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Llevaban ya bastante rato practicando snowboard, Mike tardó un poco en cogerle el truco pero acabó haciéndose con ello. Después de todo siempre había sido muy dado al deporte y tenía facilidad para aprender. Shawn aprovechando que ya había conseguido que Mike pudiera estar con el snowboard, él solo. Aprovechó para sentarse a tomar un refresco con Kerry, quien había llegado hacía unos minutos.
Estación de Esquí, cafetería
Kerry: Todavía no creo que estés aquí. Siempre pensé que no volverías de Inazuma.
Shawn: Ya, yo también lo pensaba. Pero todo lo que tenia cuando me fui, se fue al garete.
Kerry: Todavía no me creo todo lo que te ha tocado vivir durante este tiempo. Parece digno de una telenovela, de las que nuestras madres veían por las tardes cuando quedábamos de pequeños.
Shawn: Mi vida siempre ha sido muy dramática, que algo me fuera bien, era de extrañar que durase.
Kerry: Ya. Hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué no volviste con Axel cuando se descubrió toda la verdad, sobre lo de su paternidad?
Shawn: Él había conocido otro chico, durante el embarazo de Zoe.
Kerry: Ya pero él te amaba a ti.
Shawn: Es todo muy complicado.
Kerry: Yo no lo veo complicado. Es tan sencillo como que lo dejase con el otro chico, y volviese contigo que eres el amor de su vida.
Shawn: Ya, así parece fácil. Pero Axel no podía hacerle eso a Austin, sobretodo por lo suyo.
Kerry: ¿Qué es lo suyo?
Shawn: Te lo cuento porque nunca te toparas con ninguno de los dos. Austin tiene una enfermedad terminal, no se sabe cuánto tiempo vivirá. Axel al ver lo bueno que fue Austin con él, quiso darle su cariño el tiempo que le quedase.
Kerry: Que fuerte todo. ¿Y tú cómo sabes todo eso?
Shawn: Axel me lo contó. Yo ante esta situación. Solo pude ser comprensible y decidí respetar su decisión. Después de todo, Austin fue el que acompañó a Axel durante todo el proceso del embarazo. Yo no supe estar a la altura y me di por vencido. Romper la relación por esa causa, fue algo de lo que me arrepentiré.
Kerry: Bueno, hiciste lo que sentiste en ese momento. No puedes arrepentirte de ello.
Shawn: Ya...
Kerry: Además, ahora estás con Mike.
Shawn: Y él se ha casado con Austin. Un motivo más para olvidarme de él y no entrometerme más en su vida.
Kerry: ¡¿Qué se han casado?!
Shawn: Si, hace un par de días.
Kerry: Madre mía, que fuerte todo.
Shawn: Lo vi por casualidad, antes de que fuera a la ceremonia. No sabes el esfuerzo que tuve que hacer para no decirle que detuviera todo y volviésemos. Y más cuando él me dijo que huyésemos juntos.
Kerry: Ay por favor, mataría por haberlo visto. ¿Cómo sucedió ese encuentro?
Shawn: Pues resulta que yo iba hacia casa de Mike, que es su vecino. Y me topé con él en la entrada de su casa, vestido de novio. Estaba guapísimo. Yo no pretendía cruzármelo, pero su hermana pequeña me vio y del chillido que pegó por la emoción de verme, hizo que Axel saliera a ver que pasaba.
Kerry: ¿Y solo hablasteis? (Sonriendo pícaramente)
Shawn: Ehh...
El peligris se giró, para cerciorarse de que Mike no estuviese cerca. Lo vio charlando con un chico, mientras subían en el telesilla. Le daba algo de celos ver esa situación pero no sentía ninguna preocupación. Cerciorándose de que Mike estaba lejos, prosiguió con la conversación con Kerry.
Kerry: ¿Ehh qué?
Shawn: Nos besamos. (Bajando la mirada)
Kerry: ¡Que! (Dando un pequeño brinco de la silla)
Shawn: Oye entiendo de que siempre te han gustado los cotilleos, pero no exteriorices tanto tus reacciones, que has llamado la atención de toda la cafetería.
Kerry: Si, perdona. Pero ya sabes como me emociono con estas cosas.
Shawn: Ja, ja, ja.
Kerry: ¿Y qué pasó después? Espera no me lo digas. Acabasteis en la cama.
