Capítulo N° 8

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Pasó un intervalo de tiempo en el que Julia se quedó petrificada ante la reacción de aquel que se hacía llamar su marido, una media hora más o menos antes que su mente hiciera "click" para unir el rompecabezas.

Pablo entró y salió sin decir más, ella se vio en el espejo luego de que él se había ido. Su reflejo era muy distinto al de ayer por la tarde, ella se había dado cuenta que tenía problemas con ¿el alcohol? No.

No estaba mal tomar un poco demás si eso te hacía sentir bien, no obstante su marido pensaba distinto. En un intento de olvidar a Teo ella había sacado varias botellas de licor de la despensa y no sólo eso había utilizado diferentes vasos y copas mientras hablaba sola hasta quedarse dormida.

Ahora estaba un poco más despierta y vio como la persona en el espejo se encontraba en un estado desastroso, tenía un par de moretones en la cara que seguían por el resto de su cuerpo hasta las costillas -gracias al cielo había bebido tanto que no sentía dolor- sus costillas se encontraban moreteadas como el resto de su cuerpo y su cabello era un nido de pájaros.

Subió a su habitación y durmió, no quería abrir los ojos y volver a la realidad ella solo quería dormir, solo intentaba que todo fuera más llevadero.

Con el paso de las horas algo la despertó, era el ruido del timbre que resonaba y le causaba un dolor punzante en la cabeza debido a la resaca. Intentó incorporarse pero todo su cuerpo dolió, haciendo todo el esfuerzo posible bajo a la primera planta escuchando el timbre resonar y resonar.

-¿Quién es? -pronuncio con la voz rasposa.

-Julia ¡Julia!! -esa voz era la de Teo y ella no contaba con intenciones de verlo.

Su cuerpo dolía y odiaba haberse levantado por él, necesitaría calmantes y muchos.

-Abreme.. abreme por favor -la voz se suavizaba- que te hizo ese idiota. Voy a matarlo.

Julia sintió un nudo en su garganta y estuvo a punto de soltar un sollozo pero lo aguantó.

-Vete ¡Vete!.

Se quejaba en silencio, le costaba moverse y respirar dolía demás. Trató de recordar que paso anoche pero solo tenía pequeñas partes de la historia como cuando Pablo gritaba pero ella no podía recordar que, luego ella estaba en el piso y los golpes llovían así como las lágrimas en el rostro de la mujer.

-Fue mi culpa -dijo para sí- Siempre es mi culpa.

-¡Julia! -comenzó a golpear la puerta, Teo solo quería verla.

-¡Vete! -fue lo último que pronunció antes de desmayarse en la parte.

Los golpes en la puerta eran insistentes, no cesaban y Julia estaba semi consciente, de un momento a otro todo fue silencio.

Ella solo se dejó llevar y cerró los ojos, no sabía porque debía dormir pero era lo mejor. Al pasar las horas despertó.

Sacó un par de aspirinas del botiquín y las tomó con un poco de agua, le costaba mucho hacer cualquier cosa así que de manera lenta empezó a ordenar la sala que había quedado deshecha ya que tenía pedazos de vidrio, adornos y otras cosas que estaban sobre los muebles.

Luego de lo que le pareció una eternidad logro limpiar todo, lo último que recogió fueron unas rosas de aquello que parecía haber sido un ramo en primer lugar. Entonces ella sintió que realmente era su culpa, que todo se había arruinado por ella.

No se sentía con el valor suficiente para cocinar algo o para hacer más de lo que ya había hecho. Su marido por su parte comenzaba a crear una especie de realidad en su cabeza que solo lo justificaba por las atrocidades cometidas.

Teo esperaba, hizo guardia al frente de la casa de Julia, aunque la gente lo miraba extrañada. Él solo queria ver lo que habia pasado ya que ella no habia salido a trotar y tampoco había abierto las cortibas o regado el jardín.

Era triste pero ella ya tenia una rutina  programada como la de un robot y él era como un velador esperando que todo se cumpliera.

-Sal Julia, por favor -miraba al cielo aunque poco confiaba en aquel al que todos le pedían favores- Sé que no hemos hablado mucho pero déjala en paz -hablo al cielo- ella no es culpable no la hagas sufrir más.

A pesar de que su amor era genuino su situación no era la mejor, aunque no pudiera darle a ella todo lo que merecía solo quería cuidarla.

Cuando anochecio y todas las luces seguían apagadas, Teo comprendió que ni podría ver a Julia no hoy al menos.

-Solo quiero que este bien.

Se fue porque él volvería pronto y aunque deseará matarlo con sus propias manos fue la misma Julia quien le pidió que se marchará.

Pablo no quería volver a casa, sus intenciones no eran buenas.

-Es su culpa -se repetía en el auto- todo es su culpa si ella pudiera, si solo ella pudiera darme un hijo. Uno mío.

Balbuceaba ideas que eran imposibles de realizar solo para culpar a su esposa de sus futuros agravios.

Llegó a casa y al ver lo poco que pudo hacer Julia, solo se encogió de hombros.

-Al menos pudo recoger la basura.

La busco en su habitación pero no estaba allí, se sirvió un par de vasos de whisky y fue al cuarto de huéspedes para hallar a una pequeña bolita.

-Ahí estas.

Quiso besarla y ella no respondió.

-Julia -dijo en un beso- Amor.

Trató de acariciar su cuerpo y ella no se dejó.

-No.

Era todo lo que murmuraba pero Pablo estaba perdido entre lo que creía ver y lo que pasaba. Tomó unos vasos más de aquel licor solo para "tomar más valor".

-No -murmuraba Julia entre caricias y besos por parte de su marido pero éste solo la ignoraba.

La beso hasta cansarse, le dijo que la amaba que era suya pero ella mo estab consciente de aquello por la cantidad de fármacos que había tomado y a su marido no le había importado los moretones que tenía, Él solo tenia una misión y la cumplió.

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Espero que todos esten muy bien.

Nos queda poco, se que es un poco duro leer ciertas palabras. Pero son cosas que realmente pasan.

Espero que los haga reflexionar, que me regalen una estrellita.

Los quiero mucho 😁

Nada era lo que pareci

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