Capítulo 8

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CAPÍTULO 8:

Me despierto unas horas después de haberme dormido junto a Nicki, solo que ella ya no está aquí. Me pongo de pie y volteo a la ventana. El cielo está completamente oscuro, lo cual quiere decir que me levanté un poco más tarde de lo que suelo hacerlo. Me quedo un rato viendo la ventana, y preguntándome lo mismo que me preguntó Nicki el otro día; "¿Volverán las luces?". Lo malo es que aún no tengo respuesta. Me encantaría poder decirle que sí. Poderle decir que todo va a estar bien. Que todo será algún día normal, como solía serlo. Sin embargo, no está en mis manos. Ni tampoco sé la respuesta a eso. Así que no sé qué decir ni qué hacer. Aunque ahora eso no es todo lo que me importa con Nicki. Queda el tema de lo de ayer. Bueno, lo de hace unas horas. ¿Qué fue eso? ¿Qué me quiso decir? Sé que dijo que no sabe qué haría sin mí, pero... ¿en qué sentido? Realmente lo dijo de la misma manera en que yo lo dije. Porque sonaba así, pero no me puedo quitar a Tony de la cabeza. Insisto en que ellos seguían juntos hace menos de dos semanas. Tal vez ella está en una situación crítica, o no sabe asimilar su pérdida, y por eso lo dijo. O no sé. Es solo que es difícil para mí digerirlo todo y de golpe. Mejor dejaré de pensar en eso (si es que logro hacerlo).

Me alejo de la ventana y voy hacia el piso de abajo. Bajo con mucho cuidado las escaleras, pues aún estoy bastante dolido, y también para no lastimarme de nuevo. Llego a nuestro cuarto y veo que solo esta John. Eso es extraño. Creo que nunca me había tocado que la exploración la hicieran Megan y Nicki solas. Siempre iba al menos uno de nosotros dos. Pero bueno, al parecer esta vez fue así. John está leyendo un libro que Danny estaba escribiendo. Aunque no es del todo un libro. Él aún no lo terminaba de escribir cuando... bueno, ya sabemos que pasó. Tan solo es un pequeño cuaderno con muchas páginas llenas de su escritura. Él pensaba publicarlo en cuanto lo terminara. Lástima que eso nunca pasó. A mí me había contado que lo estaba escribiendo, aunque en realidad jamás le pregunté de qué trataba. Supongo que no me importaba mucho en realidad. Decido sentarme junto a John y comenzamos a hablar.

-¿Cómo sigues de tu pierna? –Me pregunta, mientras cierra el "libro" de Danny y lo deja en el piso– Nicki me ha dicho que te lastimaste.

-Ah si –le respondo, y tomo el libro del piso– pero fue una tontería. Me caí y me lastimé. Nicki exagera un poco las cosas.

-¿Pero puedes caminar? –Me pregunta, sin que hagamos contacto visual, pues ambos estamos viendo la pared que está frente a nosotros– ella dijo que había sido un fuerte golpe.

-Sí, puedo caminar, aunque no muy bien –le respondo, y comienzo a hojear el libro.

-Se oye mal –dice John, aunque soltando una pequeña risa.

-No tanto –le respondo– ¿y por qué te ríes?

-No lo sé –dice, aun riéndose un poco– creo que ya era hora de que te pasara algo.

-¿A qué te refieres? –le digo, riendo también un poco, como hace mucho que no lo hacíamos.

-Ya sabes. Eres "James", el señor "lo tengo todo calculado y nunca me falla nada" –dice, y creo que no comprendo del todo. Al parecer la gente me tiene en un concepto muy extraño– siempre ves cosas antes que los demás y así. Comenzaba a pensar que eras como un robot o algo así. Jamás había visto que te lastimaras.

-Es porque yo no vivo para lastimarme –le digo, ahora devolviéndole la broma– no como John, el señor "rugby-americano-peleas-y esas cosas"

-Culpable de todo eso –responde John, y los dos nos echamos a reír.

Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había reído. O por lo menos desde la última vez que lo había hecho de esa manera. De vez en cuando en estas casi dos semanas alguien decía algo gracioso y todos soltábamos una pequeña y corta risa, pero después de eso siempre venía el silencio incómodo en el que todos sabíamos que no había forma de reír tanto en una situación como esta. Sin embargo, en este momento pareciera que nos damos un descanso de todo eso. Como si fuera un día normal. Como los de antes. Tan solo un día más. Con preocupaciones normales. Con problemas tontos. Con una carrera por delante. Con una vida por delante. Y es que todo está cambiando mucho. Y todo cambia más con cada día que pasa. Aunque todo esto acabará cuando nos vayamos de aquí, las cosas no serían exactamente igual que antes. ¿Cuántas personas han muerto? Y esas personas no volverán. Jamás. Nosotros viviremos lo suficiente para volver a nuestras vidas, pero esto nunca acabará realmente. Aunque haya durado poco, quedará en nosotros para siempre. Son esas cosas que todos sabemos, pero que preferimos no decir, porque sabemos que tan solo es matar las esperanzas de los demás. No sabemos si es lo mejor, pero a nosotros nos ha funcionado evitar hablar de ese tipo de cosas. Nos hace sentir que aún es posible.