Shawn: No, como puedes pensar eso. Era el día de su boda, como íbamos a hacerlo.
Kerry: Bueno os besasteis, no sé, no es una idea muy descabellada. ¿Seguro que solo fue un beso?
Shawn: Si, solo nos besamos. Su padre nos pilló, me fui corriendo de ahí y ya.
Kerry: Madre mía.
Shawn: Agradezco que fuera su padre el que nos pille, no sé qué hubiese hecho si hubiese sido Austin.
Kerry: Me da que no salías vivo.
Shawn: No, Austin no es alguien agresivo. Hubiese salido muy duro, ya me sentía fatal por él solo de besar a Axel,  imagínate si nos hubiese pillado.
Kerry: Bueno, vosotros os amáis. Es entendible que no podáis a veces controlar vuestros deseos. Ya mucho hacéis, separándoos por hacerle feliz lo que le queda.
Shawn: Ya pero aún así me siento mal.
Kerry: Bueno. Cambiando de tema. ¿Cuánto tiempo os quedáis?
Shawn: Pues no lo sé, estamos en verano. Y no tengo mucho que hacer en Inazuma hasta que empiece la universidad. Puede que nos quedemos aquí un mes o así. Mike está vacaciones de su trabajo, así que no creo que le importe que nos quedemos.
Kerry: ¿Trabaja?
Shawn: Si, trabaja como auxiliar de enfermería. Por ello nos conocimos. Y bueno va a empezar un grado de fisioterapia.
Kerry: Vaya, no es solo belleza lo que tiene. También hay algo de materia gris.
Shawn: La verdad es que se ha centrado mucho desde que volvimos.
Kerry: ¿Cómo era antes?
Shawn: Pues verás...
Mike: Deja que yo te explique el gran traspié que tuve en mi vida, que afectó mucho a Shawn. (Sentándose)
Shawn: Mike, pensaba que estabas en la pista.
Mike: Estaba, pero me sentía cansado y decidí venir a tomar algo. Y creo que he hecho bien porque tengo la oportunidad de hablar de este tema que me concierne y del que me arrepentiré toda la vida. (Cogiendo torpemente el dedo índice de Shawn)
Shawn: [Mike...] (Entrelazando su mano con la del rubio)

El trayecto al pueblo de Austin, se le hizo corto. No se sentía preparado para ver como sepultaban a Austin. Cuando tocó el suelo de la entrada del cementerio, comenzó a sentir una tristeza similar a la que pudo sentir cuando enterraron a su madre. Él ya sabía lo que era perder a alguien muy importante. Cuando perdió a su madre, no era más que un niño. Le vino a la mente el momento en el que estaban a punto de sepultarla. Se recordaba a sí mismo con ocho años, con una muy pequeña Julia en sus brazos. Ambos miraban el féretro en el que había sido depositado el cuerpo sin vida de su madre. La pequeña Julia no dejaba de llorar, había pasado por los brazos de varios asistentes pero ninguno pudo hacer que cesara su llanto. Como no quería molestar a su padre quien estaba muy afectado. Decidió encargarse él de su hermana. Por lo que la aferró a su cuerpo, para que oyese el latido de su corazón. Su madre le contó que hacía lo mismo con él cuando era un bebé. Para su suerte, funcionó.
Miraba con pena a su pequeña hermana, a penas era un bebé. Le daba lástima que no pudiese tener ningún recuerdo de su madre.
La persona más simpática y buena que conocía. Para él, su madre era todo ternura, la única que sabía comprenderlo. Desde que tenia uso de razón, se había caracterizado, por su personalidad introvertida. Por lo que no era muy común que expresara sus sentimientos. Con su madre era distinto, bastaba con que lo mirara a los ojos para saber que era lo que sentía. Siempre pensó que su madre era la única que conseguiría entenderlo de aquella manera hasta que llegó Shawn a su vida. Ahora su cabeza ya era un completo caos, recordar a su madre, a Shawn y estar en pleno entierro de Austin eran cosas que le desmoronaban por dentro y no podía reprimir más su dolor. Lágrimas comenzaron a recorrer su rostro de nuevo. Se sentía observado por los demás asistentes del funeral, pero le daba igual. Sintió la mano de Tae, agarrar la suya. Agradeció con la mirada ese acto, ya que necesitaba el calor que solo una madre podía transmitir.

¿Estamos destinados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora