual no lo había hecho, tuvo que enterarse por Aiko-Sensei que ahora cambiaba de carrera, como si tomar ese tipo de decisiones la pudiera ayudar a templar su carácter y ser más eficiente y proactiva -en realidad sí lo hacía-; era muy molesto darse cuenta que ella no tenía la misma ¿suerte? que su hermana, quien siempre lograba con facilidad lo que se proponía.

Esos pensamientos terminaban por dibujar una leve sonrisa en su rostro mientras recordaba que Yuzu sabía sentirse feliz por tomar sus propias decisiones, esa era la Yuzu que la tenía locamente enamorada, la que hacía las cosas a pesar de las opiniones de los demás, la que había pedido alguna noche su mano y que Mei le concedió ciegamente su vida ante una futura promesa de amor honesto y correspondido, liberando así el yugo de un arreglo que había corroído el brillo natural de su corazón por tanto tiempo atrás.

Todavía apretaba el anillo contra su pecho cuando los recuerdos se vieron interrumpidos por una llamada entrante en su teléfono celular; Mei salió de sus pensamientos y contestó extrañada de no reconocer el número en la pantalla del aparato:

- ¿Si, quién habla?

- Buenas tardes, ¿es la señorita Aihara Mei? -dijo una voz femenina extranjera en un japonés bastante acentuado pero fluído.

- ... ¿Quién es usted?

- Soy la profesora Taylor, Willow Taylor de la Universidad de Artes Plásticas de la Ciudad de Nueva York, el motivo de mi llamada es porque tengo este número como contacto directo de la señorita Aihara Yuzu.

- Ella es mi hermana, ¿por qué dice usted que tiene su número?, ¿de la Universidad? ¿Nueva York? -preguntó desconcertada.

- Oh sí, ella tiene un ofrecimiento de beca vigente con nosotros desde hace tres semanas y el motivo de mi llamada es para preguntarle por algunos datos que olvidó en nuestra entrevista anterior. Soy su tutora académica, no, una disculpa, de hecho espero ser su tutora académica.

- ¿Tu-tutora?

- Tengo el registro de que usted es su hermana, la señorita Aihara se entrevistó por videollamada hace unos días y olvidó entregar algunos datos para el registro, le ofrezco una disculpa si esto la desconcierta pero, al ser su hermana pensé que usted podría ayudarme a obtenerlos, la señorita Aihara...

- Yuzu...

- Si, la señorita Yuzu se encontraba ocupada hace algunos minutos y me pidió llamarle a usted precisamente en este momento... ¿estoy interrumpiendo algo?

- ... No entiendo, ¿cómo que en este preciso momento?

- Uh, si, bien -dijo la mujer del otro lado de la línea con la voz un tanto cansada-, hablé con ella más temprano, me pidió comunicarme con usted a esta hora, creo que es un mal momento, ¿quiere que mejor me comunique con ella después?

Citrus: Un paso a la vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora