21 - Baile I.

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El día tan ansiado para muchos había llegado. En la sala común de todas las casas, las chicas en su mayoría, corrían de un lugar a otro, emocionadas. 

Karol respiró profundo al sentir el dolor fugaz, Cerein le estaba arreglando las cejas y no era un sentimiento agradable sus bellos arrancados ¡Dolía un infierno!, Angelique hizo una expresión de dolor mientras se secaba el cabello con la toalla tan solo verla.

— ¿No habrá un hechizo menos doloroso? —. Devoni también tenía una expresión de dolor, a la vez que buscaba unos aretes que se le cayeron debajo de la cama.

— Si, pero ver su dolor, me fascina —. Karol se levantó furiosa.

— ¡¿Como has dicho?! —. Buscaba desesperadamente entre sus bolsillos algo que jamás encontró al levantarse de golpe.

— Le pedí a Angelique que guardara tu varita. Era una pequeña broma —. La Wesley se molestó mucho más, ¿Cómo se atrevía a hacer tal cosa?

— ¡Pues tú broma me dolió! —. Se levantó de golpe, observando a Angelique quién retrocedió de inmediato —. ¿Donde esta mi varita?

— ¿ Que piensas hacer con ella? —. Tenía el presentimiento que Cerein no iba vivir para contarlo si se la daba, tal vez se pasaron un poquito con la broma. Tenía más de cinco minutos sintiendo aquel dolor.

— Solo dámela — . Respiró profundo, tratando de calmarse pero su cara ardía. Además que la risa ahogada de Devoni no ayudaba si quiera un poquito.

— Creo qué me llamaron —. Corrió a toda prisa de la habitación aún con el cabello algo húmedo. La pelirroja fue sentada con brusquedad sobre la cama, Devoni la había sentado mientras buscando un cepillo.

— Debemos terminar de arreglarte porque eres pésima para hacerlo tú misma —. No sabía si sentirse ofendida, frunció ligeramente el ceño, pero luego sonrió, no podía estar enojadas con ella por mucho tiempo.

Así transcurrieron algunas horas, pues las chicas tardaron horas en arreglarse. Angelique estaba casi tan embobada como Karol, debes en cuando sonreían para sí mismas, en especial la última mencionada que jugaba con sus dedos.

— No soy buena en estas cosas —. Confesó un poco avergonzada —, Tal vez se note — sonrió torpemente para que Cerein sonriera — ¿No es mucho maquillaje? —, preguntó acarorada.

— Solo te he hechado polvo —. Comentó con sarcasmo, mostrándole lo único que había logrado colocarle en el rostro —, pero hay que cubrir bien. Sin una buena base, es mejor no maquillarse... Además, tienes mucho acné.

— ¿De verdad? — preguntó, pero la contraria solo sonrió.

— Es broma —. Argumentó —, mi mamá me enseñó a maquillarme, siempre hay que resaltar tus atributos más elaborado. Lo tuyos son sus mejillas... Al menos en el rostro.

— Y como tal ¿Que más llama la atención en mi? Por lo general —.

— ¿Enserio preguntas?, Tú cabello —. Dijo Angelique — , es rojo por si no lo notaste.

— Me hubiera gustado tener momentos así de madre e hija — confesó, encogiéndose de hombros.

Con ayuda de Cerien pudo levantarse con aquellos zapatos, no eran muy altos pero casi tropieza con ellos. Sonrió para sí misma , sujetándose de Cerein. Lentamente se acercó hasta el espejo, cuando se miró, una sonrisa tan sincera fue presente. El vestido no era la gran cosa, pero en ella sí que lo era. Un vestido rosado pálido que hacía juego con sus mejillas rosadas, un peinado que sujetaba la parte superior del cabello a excepcion de dos delgados flequillos, mientras qué la parte inferior estaba suelto, formando ondas perfectas. Siendo su cabello muy largo, éste tenía un magnífico volumen.

— Esa, ¿Soy yo? —. Preguntó, mientras tocaba cada parte de su cuerpo, parecía una princesa de cuento de hadas. Una belleza, nunca antes se había sentido tan bonita.

— Claro que eres tú —. Devoni tenía un vestido azul cielo, con una pulsera muy hermosa color zafiro —. Tengo unos aretes que harán juego con tu traje. El cabello de Devoni estaba completamente suelto, bailando con cada pasó que daba.

— No creo que sea necesario —. Karol se apresuró a decirle pero ya lo había sacado — De verdad, no creo... —. No terminó de hablar, Angelique salió del baño con un vestido gris, con zapatos que en su vida nunca usaría, eran muy altos, o al menos eso pensó hasta que vio los zapatos de Cerein quién tenía un vestido color vino y el cabello completamente amarrado.

— Exageradas —. Cuando se dió cuenta, Devoni le había colocado los zarcillos de los que hablaba. Unos aretes largos, color rosado que hacían execelente juego —, jamás usaría tacones tan altos, caería boca abajo al bajar las escaleras... Vamos —. Tomó la mano de Karol entusiasmada para con la otra tomar la mano de Angelique quién estaba más cerca, saliendo con entusiasmo.

— ¡Esperen! —. Cerien corrió trás ellas hasta que estuvo a su paso.

La sala común estaba repleta, después de todo había acordado esperar a Cédric en la sala común. Sin embargo no lo veía entre tantas personas, sintió una mano en su hombro. Angelique
le sonrió.

— Debo encontrarme con mi cita, al igual que Cerein,  nos vemos en el baile — le guiño el ojo para retirarse

— Nunca pregunté quién te invito —. Se dirigió a Devoni quién se ruborizó un poco, jugando con sus dedos al escuchar eso de Karol.

— Ya lo sabrás ¿No? —. Dijo un poco nerviosa, algo extraño en ella —. Bueno... Es de otra casa así que debo, ya sabés... Encontrarme con él, tu... Creo que Cédric está por allí. Nos vemos, y suerte con la apertura del baile.

Había olvidado por completo la apertura, sintiendo el corazón en su garganta. Antes de poder responder, Devoni se había ido. Sintió un empujó de parte de una  chica que se disculpó, alzó la mirada un poco pero con tantas personas no lo encontraba.

Sintió cómo la empujaron con delicadeza, saliendo del bullicio y  emoción siendo que cada quien buscaba su pareja. El calor de aquellos brazos hicieron que levantará la mirada, topandose con una hermosa sonrisa.

Cuando se separó de él logró mirarlo. ¿Se podía ser más guapo?, Pues si, increíblemente Cédric Diggory se veía extremadamente guapo con aquel traje de gala, dejándola sin aliento, además de aquella sonrisa que le dirigía únicamente a ella.

— H-hola — . Logró tartamudear, sintiendo cómo los ojos grises del masculino le analizaban lentamente con su mirada.

— Nunca antes había entendido la diferencia entre bonita y maravillosa. Ahora lo entiendo —. Sonrió mientras recogía un pequeño de mechón sobresaliente, las mejillas de Karol nuevamente estaban rojas como siempre cuando estaba con él.

El contrario extendió su brazo para que está lo tomara, sintiendo múltiples miradas de la mayoría, sobre todo, miradas asesinas de parte de ciertas admiradoras por así decirlo.

Aunque importaba poco cuántas admiradoras tenía, solo importaba ese momentos en el que Diggory extendió su brazo y Karol lo tomó, porque en ese momento sintió que jamás debía soltarlo, era incapaz de hacerlo. Ambos caminaban al mismo paso, así que importaba poco, porque era ella quien caminaba a la par de Cédric Diggory.

A love for eternity (Cedric Diggory X Tu) [Pausada Por Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora