¿QUÉ?

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GERMÁN
¡Ali!
Ya estoy aquí.
(la busca)
¿Amor?

Nadie responde.

Germán acaba de llegar del trabajo. Alícia siempre suele estar en casa a esa hora. Comisario duerme tranquilamente en el sofá. La llama al móvil, no contesta. Se sienta junto al gato y espera. Pasa casi una hora, se oye la puerta. Germán se levanta. Alícia enciende la luz.

ALÍCIA
¡Joder!
(se lleva la mano al corazón)
¡Qué susto!
¿Qué haces ahí de pie?

Deja el bolso en la mesa.

GERMÁN
¿De dónde vienes?
Me tenías preocupado.

ALÍCIA
Tengo un caso complicado, he tenido reunión hasta tarde. Lo siento, debí avisarte.

Alícia se va a la habitación, Germán la sigue y la observa apoyado en la puerta. Alícia se desviste y agarra una camiseta oversize de Germán que le encanta.

GERMÁN
No sigas.

ALÍCIA
¿Qué?

GERMÁN
Déjate el trabajo.

Alícia se queda callada. Se peina el flequillo con los dedos mirándose al espejo del vestidor. Germán se acerca por detrás, la abraza y pone las manos en su vientre. Sus miradas se cruzan a través del espejo. Germán le besa el cuello, Alícia cierra los ojos y aprieta los labios.

GERMÁN
(con voz suave)
Ahora tienes que pensar en...

Alicia lo interrumpe y se gira para mirarle a la cara.

ALÍCIA
(seria)
¿En qué, Germán?
¿En qué?
Te recuerdo que estoy embarazada, no enferma.
Y la respuesta a cualquiera de tus brillantes ideas es "No"

GERMÁN
Ali... tienes que cuidarte.

ALÍCIA
(negando)
Lo sabía...
(se lleva las manos a la cabeza)
Sabía que me vendrías con esas.

GERMÁN
Puedes tomarte un descanso.
No serán más de dos años.
Te vendrá bien.

ALÍCIA
(alterada)
¿Que me vendrá bien?
(ríe)
No me lo puedo creer.
¡Dios!

Entra al cuarto de baño, abre el grifo y se refresca el cuello con una toalla. Está muy alterada. Respira hondo. Cierra el grifo, tira la toalla bruscamente al suelo y mira a Germán desde el espejo. Se gira.

GERMÁN
No quiero que os pase nada.

ALÍCIA
Me puede pasar cualquier cosa en cualquier parte y en cualquier momento, Germán. No hace falta que esté aquí, encerrada. Así lo único que puede que me pase es que me muera del asco.

GERMÁN
No seas exagerada, nadie ha hablado de eso.
Sólo digo que te cojas una excedencia.

Se acerca a él.

ALÍCIA
Ni dos días.
(se muerde el labio)
No han pasado ni dos días y ya me vienes con esto.

Alícia tiene los ojos vidriosos, pero no quiere llorar. Siente mucha rabia. Respira y evita que las lágrimas corran por sus mejillas.

LA VIDA DE OTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora