"El artista es creador de belleza. Revelar el arte y ocultar el artista es la meta del arte... La moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto... El artista está capacitado para expresarlo todo... Todo arte es a la vez superficie y símbolo... La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil."
Oscar Wilde
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Horacio Pérez era conocido por sus extraordinarias obras que gracias al lord Jack Conway estaban siendo expuestas en la Opera Gallery, siendo está uno de los más importantes representantes internacionales del arte.
Mientras más pasaba el tiempo más eran los encargos que le hacían al joven pintor.
Sus hermosas creaciones iban desde preciosos paisajes de campos llenos de delicadas flores de todos colores, como de cálidos atardeceres vistos desde la orilla de una solitaria playa donde el mar era cubierto de una espectacular espuma blanca, o pájaros sobrevolando un hermoso jardín donde jugaban un par de niños descalzos con su mascota persiguiéndolos y su madre cuidándolos sentada en un banco con un libro en mano, pero sin duda los cuadros que más llamaban la atención de los espectadores eran los realistas retratos que realizaba el moreno, que con unas simples pinceladas lograba expresar cientos de emociones.
Aunque ver un retrato creado por Horacio era realmente difícil de observar pues no importaba cuánto dinero ofrecían, el menor se negaba a realizarlos, para él, hacer un retrato, significaba establecer una conexión especial con el modelo, por esa razón únicamente realizó dos retratos en toda su vida.
El primer retrato que realizó en su vida fue de su madre, quien, al estar en una etapa terminal causada por una fatídica enfermedad, su único y querido hijo quiso eternizar su imagen pintándola sobre lienzo, recreando cada línea expresiva, cada arruga, cada lunar y cada imperfección de su piel que a los ojos del mundo eran extremadamente perfectos.
Antes de caer en el profundo vacío que era la cruel enfermedad, su madre era una mujer realmente hermosa, esbelta y amable, aptitudes que la llevaron a conocer a personajes de la alta sociedad, mostrando a la humanidad el enorme talento con el que había nacido su primogénito y abriéndole las puertas necesarias para que entrará en el mundo del arte.
Después de la muerte de su madre, Horacio se negó rotundamente a terminar el retrato, quedando así una obra incompleta, pero no por eso menos magnífica, por lo que inmediatamente recibió jugosas ofertas a cambio de terminar el retrato.
El ver cada día el cuadro, era un verdadero martirio, no soportaba ver ese par de ojos bicolores que le miraban con tanta tristeza, aunque su propia mano fue la responsable de crear esos grandes y profundos luceros, podría jurar que con el tiempo la mirada del retrato era cada vez más deprimente que el día anterior, por lo que prefirió donarlo a un museo local y deshacerse de él.
Desde ese momento rechazaba cualquier oferta que tuviera que ver con retratos, prohibiéndose a realizar una sola pincelada, hasta que conoció a un joven hombre adinerado tan apuesto que parecía haber sido esculpido por los mismísimos dioses, suscitando la necesidad de plasmar en papel la exquisita faz de tan fenomenal criatura.
Viktor siempre fue el alma de la familia Volkov, con su inusual belleza e inocencia alegraba la vida de todos los integrantes.
Al ser el segundo hijo de tres nunca recibió sobreprotección, pero tampoco lo dejaron libremente por el mundo, recibiendo así lo mejor de las dos partes.
Su hermana mayor Aleksandra, con tan solo media década más de vida, siempre cuidó y enseñó a Viktor su filosofía de vida referente al amor, en la cual, según Nietzsche, tenía que amar sin detenerse por miedo a los falsos prejuicios.
Su hermano menor Aleksei, era tan solo 3 años más pequeño, y desde el primer instante en que admiro su pequeña complexión se dedicó a jugar, proteger y enseñar a disfrutar de todas las maravillas del mundo.
Lamentablemente una tarde de Julio, al dirigirse a su gran casa de verano, para celebrar el dieciochoavo cumpleaños del primer hijo varón de la familia, sufrieron un desafortunado accidente debido a un ebrio conductor que provocó la volcadura del auto en el que se transportaban, siendo Viktor el único sobreviviente del linaje Volkov.
Viktor Volkov fue el heredero absoluto de todos los bienes de la familia, siendo obligado a hacerse cargo de las empresas de su padre, siendo ayudado por un amigo lejano de la familia, el lord Jack Conway, quien enseñó al joven todo lo necesario para no llevar a la perdición la compañía.
El día del accidente no sólo murió toda su familia, también murió su alma llena de ilusiones y sueños, convirtiéndolo en un hombre serio y afligido, escondiéndose en la soledad de sus recuerdos hasta que conoció a cierto joven que le revolucionó todo su raciocinio.
