Citrus: Un paso a la vez.

Capítulo 4: Los vaivenes del destino.

Yuzu

El pasillo del corredor entre los salones se encontraba abarrotado de estudiantes de primer ingreso quienes buscaban su nombre en los murales verdes de anuncios, así como de aquellos con quienes cursarían el primer año universitario, Yuzu miraba amargamente confirmando que se encontraba en el segundo grupo, el B, miró el nombre de sus compañeros para tratar de identificar a alguien conocido, no lo consiguió, acto seguido buscó entre los nombres correspondientes al grupo A, de inmediato encontró el de su hermana, lo sorprendente fue encontrarla en el segundo lugar, sólo debajo del nombre de aquel chico que tanto la había sorprendido apenas unos días antes, Mori Toru.

- "Un momento, ¿no se supone que es Asuka su apellido? bueno, ¡eso se lo pregunto más tarde a Sensei!", pensó mientras revisaba la hora en su reloj y se dirigía apresurada a la biblioteca del plantel asignado, tenía mucho que atender antes de su siguiente clase y su tutora solía ser bastante complaciente con los castigos por llegar tarde a sus reuniones de estudio.

Ingresó a la biblioteca y de inmediato se dirigió a la zona de reservados donde ya Aiko-san la esperaba con un libro en la mano, recargada en el respaldo de su silla, se quitó las gafas para leer mientras saludaba con una sonrisa a Yuzu invitándole a sentarse:

- ¡oh, mira!, ya llegaste, bien, ¿cómo te encuentras hoy Yuzu-Chan? supongo que terminaste de estudiar los capítulos que quedamos de trabajar hoy ¿verdad?

- Uh, esto... Sensei, ¿puedo hacerte una pregunta? – cuestionó Yuzu a la profesora mientras tomaba asiento a su lado, de forma insegura.

- Es sobre el apellido de mi hermano, ¿verdad?, no te preocupes, él es así, le gusta ser él mismo, si no te corrigió la otra tarde fue porque no lo vio necesario, pero sí, es un Asuka de corazón, tal como lo somos todos en la familia ,-le contestó Aiko-San mientras veía divertida la expresión desconcertada y sorprendida de Yuzu por creer que su profesora tenía la facultad de leer los pensamientos, eso o algo parecido.

-U-uh, bien, sí, era eso... no importa, pero ¡muchas gracias por aclararlo! -le contestó apenada la ojiverde, más tarde habría oportunidad de conocer más y de profundizar sobre ese tema, de la historia de aquel chico de mirada melancólica que despertaba su curiosidad de manera inquietante, sin saber por qué, pensaba que su hermana iba a tener un interés similar al de ella en dicho personaje y, sacudiendo la cabeza para concentrarse, repasó los últimos problemas corregidos por parte de su profesora olvidando por el momento todo lo demás que no fuera la clase de ese momento.

Mei

La mañana transcurrió sin incidentes en la universidad, los edificios que conformaban el plantel se encontraban bulliciosos de personas que iban y venían de prisa algunos intentando encontrar las aulas asignadas y correspondientes a cada materia en los distintos horarios, sentada en una jardinerai miraba las hojas que tenía en sus manos, tenía los horarios de clases de las mañanas en una y las de las tardes en la otra, y por si fuera poco también en el regazo estaba su agenda de actividades para el instituto Aihara, sus ojos bailaban entre los documentos mientras apresuradamente hacía correcciones y apuntaba nuevos datos entre ellos, tenía la agudeza para organizarse de forma efectiva y si bien nunca tuvo problemas en lo referente a realizar todas las actividades en esta ocasión la dinámica tan distinta de la universidad iba a poner a prueba su talento natural y su paciencia.

El brillo intermitente del sol reflejado en la ventanilla de un auto que estacionaba cerca llamó su atención, del mismo descendió aquel chico que apenas un par de días antes había visto en la reunión de bienvenida a los de primer año, fue interesante conocer en esa ocasión a aquella persona que estaba por encima de ella en los promedios del nivel preparatoria de todo el país, lo curioso del caso era que mientras todos hacían ruido y murmuraban sobre él, ella tan sólo lo miró levantarse de su silla para dirigirse al estrado y hablar ante el alumnado de primer ingreso como representante de los mismos, le había sorprendido que, cuando lo nombraron fuera la persona que estaba sentada a su lado, ella lo había mirado un poco antes de reojo sin mucha atención y sin embargo algo en él había despertado su curiosidad sin lograr identificar el motivo, -"Mori Toru", -pensó, -"Me pregunto qué tipo de persona eres y cuáles son tus objetivos en esta carrera" –no podía sino imaginarlo completamente contrario a un ejecutivo, no llevaba la corbata ajustada, su porte desgarbado y ese aire melancólico que lo rodeaba hizo que más de alguna pusiera atención especial sobre él, entre éstas, dos pares de ojos lo miraban atentamente, los unos verdes y los otros amatistas.