~NARRA PETER~
Laura salió corriendo y llorando ¿qué acabo de hacer? He perdido lo que mas me importa en esta vida.
-¿Lo sabías y no dijiste nada? -me preguntó enfadada Miriam.
-¿Por qué no hablaste con ella sobre esto? -me preguntó Lucas.
-¿Sabes qué acabas de hundirla? -me preguntó/afirmó Manu.
Todos me gritaban, menos Sonia, ella estaba callada.
-Chicos, parad, esto ahora no sirve de nada, Peter... -levanté la cabeza con ojos llorosos- ve, enamorala como llevas deseando hacer desde que la conociste, en este momento eres el único que puede hacerla feliz. -dijo Sonia con una sonrisa en su cara.
-Sonia lleva razón, ¡vamos! ¿a qué esperas? ¡corre! -gritó Miriam.
Me levanté, las abracé y corrí en la dirección la que habia corrido Laura.
Hoy hay mucha gente, será difícil encontrarla.
Llevaba ya casi media hora buscándola y nada, no estaba en ninguna parte. Recordé que un día me dijo que cuando estaba mal siempre buscaba un sitio con árboles donde se respirase aire puro para aclarar las ideas. Se perfectamente donde esta. Corrí hacía aquel parque natural que había casi a las afueras de Alicante y efectivamente, ella estaba allí sentada a la sombra de un árbol muy grande.
-¿Puedo sentarme? -pregunté tímidamente.
-¿Qué no has entendido de qué no quiero verte nunca más? -dijo ella sin girarse.
-Laura, lo siento ¿vale?, me equivoqué debí decirtelo, pero entiendeme, no sabía como ibas a reaccionar. No quería hacerle daño a lo que más me importa en esta vida.
Se levantó y se puso frente a mi, mirandome con esos ojos llenos de lágrimas que hacían que me muriese lentamente.
-Entiendeme tu a mi. Mi mejor amigo sabía que mi novio me ponía los cuernos, sabía que me dolería y aun asi no me lo dijiste. ¿Cómo crees qué me siento yo ahora? Me siento como la niña estúpida a la que todo el mundo engaña y ya estoy harta de serlo. Pensaba que tu serías diferente, que tu no me mentirías ni me ocultarías cosas, pero me equivoqué, todos los chicos sois iguales.
Empecé a llorar.
-Laura no digas eso por favor. Yo te quiero.
-¿Y crees qué yo no? Llevo enamorada de ti desde que nos vimos por primera vez, luego llegó Alex y caí en sus garras pero aun asi, yo seguía sabiendo que te amaba a ti Peter. Sin embargo ahora me entero de que todo este tiempo he vivido una maldita mentira que me ha arruinado la vida. Ya nada puede arreglar el daño que hay hecho en mi corazón, no por Alex, si no por ti.
No sabía que hacer, ambos llorabamos, le miraba a los ojos y lloraba aun más. No tenía fuerzas para seguir, sin ella mi vida no tiene sentido. La amo como jamás he amado a nadie, ella es la razón por la que cada mañana me levanto con ganas de vivir otro día, solo por ella. Si la pierdo, no sería capaz de perdonarmelo.
Al ver que no decía nada empezó a caminar para irse, pero la cogí del brazo, hice que girase sobre si misma dando media vuelta y uní mis labios con los suyos. Fue otro de esos mágicos besos en los que solo con ella mi corazón se volvía una moto de carreras en la recta final. Cuando me correspondió el beso noté como me perdonaba por aquella estupidez que había cometido, nuestros labios parecían estar sincronizados y nuestras lenguas bailaban al compás que marcaban el ritmo de nuestros corazones. Solo ella me hacía tener esta maravillosa sensación que recorría mi cuerpo, solo ella era capaz de hacerme sentir como en una nube. SOLO ELLA.
Nos separamos muy lentamente, dejamos nuestras frentes unidas, nuestras narices rozaban y veía como Laura se mordía el labio inferior.
Me estiré (porque para besarla tengo que agacharme) y la tomé de las manos.
-Te amo Laura.
-Te amo Peter.
Nos dimos un corto beso. Luego vi a los demás con los móviles en las manos.
-¡QUE BONITO! -gritó Sonia muy emocionada.
-Ya tenemos más imágenes para el video de la boda. -dijo Miriam mirando su teléfono.
-¿Habeis estado ahí todo el tiempo? -pregunté dudoso.
-Si, además lo hemos grabado los cuatro para que tengais el video de recuerdo, sois adorables. -dijo Lucas remarcando la palabra adorables mientras hacia un gesto de niño pequeño.
-Si si si, muy bonito todo, pero ahora toca pasarnoslo de lujo lo que queda de tarde, ¿no creeis? -dijo Manu.
-Manu lleva razón, vamos a pasarlo bien. -dijo saltando Sonia.
Íbamos los 6 en parejas: Miriam y Manu iban cogidos de la mano, Lucas tenía cogida a Sonia por encima del hombro y ella de la cintura a él, y yo rodeaba con mi brazo la cintura de Laura mientras ella llevaba entrelazados los dedos de nuestras manos. No podía ser más feliz, tenía a la persona perfecta a mi lado.
Ójala esto durase para siempre.
_______________________________________________________Ropa de Peter en multimedia