El olor a hospital en la mañana ponía nerviosa a Adora, es más molestia que nervios lo que siente la chica.No soportaba tanto ese lugar, aun así por bien de su salud tanto como física y mental tenía que asistir.
Pasar a la sala para que le tomaran sus datos antes de tomar su cita era algo estresante para ella.
- Señorita....Adora?....- susurraba mientras aseguraba que ese fuera su nombre aclarándolo casi de inmediato por el asentimiento de la rubia- oh!..al parecer su doctor fue cambiado- la rubia quedó perpleja ante esto, acaso eso era posible?- piso dos, consultorio 10, aquella que está sola en una esquina- la chica siguió revisando historiales clínicos ajenos.
Adora por otro lado seguía pensando en su nuevo cambio clínico pasaba por los pasillos sin prestar atención a las personas con las que se iba topando.
Llego al piso indicado al igual que el lugar, tal y como la chica lo había mencionado ese lugar estaba desolado, alzó sus hombros en señal de poca importancia y entró al pasillo en camino al consultorio.
Quedó quieta durante tres minutos parada en frente de la puerta, siempre era casi difícil hacer esto, tomando aires de donde no tenía tocó la puerta con golpes suaves.
Espero impaciente al otro lado de la puerta mientras levantaba su mano para golpear nuevamente la puerta y verificar que alguien se encontraba en ese sitio, pero al instante en que lo iba a hacer la puerta se abrió de golpe dejando ver a una mujer de test morena un poco más alta que la rubia, castaña con una cola alta y ojos de diferentes colores, muy lindos en opinión de Adora.
Aquellos ojos se encontraban detrás de unos cristales mirando atenta a los papeles que cargaba en sus manos.
-pasa...-se oyó en un murmuro proveniente de la mayor.
Ambas pasaron adelante, Adora tomó asiento en la cama clínica esperando ser atendida con su chequeo semanal.
Miraba detenidamente todos los detalles de aquel gran cuarto deteniéndose en la figura de aquella chica quien la iba a atender.
Observó como estaba inclinada mirando unos cuantos registros en su computadora, la rubia trato de desviar la mirada de aquella vista pero le resultaba difícil, se sonrojó aun más al notar como la chica se inclinaba más y su falda se subía.
-vaya...pero mira que tenemos aquí...- mencionó de la nada la castaña al verificar el nombre de su paciente- hey Adora~- volteó mirando por completo tomando a la chica por sorpresa quien desvió la mirada torpemente.
Adora quedo por un segundo pensando mientras calmaba a su corazón, esa voz y como dijo su nombre le trajo de inmediato a la mente quien era esa chica.
Sabia que esos ojos se me hacían familiares.
-Catra?- preguntó con una expresión sorprendida que fue reemplazada de inmediata a una avergonzada e intimidada- así que eres tú...-
Adora no tenía idea que su amor platónico de su infancia estaría aquí.
Ambas se conocieron hace ya unos años, Catra cuidaba de Adora y la casi adolescente rubia había quedado fascinada por su niñera tan ardiente y mayor.
Así es como había tachado a Catra, solo tenía 16 y ya tenía sueños "raros" con aquella chica unos cuantos años mayores que ella.
-jamás pensé verte de nuevo a pesar de que te busque por todos lados, redes sociales, números telefónicos...- dijo la castaña sentandoce en su escritorio mientras ponía aun más nerviosa a la rubia- pero mira cuanto has crecido ahora eres toda una mujer, que bueno...- susurró esto último mientras se acercaba a ella inspeccionando a la menor.
-pues....recién acabo de cumplir mis 19 que te puedo decir- la rubia se mantenía estática ante la mirada coqueta de Catra- y veo que tu lograste conseguir trabajo como doctora- mencionó mientras miraba como la castaña se regresaba a su escritorio para tomar unas cuantas cosas y realizar el chequeo.
