𝑪𝒉. 𝟑 ⋆͛

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"He oído lo de tu ascenso. Buen trabajo, Luffy", Momonga le da una palmada suave en la cabeza cuando pasa junto a él.

Gion se ríe. "En serio, Luffy-chan, deja de hacer que los vicealmirantes se vuelvan suaves. Es perturbador verlos tan cariñosos."

"Tampoco es agradable para mí. ¡Siguen tratándome como a un niño!", se queja con un puchero.

Sasha, la capitana al servicio de la vicealmirante Gion, le da una palmada en la cabeza, copiando la acción anterior de Momonga. La chica tiene siete años más que Luffy y siempre lo trata como a un hermano menor. Como todos, ella tuvo bastantes reparos a la hora de confiar en el antiguo pirata pero no tardó en caer.

"Es porque eres lindo, Lu."

"¡No lo soy!"

"Vamos, niños, dejad de pelear", regaña la vicealmirante. "Ahora eres un teniente, Luffy-chan. Estoy feliz de que Garp-chan te haya dejado a mi cargo."

El chico sonríe con una mirada soñadora. "Voy a echar de menos a Coby y Helmeppo pero en serio, estoy tan feliz de poder perder de vista al abuelo..."

Las dos mujeres hacen una mueca. En los dos meses que lleva el chico en los Marines, nadie lo ha reconocido por sus propios méritos. Incluso después de haber salvado una isla entera cuando Garp se quedó dormido en medio de una pelea con piratas o haber capturado algunos delincuentes con nombres.

Ahora, después de ser ascendido, Sengoku le ha permitido ir junto a Gion. Ella y Tokikake son los vicealmirantes con más relación con el chico y, aunque Momonga y Dalmatian quisieron tener también al teniente en sus equipos, finalmente se decidió que Gion era la indicada.

Por supuesto, el teniente tiene que seguir las mismas reglas aunque haya ascendido. No se le permite leer periódicos o separarse de Sasha cada vez que salen al mar. A Luffy no parece importarle mucho porque rebota de emoción cuando la vicealmirante le repite las reglas antes de subir al barco.


"¡Vamos a entrenar, Sasha!"

La chica, que ha estado en la cubierta ordenando algunos papeles, mira a su joven amigo con horror.

"Ya hemos hablado de esto, Luffy, no voy a pelear contigo, eres un monstruo."

"Pero Sasha, eres una capitana", responde con obviedad.

"Eso no tiene nada que ver. Incluso cuando eras recluta eras mucho más fuerte que muchos capitanes."

Luffy suspira y corre a la vicealmirante pero ella también lo rechaza. Se arrastra desanimado al mascarón de proa y se tumba para mirar el mar.

El mascarón es la parte favorita de Luffy en todos los barcos. Es como una atracción inconsciente que siempre lo lleva allí. A veces, cuando mira el mar, oye risas a sus espaldas. Los ronquidos de un hombre a su derecha, las quejas de una mujer y la voz chillona de algo que suena como un niño. En días así, cuando siente presencias que no están ahí, su mente reproduce una y otra vez el Sake de Binks.

Se pregunta si son fragmentos de sus recuerdos perdidos o si su mente ha creado ilusiones para rellenar los huecos faltantes. Las voces fugaces suenan alegres, mucho más ruidoso que cualquier barco de marines en el que ha estado.

Por las noches, Luffy sueña con esas personas sin rostro. Sueña que lo encuentran y que lo regañan por haberlos olvidado. Ninguno de ellos lleva capas blancas o sombreros de marine pero todos lo acompañan en su lucha por la justicia y la libertad

Y cuando se hace de día, finge que no ha soñado nada.

Una vez preguntó a Gion sobre 'el antes' que es como llama a como era su vida antes de perder sus recuerdos. La vicealmirante fue más dura que nunca cuando le dijo que después de haber traicionado a la marina no tenía derecho a preguntar. Luffy no volvió a hacerlo.

RED MONKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora