𝙱𝚊𝚋𝚢 𝚙𝚕𝚎𝚊𝚜𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚎 𝚑𝚘𝚖𝚎.
La navidad es una temporada sagrada para compartir, olvidar rencores y dar la mejor versión de ti a cada paso que des, pero no para Yoon Sanha.Por supuesto que le interesa todo eso de la gentileza con el prójimo y sonreírle a cuanto extraño se le cruce en la calle. Sin embargo hay cosas más importantes que poner atención a todas las atracciones que la navidad puede traer a las calles animadas y luminosas de Seúl. ¿Qué puede ser eso? fácil, su fiesta anual navideña. La cual ha sido un completo éxito desde su creación en el dos mil quince, cuando con ayuda de sus compañeros de preparatoria, decidieron hacer algo divertido para la fecha un día antes del gran evento que año con año se celebrara de la misma manera para todos ellos; una cena en casa de la abuela, tontear hasta que el reloj de las doce, brindar por la prosperidad y abrir los regalos.
Jamás creyó que ese mismo año, cinco personas ajenas a su círculo de amistades se sumarían a la fiesta, hoy, cinco años después, el número de invitados había cambiado de diez a casi cien personas que confiaban en su buen gusto para las celebraciones, la decoración elegante, la música de jazz en vivo y la deliciosa cena, por la cual, cada uno de los presentes había pagado, pero que de igual forma preferían sobre cualquier cosa que pudieran regalarles.
Esa tarde de veintidós de diciembre, la luna estaba llena, el clima frío adornaba las calles encantadoras de la ciudad con gruesas capaz de nieve que no dejaba de descender del cielo.
Sanha había salido de casa a eso de las cuatro de la tarde, cuando el viento estaba tranquilo y no parecía que una torrencial tormenta de nieve azotaría en pocas horas. No llevaba paraguas, ni había invertido quince minutos de su tiempo para llegar al centro comercial cubierto del centro. No, había preferido llegar antes al que quedaba más cerca, el que era al exterior y cada tienda quedaba a más de cinco metros de la anterior; en ese terrible lugar se había quedado varado durante la tormenta de nieve que duró un poco más de una hora en desaparecer al menos al cincuenta porciento.
Había estado tan ocupado el mes completo, que olvidó exitosamente a Cha Eunwoo. Ese definitivamente no era su plan, no era así como él funcionaba, olvidar no era lo suyo, porqué siempre ocurría lo mismo que en ese momento y llegaba a calar en su interior con un frío incómodo, no uno que olía menta y galletas de jengibre.
La nostalgia se adhirió su cuerpo temblando de frío, mientras esperaba en Macys. Se había parado frente al gran ventanal a la espera de ver como la nieve cedía poco a poco ante las peticiones exigentes de compradores de último minuto, como él. Pero realmente no veía los pequeños copos deshaciéndose en el suelo, su mente era un remolino tremendo de emociones y pequeña tristeza. Porqué había salido con el chico por un poco más de un año y había sido maravilloso.
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𝟷𝟸 𝒟ays of 𝒞hristmas | 𝐄𝐔𝐍𝐒𝐀𝐍
General Fiction¡Qué tengas una muy festiva y muy feliz navidad! Donde Cha Eunwoo y Yoon Sanha sólo quieren la mejor de las navidades. En el siguiente libro se presentaran 12 one shots navideños, que como dice la canción 12 days of Christmas servirán como recorda...