"Ya ha pasado bastante tiempo desde que llegué a Karmaland, mi historia va en subidas y bajadas, son constantes emociones las que voy sintiendo cada vez más y más junto a una persona, y esa misma es... Vegetta. Es cursi y todo, me prometí no volverme a enamorar, y mírame, estoy babeando por ese chico ahora mismo... Otro como él no hay, me llena mis mañanas de cariño, alegría, vuelvo a sentir esa calidez que no sentía en mucho tiempo, y es agradable.
No hemos dado con Lolito aún, estamos bastante preocupados y en estado de alerta pues, es un completo psicópata. Hace una semana que me pasé a vivir temporalmente con Vegetta, los chicos llegan a visitarme de vez en cuando para ver que tal sigo, me han dicho que mi casa está cerrada, por lo tanto no han podido entrar a robar, me sugirieron que me ayudarían a limpiarla, pero me niego rotundamente, no quiero que ellos vean las cosas que Lolito me hizo en su momento... No quiero que las imaginen viendo la escena.
Ahora mismo estoy sola nuevamente, dentro de la gran mansión de Vegetta, me dejó bajo la protección de torretas que rodean su casa externamente he internamente, se fue junto con Rubius, Auron, Mangel y Willy a hacer una misión. Fargan, Alexby y Luzu se quedaron a hacer sus cosas, y yo... Bueno, princesa encerrada en su torre esperando a su principe azul."
Gheo cerraría el libro y lo guardaría en su mochila nuevamente, no sabía que más hacer estando encerrada en la casa de Vegetta, claro que podría explorar aunque, le daba miedo encontrar cosas que no debería de ver... todavía.
La fémina se levantaría de la cama, y caminaría al clóset del de ojos amatistas, lo abriría para buscar una toalla, se daría un baño luego del que el mayor le autorizara usar sus instalaciones desde un principio, tomaría la toalla, cerraría el clóset y se regresaría hacia su mochila oara sacar una camisa blanca limpia sin mangas, una pantaloneta negra, y bueno... Ropa interior. Con cosas ya en mano se dirigía al cuarto de baño en donde cerraría la puerta con llave y así empezaría el ritual del anti-otaku, sí, un nombre bastante curioso para un baño normal ¿Qué más da?
Al cabo de treinta minutos encerrada en el baño salió con la ropa bien puesta y con una toalla en el pelo, mientras tarareaba una canción, iba a tirar la ropa sucia en el cesto correspondiente, lo hizo, al terminar aquello se quitaría la toalla de la cabeza ya con el cabello un poco menos mojado, se lo cepillaría correctamente, y se miraría al espejo, su cabello había crecido considerablemente, soltó un suspiro.
-No está tan largo, puedo mantenerlo así ahora en adelante...- dijo Gheo con una pequeña sonrisa. Sus heridas ya casi sanaban, aún le faltaban unas pocas.
Salió del baño para ir al dormitorio, se pondría la sudadera que Vegetta una vez de prestó hace ya mucho tiempo, y encontraría que hacer mientras este mismo regresaba a casa. Se sentaría en la cama para abrir uno de sus libros y empezaría a leer este mismo.
Al poco tiempo se escuchó una puerta abrirse, y ella entusiasmada dejó el libro a un lado y salió rápidamente de la habitación, bajó las escaleras y miró al frente, a ver quién se aproximaba, sus ojos se apagaron levemente al ver de quién se trataba.
-Oh, hey Fargan.- dijo Gheo mientras se acercaba al individuo.
-Muy buenas tardes, Gheo.- dijo Fargan en un tono animado, saludando a la chica con un abrazo.
Gheo y Fargan fueron hacia la sala, y ambos se sentaron en los sillones, Fargan en el de a uno y Gheo en el de a tres, que esta a a la par de este, manteniendo una distancia considerablemente buena.

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⭐ 𝙎𝙤𝙡𝙤 𝘾𝙞𝙣𝙘𝙤 𝘿𝙚𝙨𝙚𝙤𝙨 ⭐
Fanfic𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙢𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙣 𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙞𝙣𝙪𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙣𝙤 𝙨𝙤𝙣 𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙚𝙙𝙖𝙙, 𝙖𝙨𝙞 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙧𝙚𝙙𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙩𝙞𝙫𝙤𝙨 𝙖𝙪𝙩𝙤𝙧𝙚𝙨. . Karmaland, un lindo...