⭐ 𝙎𝙤𝙡𝙤 𝘾𝙞𝙣𝙘𝙤 𝘿𝙚𝙨𝙚𝙤𝙨 ⭐

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-Ah vale... Dios mío, debí haber forzado las ventanas también.- dijo el azabache al terminar de escuchar lo sucedido.

Esta era la situación, Lolito estaba inconciente en el suelo, atado con el másquin tape. Gheo, Fargan y Vegetta incluído estaban en frente del de pelo naranja, viendo ahora que hacer con este.

-Lo más razonable hasta ahora sería llamar a Alexby que entre ustedes tres lo saquen y lo lleven a la comisaría...- dijo Gheo por lo bajo, mientras miraba al sujeto inconciente.

-Seh, creo que haremos eso, lo llamaré ahora, iré a la cocina, no tardo. - dijo Fargan, así mismo retirándose hacia dicho lugar para realizar la llamada, solo se quedaron Gheo, Vegetta, y el indigente de Lolito.

Estaban callados, nadie quería hablar en estos momentos, Vegetta miró la cara de la menor, esta misma no paraba de ver al sujeto inconciente, la menor se encontraba de brazos cruzados, estaba tensa, era más que claro. Vegetta no pudo verla así, realmente por una parte se sentía culpable ¿Qué haría si Lolito hacía algo con ella? ¿Qué hubiera pasado si Fargan no llegase? ¿Encontraría a Gheo viva? Muchas dudas sin respuesta empezarían a abundar por la mente del azabache, sin embargo, ninguna es resuelta, porque así lo quiso el destino. Logró calmarse, y al hacer esto se posicionó detrás de la fémina, y de ahí mismo con sus brazos rodeó a esta misma, formando un cálido y reconfortable abrazo. Gheo al sentir aquello, sonrió levemente, y la tensión se le fue bajando.

-Nunca dejaría que te hiciera algo... En verdad, si llegase a ocurrir algo, jamás me lo perdonaría. - dijo Vegetta mientras atraía el cuerpo de la fémina, haciendo que esta misma dejara de estar de brazos cruzados.

Gheo al dejar de cruzas los brazos, posicionó sus manos en los antebrazos de Vegetta, así mismo aceptando el abrazo del chico.

-Tranquilo... No fue tu culpa, no lo sería. Solo necesita ayuda...- dijo Gheo mientras giraba un poco la cabeza, sonreía muy leve, notó la expresión preocupada de Vegetta, alzó una de sus manos y la posicionó en la mejilla de este. -Hey, tranquilo... Estoy bien, no pasó a mayores. Es más, le di dos sartenazos, Vege.- dijo la fémina mientras soltaba una pequeña risa.

Era evidente que Vegetta y Gheo se traían algo de amorío desde hace ya mucho tiempo, solo que son bastante ciegos como para darse cuenta que se amaban mucho. Al poco tiempo Fargan se apareció ya listo, y así pasó el día...

Se pasó el día, Alexby llegó a la casa de Vegetta y junto a Fargan se llevaron al inconsciente peli naranja, dejando a Gheo y Vegetta solos en la casa nuevamente.

Pasó ya rato, y Gheo se dedico a limpiar el desastre que Lolito hizo dentro de la casa mientras Vegetta terminaba de craftear una nueva espada he incluso encantarla luego de haberla creado. Subiendo del sótano logró divisar a Gheo, que luego de recoger los cristales se encaminó al comedor con un trapo limpio para limpiar el suelo, tal cual como una Cenicienta... Al mayor de los dos se le sonrosaron las mejillas, el recordar la noche anterior, y la de esta mañana, se podría convencer a si mismo de que quedó encantado con la joven, llevaban rato conociéndose, y bueno... de terceras personas se logró dar cuenta del amor que le fue agarrando a Gheo desde que llegó. Decidió dejar las cosas en el suelo, y se fue hacia la cocina en donde casualmente tenía un tocadiscos, y justo debajo del aparato se lograba ver los discos de vinilo que este mismo poseía, agarrando uno con el título de It's been so long long time y fue colocandolo, encendiendo el aparato haciendo que la melodía empezase a sonar.

Por otro lado, Gheo acababa de limpiar, así mismo levantándose del sitio y encaminándose a la cocina, la melodía empezaba a inundar sus oídos, sus ojos se entrecerraron un poco al escuchar aquello, así mismo entrando a la cocina con un Vegetta recostado en la isla, viendole con una sonrisa, la menor solo sonrió mientras negaba, y trató de pasar de largo, sin embargo, los fuertes brazos del mayor hicieron lo suyo, tomándole del brazo jalándola hacia su persona, a Gheo se le paró el corazón en ese instante.

A continuación, Vegetta le quitaría el pañuelo de las manos, y colocando una mano en su cintura y la otra por debajo de la palma de la menor empezó a mover sus pies, con cuidado, lentamente. Gheo estaba que explotaba, su mejillas estaban a estallar, ella lo que hizo fue colocar su mano libre en el hombro de este.

-Vege... No sé, uhm... No sé bailar...- las tímidas palabras de la joven salieron de su boca en un tono bajo.

-Solo déjate llevar por la melodía, yo tampoco sé...- dijo el mayor con el mismo tono bajo, sin embargo, seguro de si mismo.

Aquello solo hizo sacar una pequeña risa de la menor, y ya con un poco más de seguridad se empezó a mover junto con el mayor, al son de la canción.

Nuevamente una escena inolvidable se hizo presente, y aquella será cuando descubrieron sus sentimientos, al fin aquella rosa con espinas se abrió, mostrando toda su belleza y sus tonalidades rojas pasión, pasión que conllevaba al amor de aquellos dos seres vivos.

Estaba atardeciendo, por lo cual hacía el ambiente más romántico, fue así como ellos, ella, y él, lo notaron desde lo profundo de sus ojos, la chispa del amor que se tenían, inconscientemente se fueron acercando, sus caras más cercas, podrían sentir y escuchar la respiración del otro, y así mismo la poca distancia que tenían se acortó, formando entre sí un beso, no cualquier beso, sino uno que fomentaba aun más su amor, con aquel beso, no tuvieron que decir nada más, estaba hecho, sellaron aquel inicio de una hermosa aventura de a dos.

Al separarse, no hubo palabras, sino que sonrisas y risas, Vegetta estaba muy contento, tanto, que tomó a Gheo por la cintura y la alzó, dando un par de vueltas, Gheo reía y solo abrazaba por encima a Vegetta para que no la soltase.

Y así se estuvieron, hasta el final de los tiempos.

Y así es como voy pidiendo mi tercer deseo, por favor... que esto sea eterno, tan eterno como será mi amor por él.