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Axel: Cariño, es hora de levantarse. (Agitando a Austin)
Austin: ...
Axel: Voy al baño, cuando vuelva quiero verte de pie. (Levantándose de la cama)
Corrió hacia el baño, sino llegaba rápido al retrete se mearía encima. Al coger su miembro sintió una leve molestia, estaba irritado. Era normal, después del uso que le había dado durante toda la noche. Le resultaba gracioso, no pensó que le volviera a pasar algo así otra vez. Rápidamente le vino a la cabeza, la etapa en la que había iniciado su vida sexual. Fue tanto el enganche que tuvo con el autoplacer sexual, que acababa muchas noches exhausto y con toda su masculinidad irritada por tanta fricción. Sentía añoranza porque en esos momentos, acaba de descubrir su verdadera orientación sexual después de estar confundido durante varios años.
Le gustaría poder viajar en el tiempo, para darle apoyo a un adolescente Axel que se pasó tantas noches en vela, preguntándose por qué se sentía atraído por hombres. Nunca pensó que sus gustos fueran malos, que aquello fuese un castigo o maldición. Pero perdió mucho tiempo buscando una respuesta lógica a sus gustos. El tiempo le ayudó a entender que no había una pregunta que resolver. Su orientación era algo natural que debía aceptar sin ninguna pena o sentimiento de culpa por ello.
Tan absorto estaba con sus pensamientos que no notó cuando el chorro de su micción, apuntaba fuera del inodoro. Rápidamente redireccionó el chorro con una mano mientras que con la otra cogía papel higiénico para limpiar el estropicio que había ocasionado. Después pasó a lavarse las manos y aprovechó para hacerse el aseo personal básico diario. Mientras terminaba de peinarse, escuchó la melodía de un teléfono. Sabía desde un primer momento que no era su móvil por el politono que escuchaba. Era el móvil de Austin, por lo que no se preocupó e ir a coger la llamada ya que presuponía que su recién estrenado marido se levantaría por fin para contestar. La melodía cesó y volvió a sonar, el rubio salió del baño extrañado de que el otro no se levantara a atender la llamada.
Axel: ¿No oyes el móvil? (Acercándose a la cama)
Austin: ...
Axel: ¿Austin? (Moviéndolo) Ey despierta. (Cogiéndole el brazo)
Al tocarle la piel, sintió que la temperatura de esta era fría. Sorprendido, siguió agitando a su marido para que se levantara pero no conseguía su cometido. Tenía mucho miedo, no sabía como actuar en ese momento. Se quedó ensimismado mirando el cuerpo de Austin, se le venían a la mente muchas ideas bizarras de lo que podía estar pasándole. Tras un par de minutos en estado de shock, fue rápidamente a coger su teléfono para llamar a emergencias.

Después de tener un momento de reconciliación placentero. Pasaron lo que restaba del medio día tranquilamente, mientras Shawn organizaba sus cosas en la casa, Mike preparó la comida para ambos. Iban con prisas ya que se entretuvieron tanto pasándoselo bien, que tan solo tenían media hora para comer, alistarse e ir al instituto Alpino donde los esperaban los antiguos compañeros y amigos de Shawn.
Departamento de Shawn, cocina
Mike: ¡Cariño, la comida está en la mesa! (Dejando los platos en la mesa)
Shawn: Justo estaba por preguntarte cuanto quedaba, porque me muero de hambre. (Entrando a la cocina)
Mike: ¿Tiene mi hambre mi niño? (Poniendo voz cariñosa)
Shawn: Si, he perdió mucha energía. (Sentándose)
Mike: Si, yo también me he quedado exhausto con lo de antes. (Guiñando un ojo y sentándose)
Shawn: Ah, pero yo me refería a que ordenar las cosas me ha dejado cansado.
Mike: Eh. (Poniéndose rojo)
Shawn: Ja, ja, ja. Yo también me refería a eso, cariño. (Besándole la mejilla)
Mike: Bueno, espero que te guste.
Shawn: ¿Qué te vas a poner? Van a ser las seis y hemos quedado con los chicos a y media.
Mike: ¿Qué me voy a poner para qué?
Shawn: Para la fiesta con mis amigos del instituto.
Mike: Ah, he estado pensándolo. Y creo que no voy a ir.
Shawn: ¿Por qué? (Dejando de comer)
Mike: No sé, es que no me sentiría cómodo con ellos. A penas conozco a una persona y pienso que es mejor que vayas tu solo. No quiero hacer sentir mal a tus amigos en el caso de que me aburra.
Shawn: ¿Me lo dices enserio?
Mike: Si.
Shawn: Vale, no voy a insistir. Haz lo que quieras. (Levantándose de la mesa)
Mike: ¿Qué haces?
Shawn: Ya no quiero más y tengo que ir a cambiarme.
Mike: ¿Por qué te cabreas por esto? (Siguiéndolo)
Shawn: No quiero hablar del tema, ya me has dicho tu decisión. Yo la respeto y ya. (Abriendo el armario)
Mike: Ya pero no quiero que te molestes porque no voy a ir contigo.
Shawn: No, si no estoy molesto. (Cogiendo unos vaqueros y un abrigo)
Mike: No seas cínico Shawn.
Shawn: Te estoy diciendo que no estoy molesto. ¿Por qué no me crees? (Poniéndose los vaqueros)
Mike: Porque tu actitud me deja muy en claro, tu molestia.
Shawn: Para nada, tu no quieres compartir tu tiempo con mis amigos. Y yo lo respeto. (Atándose las botas)
Mike: No tengo nada contra de ellos, es que sé que no voy a estar cómodo.
Shawn: No vas por ellos, vas por mi. Porque si quieres formar parte de mi vida, tienes que pasar tiempo con mis amigos. Para unos que no te miran con despareció, deberías de aprovecharlo. (Colocándose el abrigo)
Mike: Venga voy, no quiero problemas entre nosotros. (Abriendo el armario)
Shawn: No, ahora ya no. No quiero que vengas obligado, te quedas aquí tranquilito y ya. (Saliendo de la habitación)
Mike: Shawn, espera. (Siguiéndolo)
Shawn: Cada vez que ganas unos pasos hacia delante, retrocedes diez. (Cogiendo las llaves)
Mike: Shawn, no te vayas así.
Shawn: Luego nos vemos. (Abriendo la puerta)
Mike: ¿No me das ni un beso de despedida?
Shawn: ¿Me ves con cara de querer darte un beso? (Cerrando la puerta)
Mike: Mierda.

¿Estamos destinados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora