El padre de mi amiga.

8. ¿Soledad o comodidad?

Javier se encuentra preparandose para salir a tomar un café con su nuevo amigo Matt.
Realmente no quería nada serio con el pero, ¿Quién le dice que no puede divertirse un poco?

Se cruzó con Matt en una cena con amigos por el cumpleaños de Allyson, una amiga muy cercana desde la escuela secundaria. El sabia de la existencia del hombre pero este se habia ido a vivir a Europa apenas termino sus estudios y Javier no supo nada mas sobre él. Cuando vió, al tres años menor en la cena en casa de Ally realmente no lo reconoció, aquel hombre bronceado y musculoso no era el adolescente que alguna vez conoció.
Justamente quedaron sentados uno junto al otro y charlaron entretenidos toda la noche.

Al día siguiente volvieron a verse pero en la noche en un bar de la ciudad, Ally organizó para salir como solían hacerlo con sus amigos pero esta vez con su hermano Matt y esa fue otra oportunidad para seguir conociendose entre ellos.
El menor le conto sobre su vida en Europa y él le conto como era padre casi soltero de una hermosa adolescente.

Casi que asi era, él y la madre de Mia solo salieron algunas veces a una muy temprana edad, no sabían bien que estaban haciendo, apenas tenian 15 y 16 años, y de esa corta relación nació una pequeña que nunca vió a sus padres juntos. Apenas ella nació su madre desapareció por unos años y no se supo nada de ella durante todo ese tiempo.

Una vez que Javier cumplió su mayoría de edad comenzó a trabajar y pudo alquilar una casa para vivir con su pequeña.
Hasta ese momento vivian junto a Mia en casa de sus padres, que aunque no aprobaban del todo la situacion, lo aceptaron solo para que este pueda terminar sus estudios y alguien pueda cuidar a la bebé.

Mia sabe por todo lo que pasó su padre hasta llegar a donde llegaron. Siempre vió a su padre dar todo por ella y algunas veces a su madre que siempre tenia la excusa de que tenia que trabajar y que no podia verla porque viajaba.
Eso no afecto en la crianza de Mia, realmente Javier lo dió todo por ella.

Se encargo de malcriarla y cumplirle todos sus caprichos al extremo, eso ella lo sabia y estaba muy agradecida de que le haya tocado un padre asi.

Javier nunca había tenido una pareja estable luego del nacimiento de Mia. Cuando ésta tuvo edad para comprender lo que era la sexualidad, rapidamente se encargó de que ella sepa de la suya. Siempre la crió en un ambiente muy abierto y se puso muy contento al saber que su pequeña habia tomado la noticia de su bisexualidad de muy buena manera.

Y claro que Javier salió con varios chicos y chicas en todos estos años, pero solo algunas noches y muchas veces ni siquiera repetía mas de una noche con la misma persona. El sabia que era todo un rompecorazones pero no queria involucrar a una persona nueva a su vida con su hija, le parecía que así solos los dos estaban bien.

Hasta que Mia conoció a Pedro y allí todo cambió. El joven apareció para formar parte de su pequeña familia y se podría decir que pasaba mas horas con ellos que en su propia casa con su familia, la cual era un poco caotica ya que tenia tres hermanas mujeres algo escandalosas que no lo dejaban tener paz, y eso es lo que encontro el chico en casa de Javier y Mía.

El mayor siempre se sintio muy cercano al amigo de su hija, desde que eran mas pequeños, siempre sintió algún parecido entre ellos y al enterarse, a los 16 años del menor, que este era bisexual comprendió esa cercanía que tenian. Ambos comparten muchos gustos, aman escuchar la misma musica y se divierten mucho cuando Pedro está en su casa.

Javier sabe que el menor también siente esa cercanía con él y eso le agradaba bastante, porque genera confianza y un lindo ambiente cada vez que esta en su casa.
Sabe que el joven es especial para él y para su pequeña Mia, que tambien lo adora mucho y se nota que es un cariño mutuo.

El mayor sacudió su cabeza frente al espejo para dejar de pensar en cosas que no debía y dejo caer algunas pequeñas gotas que caian de su húmedo cabello.

Revisó la hora en su telefono y aún tenía 20 minutos para terminar de arreglarse y llegar a la cafetería en el centro.
Comenzo a cambiarse y se puso un pantalón de jean negro, algo ajustado, junto a una camisa a rayas en tonos azules y celestes, y unas botas marrones no tan formales.

Terminó de secar su cabello y rapidamente se puso colonia. Caminó hasta la pequeña mesa junto a su cama y de allí tomo un par de lentes de sol, su billetera y las llaves de su auto.

Salió de su habitación, bajó las escaleras y camino hasta el living para observar a su hija y a su adorable amigo.

-Chicos, yo ya me estoy por ir..- Ambos jovenes lo miraron rapidamente. -¿Quieren salir por ahí o se quedan acá en casa y cuando vuelvo podemos pedir comida o ir a comer por el centro?

Mia y Pedro intercambiaron miradas hasta que él hablo. -Yo creo que podemos quedarnos acá y cuando vuelvas podemos ir a cenar a un restaurante- Respondió sin quitar la mirada del mayor.

Javier sonrió gustoso ante la propuesta y asintió. -Esta bien, me gusta esa idea.-
Se acerco al sofá y beso las mejillas de ambos. -Me voy, cualquier cosa me avisan a mi celular, ¿Esta bien?-

-Si pa, tranquilo que de aca no pensamos movernos- Respondió Mia con una sonrisa en dirección a su padre y Pedro asintió sus palabras.

-Bien, ¡nos vemos más tarde!- exclamó Javier sonriente y salió de la casa rumbo a la cafetería.

Luego de unos segundos en silencio en la casa, Pedro decide hablar. -¿Como será Matt?-

Mía lo mira con una idea en mente y murmura. -Busquemoslo en las redes sociales de Ally, seguro que lo encontramos..-

Y ambos jovenes, con sus celulares, comenzaron a rastrear a la ¿cita? de Javier, por internet.