Prólogo

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Año 1976

Los Merodeadores se encontraban en el Gran Comedor como cada mañana cuando el profesor Dumbledore entró por las dobles puertas seguido de varias personas conocidas como Molly y Arthur Weasley, los señores Potter...etc. A su vez, también le seguían unos encapuchados desconocidos, cosa que hizo extrañar tanto a los alumnos como a los profesores.

Albus Dumbledore se situó en el atril enfrente de todos para empezar a hablar luego de que todos hicieran silencio. Los encapuchados se quedaron detrás de él y los que ya conocían fueron a sentarse con sus familiares o en su defecto, a la casa a la que habían pertenecido antaño.

-Bien, seguro que os preguntaréis qué está pasando ahora mismo. Antes de explicar nada, me gustaría comentar una cosa: ¡Quedan suspendidas todas las clases hasta nuevo aviso!

Los alumnos empezaron a gritar de emoción mientras una encapuchada rodaba los ojos.

-Silencio, silencio... como iba diciendo, se suspenden las clases por lo siguiente; estos encapuchados llegaron hará una hora a mi despacho junto a una caja en la que se encontraban varios libros.... del futuro.

No se hicieron esperar los cuchicheos y Dumbledore tuvo que volver a silenciarlos.

-Se van a presentar y después leeremos esos libros. Al parecer tienen la clave para derrotar a Voldemort. Tanto yo como varios aurores, entre ellos mi gran amigo Alastor Moody, nos hemos asegurado de que no sea ningún tipo de trampa así que podéis confiar en que todo esto es totalmente verídico.

Se hizo a un lado y el primer encapuchado pasó al frente.

-Haremos esto rápido, diremos nuestros nombres, edades y poco más. No se harán preguntas, al fin y al cabo, todo lo demás se sabrá por los libros que hablan de nuestras vidas.- Habló un poco molesto, pues por lo visto esos libros estaban desde su punto de vista.

Los adolescentes y los adultos de aquella época se sorprendieron por su tono pero pronto lo olvidaron dando paso a su curiosidad.

Se fue hacia atrás para dejar que los demás se presentaran antes que él.

-Buenos días, mi nombre es Ronald Weasley.- Se sacó la capucha dejando a la vista a un pelirrojo alto y pecoso.- Tengo dieciséis años y soy de Gryffindor.

Molly y Arthur, que estaban ahí con sus hijos mayores, Bill (6), Charlie (4) y Percy (apenas un bebé), sonrieron a su hijo felices.

-Hola a todos, mi nombre es Luna Lovegood, tengo quince años y soy una Ravenclaw.- Al igual que Ron se quitó la capucha y se vio a una dulce rubia.

-Yo soy Ginny Weasley.- Era pelirroja como su hermano.- Tengo quince años y soy una leona.

Molly y Arthur volvieron a sonreír con un brillo especial en los ojos. Molly no podía aguantar la felicidad de saber que Arthur y ella tendrían una preciosa niña.

- Bueno, esto, eh...- El chico se tropezó con sus propios pies y se le cayó la capucha dejando ver a un chico rubio.- ¡Neville!- Los de la época rieron divertidos lo que hizo que el chico se sonrojara.- Soy Neville Longbottom, dieciséis años y soy de Gryffindor.

Los Merodeadores miraron a su amigo Frank Longbottom con sonrisas pícaras. El pobre se sonrojó y ellos rieron. Lily Evans, por su parte, felicitó a su amigo sonriente.

-Buenos días. Mi nombre es Hermione Granger. Tengo dieciséis años como la mayoría de los que hemos venido y pertenezco a la casa de Gryffindor.- Dejó ver una chica castaña con el pelo enmarañado, aunque no tanto como en años anteriores.

Algunos sangre pura la miraron con asco al oír su apellido...muggle pero ella no le dio importancia.

El siguiente encapuchado caminó con un porte elegante, tomado de la mano de otra encapuchada. Deprisa pero sin perder la elegancia se quitó la capucha dejando ver a un rubio serio.

-Yo soy Draco Malfoy,- Lucius desde su asiento analizó a su hijo y aprobó su postura y forma de hablar.- tengo dieciséis años y soy de Slytherin.

Los dos encapuchados que quedaban se miraron entre ellos sin saber quién de los dos pasaría primero. Aunque hacía mucho tiempo que no hablaban entre ellos, aún compartían esa conexión que solo un par de gemelos podía tener. Al final lo hizo el chico, que se quitó la capucha dejando ver una pequeña copia de James Potter pero con los ojos verdes y una cicatriz en la frente.

James Potter estaba pálido y de un momento a otro se desmayó.

-Hola.- Murmuró, estaba incómodo.- Mi nombre es Harry Potter, tengo dieciséis años y soy un león. ¿Alguien puede despertar a mi padre?- A Harry se le hizo extraño decir esa palabra por primera vez. Verlo ahí, tanto a él como a su madre, poder hablarles... era un sueño que estaba cumpliendo al fin.

Cuando lo despertaron, la última encapuchada suspiró, esperándose lo peor en su pequeña presentación. Draco apretó el agarre en su compañera sabiendo que iba a ser difícil para ella toda la lectura en modo de apoyo al momento que se quitó la capucha. Era una chica pecosa, de ojos verdes y pelinegra. Tenía un flequillo recto que tapaba su frente donde escondía, al igual que su hermano tenía, una cicatriz.

-Bueno...

La chica no pudo continuar porque su padre se levantó y empezó a gritar:

-¡Tengo una hija! ¡Tengo una hija, Canuto!

-Sí, lo veo, Cornamenta...

El chico Black se levantó y bailó con su amigo encima de la mesa. Remus Lupin observaba a sus amigos sonriente, mientras que una pelirroja escondía una pequeña sonrisa.

-¿Puedo presentarme?- Preguntó algo molesta aunque en el fondo tenía unas ganas tremendas de llorar y sonreír a la vez al ver a sus padres vivos. Los Merodeadores pidieron disculpas mientras se sentaban de nuevo.- Bien, mi nombre es Marnie Potter, soy la gemela de Harry, así que tenemos la misma edad y mi casa en Hogwarts es...- Pero le volvieron a interrumpir.

-¡GRYFFINDOR! Está claro que la cachorra es una leona como su hermano y su padre.- Comentó arrogante Sirius metiendo la pata hasta el fondo.

-Slytherin.- Y se hizo el silencio y el primero Sirius que se quedó mudo del asombro.

Nadie daba crédito a lo que habían oído, estaban atónitos.

¿Una Potter en Slytherin? Imposible.

Pero ahí estaba la prueba viviente de que se equivocaban, como siempre hacían.

Una vez que todos se calmaron, los ahora ya no encapuchados se sentaron por ahí, Dumbledore sacó de la caja el primer libro y cambió las largas mesas del comedor por unos cómodos pufs.

-Empezaré leyendo yo si no le parece mal a nadie. El libro se llama Harry y Marnie Potter y la piedra filosofal y el primer capítulo se titula: Los niños que vivieron.

 El libro se llama Harry y Marnie Potter y la piedra filosofal y el primer capítulo se titula: Los niños que vivieron

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¡Hola!

Bueno, esta historia comienza aquí y sé que en estos momentos no se sabe mucho de Marnie, que es el nuevo personaje, pero mientras pasen los capítulos sabréis más de ella, no os preocupéis.

No sé cada cuanto actualizaré. Seguramente intentaré hacer uno por semana o algo así pero ya veremos como va la cosa.

La historia del libro será como en los libros originales de JK, narrados desde el punto de vista de Harry pero incluyendo a Marnie en la historia.

Y por el momento creo que eso es todo así que... ¡a disfrutar!

Y digamos NO a los lectores fantasma, por favor, no sabéis lo mucho que anima ver los votos y los comentarios, da igual qué sea lo que comentáis.

Leyendo Harry y Marnie Potter (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora