El señor y la señora Dursley,- Comenzó a leer Dumbledore.- que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente.
-¿Qué hacemos nosotros en ese estúpido libro?- Le preguntó Vernon Dudley a su prometida, Petunia Evans quien no supo qué contestar.
Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías.
-Que muermos.- Se quejó Sirius.- ¡Lo extraño y misterioso es lo mejor!
Varias personas le dieron la razón.
El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de los jardines para espiar a sus vecinos.
-No te digo, son aburridos. Y cotillas.
-¡Petunia!- Amonestó la señora Evans a su hija, ignorando el comentario del Black.- ¿Cuántas veces tendré que decirte que no está bien espiar a los vecinos?
Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.
Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también tenían un secreto, y su mayor temor era que lo descubriesen: no habrían soportado que se supiera lo de los Potter.
-¿Qué hay de malo con nosotros?- Se molestó el patriarca Potter.
-... Espera... ¿eso significa que lo conseguí?- Preguntó James sorprendido con una gran sonrisa plasmada en su cara.- Lily Evans, ¡te lo dije! Te dije que acabaríamos juntos peli-peli.
La pelirroja escondió la sonrisa que tenía cuando James se le acercó y le dio un beso de improviso.
La señora Potter era hermana de la señora Dursley, pero no se veían desde hacía años; tanto era así que la señora Dursley fingía que no tenía hermana,
Lily no pudo evitar sentirse triste al saber aquello, mientras los señores Evans regañaban a su hija mayor. Al ver eso, Marnie se acercó a la pelirroja y sin saber muy bien que estaba haciendo le dio un pequeño y extraño abrazo. A pesar de eso, Lily se lo agradeció en silencio.
porque su hermana y su marido, un completo inútil, eran lo más opuesto a los Dursley que se pudiera imaginar.
-Pues menos mal.
Los Dursley se estremecían al pensar qué dirían los vecinos si los Potter apareciesen por la acera. Sabían que los Potter también tenían unos gemelos pequeños, un niño y una niña, pero nunca los habían visto. Los niños eran otra buena razón para mantener alejados a los Potter: no querían que Dudley se juntara con unos niños como aquellos.
-Creo que les haremos una visita.
Nuestra historia comienza cuando el señor y la señora Dursley se despertaron un martes, con un cielo cubierto de nubes grises que amenazaban tormenta. Pero nada había en aquel nublado cielo que sugiriera los acontecimientos extraños y misteriosos que poco después tendrían lugar en toda la región.
-Eso no les va a gustar.- Se burló Remus.
Vernon y Petunia se mantenían escondidos en un rincón de la gran sala con miedo. Suponían que no saldrían bien parados después de leer los libros.-- Para nada, anormales.-- Susurró él, haciéndose ver valiente ante su novia o, al menos, intentándolo.
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Leyendo Harry y Marnie Potter (1)
FanfictionHarry y Marnie son gemelos, pero Marnie es una Slytherin. Ahora, en el año 1976 van a leer unos libros que recogen sus vidas junto a sus padres, tios y conocidos. Empezada el 20/11/2020