Después de que terminamos de reír, ambos tomamos un enorme suspiro para recuperar el aire que hemos perdido, y luego cierro el libro de Danny. Leo el título en voz alta; "¿Baseball o un futuro?".

-Está muy interesante, en realidad –dice John, después de que termino de leer el título– te recomiendo que lo leas. No sabía que Danny fuera tan buen escritor.

-¿Tu ya lo leíste? –le pregunto a John, mientras abro el cuaderno.

-Sí, –me responde– lo empecé hace unos tres días. Obvio lo acabé rápido porque está muy corto y porque no tengo más cosas que hacer.

-Eso sí –le respondo, mientras lo sigo hojeando– ¿y de qué trata?

-Es algo así como sus decisiones en la vida, su carrera, el Baseball, etc.

-Vaya –digo, al mismo tiempo que cierro el cuaderno y lo guardo en mi maleta para leerlo después– suena interesante. Algún otro día lo leeré.

-Deberías –me dice John, lo cual es raro, porque no muchos libros logran agradarlo– En realidad está muy bueno. Es una lástima que...

No necesita terminar esa frase para que yo entienda lo que quiso decir. Cuando salgamos de aquí lo mandaré publicar y les daré las ganancias a sus padres. Ellos sabrán qué hacer con eso. Seguramente algo que él hubiera querido hacer.

Cierro mi maleta y me quedo viendo a la pared, como hace unos momentos, y recuerdo que John y yo estamos solos, y lo raro que es eso.

-Oye –le digo, llamando de nuevo su atención– ¿por qué se fueron solas Megan y Nicki?

-Fueron a registrar por última vez esta sección del fraccionamiento –me dice, con mucha tranquilidad. Como si no hubiera ningún problema en que hubieran ido solas– dicen que ellas saben mejor que nosotros lo que necesitamos aquí.

-Pero, ¿es seguro que vayan solas? –pregunto, y trato de no ser despectivo. Es solo que me preocupa porque ellas nunca han salido solas.

-James, ya hemos registrado esta zona miles de veces –me dice, para poder tranquilizarme– Excepto por el incidente de Jerry, llevamos como una semana sin ver ni escuchar a ningún mordedor.

-Tienes razón –le digo, ya un poco más tranquilo y más controlado– es solo que a veces me preocupo de más. No me he separado mucho tiempo de Nicki desde que todo esto empezó, ¿sabes? Es como si se hiciera realidad mi sueño, pero para mal. No es así como debería suceder.

-Oye, hablando de eso... ¿qué sucedió ayer? –Me pregunta, con mucha curiosidad– Escuché que Nicki estaba hablando con Megan de algo relacionado contigo, pero no pude escuchar bien.

Suelto un suspiro largo y comienzo a contarle a John todo lo que sucedió ayer. Que es más bien hoy, aunque durante el día. Algunas veces es algo confuso eso de que nuestros días sean en realidad las noches. En ocasiones incluso extraño la luz del sol. Extraño cualquier luz que no sea producida por focos o linternas. Pero es más seguro así. Por lo menos podemos mantenernos a salvo si no les damos a los mordedores algo que ver.

Al terminar de contarle a John lo que sucedió con Nicki, el tan solo da un suspiro como de desaprobación, pero me explica que no es hacia mí, sino a la situación. Él dice que teme que esto me vaya a ilusionar o distraer de la realidad, y creo que tiene razón. Le conté que he estado tratando de evitar esos sentimientos porque ahorita hay cosas más importantes, y él dijo que está de acuerdo, y que es lo que debería hacer. Me dijo que, sea cual sea mi decisión, él me apoyaría. Pero creo que tiene razón.

Después de esa plática, abro mi maleta y saco unas latas para comer. Realmente una lata de comida es una porción muy pequeña, pero no tenemos más por ahora. Ya nos hemos acabado casi todas las provisiones. Creo que deberíamos irnos ya. "Cuanto antes, mejor". Ahora sí estoy de acuerdo con John. Y sé que él me apoyará en la decisión, pues su prioridad ahorita es encontrar a Mary, y ya nos hemos rendido con eso de hacer contacto con ellos a través del teléfono. Necesitamos llegar allá urgentemente. Mañana por la noche John y yo debemos ir a buscar un auto cerca de donde pasó lo de Jerry. Con todo lo que pasó, ni siquiera nos acordamos de buscar uno. Debe haber alguno que funcione bien. Es muy necesario, porque en verdad ya no podemos quedarnos más días aquí. Es cuestión de tiempo antes de que no quede nada de comer.

Nicki es bastante sensata, así que comprenderá que es lo que debemos hacer. Y Megan no creo que sea problema. Debo hablar con todos hoy antes de dormir, para saber bien cuándo y cómo nos iremos. Ya no podemos esperar. Quizá después sea tarde. De hecho, tal vez ahora ya es tarde, pero no perdemos nada en intentarlo. No más de lo que perdemos si no lo intentamos...

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