-así es! Fue difícil pero lo logré, hoy te toca tu chequeo semanal- tomo la carpeta y un palito de esos que parecen los de helado para poder revisar su garganta-debi suponer que eras tú cuando me dieron tu nombre, pero entré en dudas, admito que me ilusione un poco cuando me lo pasaron- siguió con la revisión diciendo las palabras sin cuidado alguno.
Adora escuchaba atentamente recordando los sentimientos que alguna ves quisieron irse.
Respiro hondo observando como Catra le decía que se quitara la camisa para poder inspeccionar sus latidos y pulmones.
Aquella cosa metálica estaba fría como siempre dándole un escalofrío al cuerpo de la rubia por su toque acompañado de un ruido saliente de su boca.
Adora exploto en sonrojes tapándose casi inmediato la boca, olvidaba lo muy sensible que puede llegar a ser su cuerpo.
-lo-lo siento, yo...- Adora no podía responder nada sin tartamudear.
-vaya, veo que aun eres igual de sensible- Catra sonrío maliciosamente mientras jalaba a la rubia más hacia el filo de la cama y seguía recorriendo el cuerpo ajeno con aquella cosa fría.
Adora miraba al piso mientras sus mejillas ardían aun más por cada toque que Catra hacia, sus manos estaban igual de frías por el ambiente o quizás ella estaba muy caliente.
Trato que controlar a su cuerpo como pudo.
-sabes...cuando cuidaba de ti solías mirarme de la misma manera, me parecías tan linda cuando te sonrojabas...- susurraba la morena mientras se acercaba al rostro ajeno haciendo abrir los ojos de sorpresa a la rubia- sabia que me mirabas, yo sabia cómo me llamabas y sabía lo que sentías por mi, lamentablemente eras muy pequeña para mi aunque aveces hacías que perdiera mi cordura, pero ahora...- la castaña dejo de hablar y apego sus labios con los de la otra depositando un dulce beso que no tardo en convertirse en uno húmedo.
Adora correspondió totalmente envolviendo a la contraria por su cuello con sus brazos mientas Catra apegaba aun más a la rubia a su cuerpo.
Abrió aun más las piernas de la otra intensificando el beso, pasó sus manos heladas por todo el cuerpo ajeno nuevamente acariciando posesivamente la cintura de la rubia.
Mientras jugaban con sus lenguas Catra paro dejando a Adora un poco mareada y despeinada, bajo los besos hasta su cuello depositando pequeños y delicados besos en el.
Adora suspiraba y jadeaba tratando de callarse con su mano estaba perdiendo la cordura, no sabía lo que la castaña estaba haciendo con su cuerpo que la hacía sentir tan bien.
Sintió como la lengua de la morena saboreaba su cuello y su mano bajaba hacia su pantalón, trataba de no ser tan ruidosa pero se le estaba complicando.
Catra no se preocupaba tanto solo estaba centraba en sentir el sabor de la rubia, aquel que anhelaba ya hace unos años, abrió su boca a unos centímetros de el cuello ajeno para luego succionar aquella zona sacándole un grito ahogado a la contraria.
Había pasado años buscando a Adora no la podía sacar de su cabeza y ahora que la tenía de vuelta no la iba a dejar ir.
Siguieron con lo que tenían mientras Catra agradecía que le hallan dado un consultorio tan alejado a los demás.
Ya al terminar Adora salió de ese lugar con una curita en su cuello, nuevo número a su lista de contactos y una cita.
El olor a hospital por la mañana ya no le parecía tan malo.
Bien! Aquí estoy con este nuevo capítulo ámenlo y aprécienlo, estaré muy ocupada y quería actualizar por aquí por lo menos mi otra historia pronto tendrá nueva actualización, espero y les haya gustado, los amooo.
Bay!
ESTÁS LEYENDO
30 días OTP (Catradora)
Fanfiction¿Que ocurre cuando ocupas muchas ideas en la cabeza y tienes una obsesión con un ship lésbico? Esto ocurre. Para los que no saben qué es un 30 días OTP, son historias contadas con una acción como tema principal, no se si lo estoy explicando bien, s...