22- Baile II

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Era uno de los centros de atención, simplemente no podía creer lo nerviosa que se sentia ya qué Karol no estaba acostumbrada ser el centro de atención de nadie. Tomar del brazo a Diggory le daba algo de confianza pero ni si quiera eso le quitaba las ganas de vomitar.

— Tranquila, lo harás bien. Eres una excelente bailarina —. Le guiño el ojo a la vez que le sonreía, sintió como el corazón quería salirse del pecho. Afortunadamente sus manos estaban firmes y poco temblorosas al tener de dónde apoyarse.

Las manos le sudaban y las piernas querían fallarle sin embargo le sonrió a Cédric de vuelta tratando de tener más confianza en ella misma.

— ¿Karol? —. Cuando la pelirroja observó a su primo simplemente comprendió que no tenía nada de qué avergonzarse. Ron Weasley tenía un horrible traje de gala demasiado anticuado, a su lado estaba una chica de Ravenclaw que nunca antes había visto aunque al ser nueva en el lugar no conocía a muchas personas qué no sean de su casa. También estaba Harry con su acompañante que al percatarse bien, noto qué eran hermanas. —. ¿Vienes con Cédric Diggory? — preguntó en un tono un poco chocante.

— Si... Te ves — pensó por un momento decirle algo positivo para que dejará de sentir vergüenza pero no le salía nada — elegante —. Sonrió con amabilidad — hola, Harry.

— Hola —. Antes de continuar la conversación hubo un silencio en el lugar. Todos miraban o al menos la gran mayoría a un lugar en específico.

Karol dirigió la vista a Hermione Granger quién lucía más hermosa que una diosa egipcia. Su sonrisa perfecta al igual que un excelente peinado, no solo eso, Viktor Krump le tomo la mano para guiarla escuchando los susurros de las personas.

— Qué hermosa —. Susurró Karol, era sorprendente el cambio que obtuvo Hermione para el baile. Ahora sabía quién fue que la invitó.

Parecía no poder escapar de las sorpresas porque a los segundo la profesora Mcgonagall dió inicio al baile. Tragó grueso mientras dejaba escapar un suspiro desde su nariz.

— Vamos —. Dijo el masculino con confianza mientras la guiaba. Al lado estaban los cuatro campeones, Hermione le saludo con la mano un tanto nerviosa sin dejar de soltar el brazo de Viktor.

Harry Potter estaba más nervioso qué ella o al menos eso se notaba en la mirada. Cuando dirigió su vista a Fleur Delacour está le miró con desagrado mientras desviaba la mirada.

¿Cuál es su problema? —. Preguntó en su mente un poco desconcertada.

Cédric tomó sin percatarse la cintura, obligandola mirarle en sus grises ojos donde se perdió por completo. La delicada mano se posó en su hombro, tenía que alzar bastante la cabeza por lo alto que era el joven.

— Yo te guío —. Le afirmó al escuchar la música. Inmediatamente se dejó guiar dejando a sus pies tomar mejor confianza.

No supo si bailaba o no bien, se conformó con saber que no piso a nadie. No podía despejar sus ojos de los contrario, sintiendo sus mejillas rojas pero se negaba a desviar la vista. Era un momento mágico que automáticamente capturó sin dudarlo y lo recordaría eternamente. No todos los días bailas con el chico que te gusta ¿O si?

La música paró al igual que el baile de apertura. Comenzaron finalmente el concierto y la diversión como tal, le resultó más fácil bailar el resto ya que nadie le miraba. Ambos no dejaban de reírse por lo divertido qué era bailar.

— Ven —. Cédric la tomó de la mano para guiarla fuera de la multitud. El ruido llegaba a ser aturdidor pero se iba disipando. El lago estaba brillante por los rayos de la luna, la música se escuchaban distante.

— Eso fue muy divertido —. Expresó con alegría, nunca se había sentido tan feliz, sabía que el estar con Cédric Diggory le llenaba de dicha pero esto iba a otro límite.

Fue así como ambos comenzaron a caminar sin dejar de hablar de cosas triviales, sobre sus amigos y familiares. Podía observar el perfil de Cédric Diggory mientras sus ojos eran iluminados por los rayos lunares, era una imagen tan perfecta para sus ojos.

— Cuando sonríes así, te ves mucho más hermosa —. La pelirrojo se sobre-exalto ligeramente por la repentina confesión.

El más alto se detuvo cuando lo dijo quedando finalmente al frente. Parecía algo nervioso aunque no mucho, solo sonreía tratando de mirar otro lado pero al final terminaba mirándola.

— G-gracias —. Dijo jugando con un mechón de su cabello, trató de mirarle a los ojos y responderle sin tartamudear pero todo termino sin éxito alguno.

— Karol yo... —. Pensó como decirle a la chica lo siguiente pero solo se colocaba más nervioso y más cuando los ojos brillantes de la más baja no dejaban de mirarle.

— D-dime —. Sus palabras eran más entrecortada con la belleza qué tenía frente a ella. El cabello pelirrojo se veía naranja por los rayos de la luna. La música se escuchaba distante escuchando se mejor el sonido de los grillos.

Las palabras del Hufflepuff se quedaron trabadas para decirle , el movimiento fue el que se apoderó de él. Ambas manos tomaron el rostro femenino, los ojos de la pelirroja se dilataron y el pigmento rojizo se apoderó de todo su cuerpo al verlo inclinarse más hacia ella.

Poco a poco el rostro quedaba más cerca, quedó completamente inmóvil observando aquella acción que tardaba demasiado para su parecer. Sus respiraciones combinaron por la repentina cercanía, finalmente los labios ajenos tocaron los suyos.

Sus piernas fallaron al sentirlo, no sabiendo como se mantuvo en pie. Tal vez fue por el hecho de que con ambas manos lo tomó de los hombros, regresando de forma torpe el beso.

Las manos le temblaban mientras que el corazón quería salirse del pecho, cerró los ojos para sentir todas las emociones combinadas que le gustaba.

Se separaron y nunca antes había maldecido el aire como ahora. Los rostro estaban cercanos recuperándo su respirar, se miraron nuevamente para que el masculino sonriera, regresó la sonrisa con timidez. Nunca antes había besado y sentía tanta vergüenza en este momento que no sabría describirlo.

— Karol..., Eres la chica más tierna, divertida, amable y leal que he conocido. Siempre te preocupas por otros y eres increíblemente talentosa y inteligente... — sonrió con orgullo mientras peinaba un mechón pelirrojo que sobresalía —... Tú realmente me gustas.

No supo cómo tuvo las fuerzas para no desmayarse, ningún chico pensó eso de ella. Nadie nunca le había dicho cosas tan bonitas y en estos momentos corresponder los sentimientos que hace poco se enteró qué tenía. Sonrió con alegría como nunca antes lo había hecho, el corazón se regulaba.

Abrazo delicadamente al masculino ocultando su rostro que ardía más que un mar de fuego.

— También... Siento lo mismo... Me gustas, pero estaba tan asustada que no me correspondieras que... —. La tomó de ambos hombros par mirarle el rostro.

— Es imposible no enamorarse de ti —. Entonces volvió a besarla , sintiendo cómo el tiempo se detenía.

A love for eternity (Cedric Diggory X Tu) [Pausada Por Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora