Sinopsis.
En un mundo donde Kenma dejó el Voleyball, dos streamers de la plataforma "Twich" trabajaban de lo que les gustaba.
"¡@applepie ha comenzado un stream!" leyó el rubio en la pantalla de su celular y dirigió su mirada hacia el lente de la cá...
— En días como este los odio con el alma. –confesó la ojiverde, observando su peluca, sus orejitas y cola de gato y su vestido de maid. El chat simplemente estallaba en simps, próximamente caerán nuevos edits de ella haciendo el ridículo.
No sólo estaba vestida de maid, sino que también estaba dentro de una cafetería de esa temática, siendo confundida por una de las camareras. Pero... ¿cómo había llegado a esa situación tan comprometedora?
[. . .]
Mizuhara se despertó y, como siempre, quiso quedarse un rato más en la cama haciendo nada, pero debía levantarse.
Con su cotidiana actitud perezosa, decidió por simplemente desayunar y bañarse, pero recordó que debía prender stream hoy. Resoplando, se dirigió al baño y prendió la regadera mientras se desvestía. Tomó una ducha de diez minutos, tratando de despabilarse. Al salir se envolvió con su toalla y buscó alguna prenda que le guste.
Entre sus camisetas encontró una nueva, nunca la había visto. La tomó con cuidado y leyó la nota que tenía sobre ella.
"Póntela para tu stream, hazme caso. —Shoyo."
Algo confundida se la puso, luego de su ropa interior. Dedujo que era alguna de sus bromas amistosas, pero le restó importancia. Se maquilló con su característico estilo gótico pero simple y bajó a la cocina para prepararse bebidas y snacks.
El stream comenzó y su público comentaba muchísimo más que de costumbre, no leyó el chat hasta que terminó de acomodarse.
"@kenhara_love ha donado US$10 con el siguiente mensaje: "Pie, ¿desde cuándo te gusta el volleyball? ¿Por qué llevas la camiseta que llevaba @puddinghead antes de retirarse?"
— Sin dudas voy a asesinar a esa mandarina. –Mizuhara pensaba millones de formas de asesinar al enano de apariencia simpática, la había dejado en ridículo.
El chat se percató del sonrojo de la chica, que más que un rostro sonrojado era un tomate andante, y comenzó a molestarla y hacer especulaciones. La fémina comenzaba a sentirse harta, le incomodaba que la emparejen tanto con el rubio y que se metieran en su vida privada la sacaba de quicio.
— Si dejan de molestarme con Kozume-senpai haré lo que quieran, lo prometo. –la de orbes verdes se arrepintió al instante de lo dicho, pero ya no había vuelta atrás.
[. . .]
Y así es como terminó en un maid cafe mientras tenía un vestido de esa temática y orejitas de gatito.
No le pregunten cómo consiguió todo ese mismo día.
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Con su cámara en mano, aquel rubio iba emitiendo en directo de forma pacífica, sus amigos lo obligaron a acompañarlos a una cafetería, no entendía bien el por qué.
—Oi, Kenma, se que te gustará pasar el rato allí. –el más alto sonrió maliciosamente, doblando a la derecha y haciendo que los demás lo sigan.
—Kuroo, esto es vergonzoso, la gente nos mira raro y no puedo leer el chat. ¿Por qué estamos grabando? –masculló fastidiado, sacarlo de su casa en contra de su voluntad era para él una verdadera tortura.
—Ya entenderás el por qué. –el pelinegro reía por lo bajo, sabía que la chica que le gustaba a su mejor amigo estaría en aquel lugar y quería tener grabada la reacción del ojimiel.
— Kenma, pásame la cámara. Quiero hablarles a tus fans. –el rubio miró a Tooru con fastidio, su ego aplastante molestaba a cualquiera con facilidad.
Kenma le acercó la cámara a Oikawa y este comenzó a hablar.
— No saben lo buen jugador que era nuestro pudín antes de retirarse, perfectamente podría hacerme competencia en una batalla de armadores. ¿O no, Kenma? –el susodicho simplemente rascó su nuca y resopló.
Al llegar al maid cafe, los cuatro chicos se sentaron en una de las mesas y esperaron a que los atiendan. Kuroo buscaba con la mirada a aquella chica que tenía tan enamorado a su amigo.
Por otro lado, Mizuhara estaba en el baño cambiándose, apagó el stream hacía 10 minutos y se encerró en un cubículo a sacarse la peluca y su ridículo vestido. Se colocó la camiseta del Nekoma con el número 5 en la espalda y sus shorts deportivos junto a sus zapatillas también deportivas.
— ¡Hey, hey hey! ¡Kenma, hay una chica con una camiseta con tu número! –la fémina entró en pánico, ¿qué hacen aquí?
No se le ocurrió mejor idea que salir corriendo de aquel lugar, provocando que todos en el lugar se percaten de quién era, hasta los espectadores del stream del chico.
— ¿Era... ella? Kuroo, ¿para esto me trajiste aquí? –el Kozume abrió los ojos como platos, viendo aquella cabellera multicolor correr por las calles.— Debo irme, ya me aburrí.
Y cortó el stream.
Y corrió atrás de ella.
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¡HEY, HEY, HEY! ¿Qué tal? Espero que bien porque yo también.
¿Les gustó el capítulo? A mí me gustó mucho la idea, la tengo pensada desde el prólogo.
Les dejo a @applepie en vestido y peluca de maid.
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¿Qué dicen? ¿Será este el encuentro esperado? CHAN, CHAN, CHAAAAAAN.