39 - Epílogo.

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     Despertó en medio de un ligero dolor de cabeza por haber estado enferma la noche anterior hasta el grado de tener fiebre, al momento de abrir los ojos tardó en acostumbrarse que la vista adaptara los claros del sol colando por su ventana que le causaba más jaqueca, era mucha luz para alguien que se estaba recuperando de una fiebre y cubriendo con su antebrazo para no ser lastimada más resolvió el problema.

     Escuchó el rechinar de la puerta sabiendo con exactitud de quién se trataba por entrar así a su habitación, estaba segura que Andrómeda jamás entraría así a la habitación pero lo confirmó al escuchar el sonido de su voz.

     — Lo siento, olvidé cerrarlas —: Aseguró con su voz gruesa escuchando como cerraba las cortinas, finalmente la luz se había ido así que estiró ambos brazos lado a lado de su cama — ¿Estás mejor? — preguntó el hombre que se acercó hasta ella sentándose en el otro extremo de la cama.

      — Tengo un molesto dolor un cabeza — susurró acostándose de costado, mirando con atención a su esposo con quién vivía hace once años quien había conocido en Hogwarts y miles de circunstancia los había unido a ambos, ahora eran inseparables.

      — Esos son los revise secundarios que se quitan con un buen baño, un buen desayuno y tomando medicina no peleando con los rayos del sol — sonrió entonces causando que Karol inflara sus mejillas enojada — a no, no le mires así. Hoy tenemos que ir con tu madre a preparar el cumpleaños de Fred y Georges ¿Recuerdas? — preguntó alzando una ceja — y dijiste que tendrías listo el nuevo producto de la tienda de bromas, así que si te sientes mejor... Tómate tu medicina.

       Karol se sentó cruzando los brazos. Al parecería era posible ser más guapo con el tiempo, él estaba más alto con un traje elegante o tal vez su sola presencia era elegante y sus cabellos eran mas abundante pero peinados prolijo amente.

      — ¡Esa poción sabe espantosa! — gritó la mujer — lo haces aproposito.

      — El curandero dijo qué debés tomarla — afirmó Diggory con una sonrisa.

      — Tu eres el curando, quieres matarme — estaba haciendo un berrinche y ella estaba muy adulta para eso.

       Cedric soltó una risa ante esa actitud mirando las facciones de Karol, así como estaba ahora se veía idéntica a la chica de Hogwarts menor a él de quién se quedó perdidamente enamorado. Aunque sus cabellos estaban mas largos y abundante y su cuerpo mucho más desarrollado seguía teniendo esa pequeña esencia que la caracteriza.

      Cuando terminó Hogwarts y decidió dedicarse al área de la medicina en el mundo de los magos aunque su padre quería que siguiera el puesto que él tenía en el ministerio, no obstante tampoco fue que discutieron por ello, Amos acepto las decisiones de su hijo importar que implica, simplemente estaba orgulloso de cada logro de su único hijo. Fue cuabk estudiaba su segundo en esa área cuando Voldemort atacó con su ejército y participó al igual que Karol quien estudiaba en su último año de Hogwarts. La guerra dejó muchas víctimas, Fredy ella hubieran sido una de ellas pero gracias a que Karol lo empujó con brutal fuerza lastimandose ambos durante el derrumbe que casi les quitó la vida a ambos, además de la rápida respuesta de Cedric al curar las heridas que estos lograron seguir con vida, afortunadamente.

      — Vamos, debes mejorar — dijo entonces con una sonrisa, ella volteó la mirada porque si lo miraba iba a ceder, él lo supo al instante de no hacer contacto con él.

       — Entonces no iremos con los Weasley, bueno... — dijo tristemente cuando de pronto le dió un beso, juntando los labios de él con los de ella que devolvió con mucho gusto, uniéndose en un apasionado beso.

A love for eternity (Cedric Diggory X Tu) [Pausada Por Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora