Capítulo 26

285 35 49
                                    

¡ATENCIÓN! Este capítulo contiene contenido no recomendado para personas sensibles así que si eres una de ellas no lo leas o hazlo bajo tu propia responsabilidad.

Disfrutad del capítulo.

—————————————————————————————

BUM

Vegetta despertó después de haber sido ejecutado de nuevo:

"¿Cuándo va a terminar esto?"- se preguntaba cada vez que despertaba el joven de ojos amatistas.

-Hoy es el día 60 de bucle...¡Genial!- exclamó con ironía.

Vegetta se levantó de su cama destrozada y se acercó a los barrotes de la jaula que le retenía cerrando los ojos recordando como había llegado a esta situación:

Un chico vestido completamente de negro caminaba hacia "La Fábrica" metido en sus pensamientos. Estaba tan absorto en ellos que no se dio ni cuenta cuando una camioneta de color negro y con las ventanas tintadas se paró a su lado. De la camioneta bajaron tres hombres, todos llevando pasamontañas y ropas negras.

-Manos arriba - gritó uno de los chicos mientras que todos le apuntaban con sus pistolas.

El chico se dio la vuelta asustado mientras pensaba que pasaría si lo mataban y no volvía nunca con su amado...

-¡Dejadme ir! - gritó Vegetta ya que no quería volver a morir de nuevo- ¡Ayudaaaa!

Al no recibir ninguna respuesta el chico se sentó en el suelo agarrándose las rodillas y comenzando a llorar.

(...)

Vegetta abrió los ojos ( se había quedado dormido mientras que lloraba) tallándoselos con cuidado. Se incorporó rápidamente al ver como estaba en otra sala, una sala que conocía demasiado bien, la sala de torturas.

- ¡Dejadme salir hijos de puta! - gritó el de ojos amatistas mientras se preguntaba en voz alta:

- ¿Qué pensará de mi? ¿Por qué lo abandoné? ¿Por qué la dije que lo haría yo? ¿Por qué simplemente no la convencí de lo contrario?

Caminó hasta la puerta de la sala, la cual estaba cerrada y empezó a golpearla con todas sus fuerzas, cogiendo una hacha que había en la habitación para intentar romper la puerta pero desafortunadamente esta era de metal y no pudo romperla.

-¡SOLTADMEEEE!

De repente se oyó una risa; la risa de Nadando.

-Bueno... Como tú nos lo pides te soltaremos- dijo el líder de "El Sistema" con ironía- Eso te pasa por espiarnos.  

La habitación empezó a llenarse de gas y el de ojos amatistas supo lo que le esperaba antes de que se desmayara con una pequeña lagrima corriendo por su pálido rostro.

(...)

Vegetta despertó atado a una camilla de metal con su cabeza dándole vueltas por el gas tranquilizante. Desesperado movió sus muñecas y piernas tratando de escapar pero como las últimas 59 veces no pudo liberarse.

-Bueno puto... Empecemos...- dijo Emilio mientras que cogía una pequeña navaja del carrito que tenía a su lado.

-Por favor...- suplicó Vegetta con voz débil.

La respuesta del mexicano quedó clara cuando el de ojos amatistas sintió el frío de la navaja en el interior de su brazo y como su sangre salía caliente y goteaba fuertemente contra el suelo.

El chico gritó; después de sufrir esto 59 veces no se había acostumbrado es más cada vez le dolía más. El de máscara de diablo rio maléficamente y le extrajo la puntiaguda navaja de su brazo solamente para volver a clavársela aún más fuerte en su muslo izquierdo, haciendo que Vegetta soltara un alarido de dolor.

- Cállese wey. Me va a romper los putos tímpanos con sus gritos de niñita.

- Por favor... - suplicó el pelinegro con la voz entrecortada.

Otro gritó volvió a llenar la habitación. La navaja caminaba lenta y dolorosamente por la piel del de ojos amatistas, ahora empezando a partir con crueldad el tejido muscular del chico. Emilio se separó del adolorido líder de los héroes, dejando aún clavada la navaja de plata en la pierna destrozada del pelinegro. Después de medio minuto donde Vegetta pudo respirar con mediana tranquilidad, el joven vio a través de sus ojos llorosos como el mexicano se acercaba ahora con un cuchillo de pan, tan grande como una sierra. El héroe tragó saliva, asustado, mientras veía la sonrisa malévola de Emilio aparecer en su rostro.

El cuchillo empezó a bailar por la pierna derecha del espía haciendo que ríos de sangre fluyeran por el lugar. El chico en ese momento gritó tanto de dolor que sus cuerdas vocales se desgarraron haciendo que se le nublara la vista al pelinegro por culpa de la tan terrible tortura que estaba viviendo por 60 día consecutivo.

Emilio sacó la navaja con toques negros de la pierna del pelinegro, empezando a salir de la herida sangre de color carmesí a borbotones. Vegetta chilló de dolor ante tal acción haciendo que el de mascara de diablo se cabreara y se acercara más a él de forma amenazante mientras decía:

- Cállate, ¿si? Como vuelvas a gritar te voy a cortar la lengua y te aviso que yo no me voy con tonterías. Te juro que como grites o hables una vez más te la voy a cortar. Avisado estás puto.

El de ojos amatistas asintió y apretó los labios con fuerza mientras que Emilio acuchillaba su brazo izquierdo esforzándose al máximo para no gritar. Después de 30 cuchilladas en el brazo el de mascara de diablo acuchilló el estomago de Vegetta haciendo que este finalmente gritara con todas sus fuerzas.

Emilio se rio y dijo:

-Ya sabes lo que eso significa...

Lentamente sacó la navaja del estómago del héroe produciendo que este convulsionara levemente ya sin fuerzas. Emilio cogió la lengua del pelinegro y empezó a cortarla disfrutando del movimiento lento pero constante del cuchillo y las frías lágrimas del de ojos amatistas que tocaban sus manos manchadas de sangre. 

Lentamente el chico se empezó a ahogar con su propia sangre haciendo que la visión de Vegetta se empezara a nublar por la pérdida de sangre y el dolor y después de 1 hora de tortura el chico murió para empezar todo esto de nuevo...

—————————————————————————————

Esperamos que os gustara el capítulo!

Bueno, trataremos de publicar un cap al día pero estamos en época de exámenes y estamos muy ocupadas estudiando. 

Y bueno...Pues eso.

Besos ❤️,

                        Lemoni2

Karmaland Chikitos #Priceawards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora