VIII

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Continuaron con su viaje, Gin había logrado rastrear la espada, por lo cual caminaron siendo guiados por el ave de alas plateadas, avanzaron un buen tramo hasta que llegaron a un valle, en el cual no pudieron ver nada debido a la espesa niebla del lugar. Un respaldor se veía a lo lejos y no era por las alas del halcón, la espada estaba allí, por fin habían dado con ella... Pero había un gran problema.

— Ese sonido pertenece a un Golem — sentenció el joven ciego.

— ¿Cómo le haremos para tomar la espada? — pregunto Denki mirando aquel obejo incrustado en una grieta.

— Tengo un plan, Bakugo, Kirishima, Iida y tu Denki sujetarán a Shouto y tu Shouto me sujetarse a mi.

— Entiendo... — dijo el bicolor — Como una cadena...

— Exactamente.

— Esta bien, pero no prometo no dejarlos caer — advirtió Katsuki mientras las otras cabezas le miraban regañándolo.

Con un poco de dificultad, el dragón de cuatro cabezas sostuvo de las piernas al bicolor y este sujeto al peliverde, tuvieron que bajar un poco para poder estar a una buena distancia con la espada, sus manos temblaban, un movimiento en falso y todo se convertiría en desastre. Se balanceaban de un lado a otro suavemente, iba todo muy bien, pero en un momento Midoriya se resbaló y calló... O eso hubiera pasado si no fuera por la rápida reacción de Todoeoki, quien sacó su bastón y alcanzó a hacer que se suspendiera de allí, el peliverde soltó todo el aire que había contenido en el breve momento. Su mano alcanzó la empuñadura, intentó sacarla, mas estaba atascada...

Fuertes pisadas lograron llamar la atención de Iida, rápidamente giro su cabeza hacía uno de los huecos de la cueva y para su horror se encontró con All For One, este venía acompañado con algunos de sus seguidores, estos tras recibir las ordenes de su jefe corrieron hacía los chicos que trataban de tomar Escalibur. 

— ¡Date prisa! — gritó el heterocromático para después silbar, así dándole la orden de atacar a su fiel halcón — El pecoso tomó con sus dos manos la espada, jaló con fuerza y cuando por fin logró sacarla un potente rugido resonó alrededor — El Golem despertó... ¡Rápido súbanos hay que huir!

El dragón con manos escurridizas subieron a los dos jóvenes, cargándolos se fueron corriendo de ese lugar, una de las armas fue lanzadas en su dirección, pero el bicolor logró golpear una de las plantas mágicas del lugar, logrando que esta se tragará el arma. Dos de los secuaces del hombre desfigurado corrieron tras ellos, mas los dos se defendieron de los ataques que recibían.

— ¿Cuánto falta para salir? — preguntó el ojiesmeralda.

— No lo sé, Midobro, este lugar es como un laberinto — respondió agitado Kirishima.

— Si tan solo pudiéramos lanzar fuego — se quejó para si el de escamas cenizas.

Faltaba poco para poder salir de aquel lugar, los chicos le pidieron al dragón que los bajaran, rápidamente hicieron una trampa, Gin se colocó en un rincón oculto de aquel lugar para poder dar la señal, Izuku y Shouto colocaron un liana para hacer tropezar a los soldados, el chillido del ave les advirtió a todos que se pusieran alertas, los dos humanos tensaron la gruesa planta e hicieron que los guardias le dieran un beso al suelo, acto seguida el dragón se sentó encima de ellos.

— ¡Qué buen trabajo hicimos! — exclamó Denki con una gran sonrisa dejando ver sus afilados dientes.

— ¡Así es! — siguió Kirishima — Realmente me asuste, pensé que íbamos a dejarlos caer o que moriríamos.

La criatura avanzó en solitario hablando entre sí, el halcón se posó en el hombro de su dueño acariciando su mejilla con su cabecita llena de plumas, los dos humanos caminaban lado a lado en un silencio acogedor.

— ¡Allí esta el castillo! — exclamó el ojiesmeralda corriendo un poco para poder ver mejor aquel enorme pueblo.

— ¡Genial! ¿Y ahora qué? ¿Cómo sabremos que no nos atacarán cuando entremos? — dijo con desconfianza Katsuki.

— Deberíamos de dar una presentación adecuada y cordial para que nadie se asuste — comenzó a decir Iida.

— ¿Shou-chan? — el de rizos se acercó al mencionado — ¿Qué dices? 

— Digo que se deben ir ahora, es mejor que lleguen antes del anochecer y le entreguen la espada al Rey All Might.

— ¿Qué? ¿Tú no vienes? — preguntó sorprendido y un poco desilusionado Izuku — ¿Por qué?

— Porque les daré ventaja, seré el cebo de ellos, así que váyanse ahora — el bicolor escucho un ruido a su espalda y rápidamente se puso en alerta — Váyanse, los alcanzaré después.

El halcón de alas plateadas alzó vuelo, llamando la atención de los perseguidores, Shouto corrió, así siendo visto por los soldados, quienes no tardaron en perseguirlo, a lo lejos le veían el dragón de cuatro cabezas y el peliverde. Midoriya no pudo evitar sentir preocupación por el ciego, ¿y si se lastimaba? ¿Y si lo alcanzaban? ¿Y si lo mataban?

— Tranquilízate, tarado — le dijo Bakugo —. Recuerda que él ha vivido solo en este bosque por mucho tiempo, lo conoce a la perfección pese a ser un ciego.

— Kats tiene razón, Midobro, si no nos vamos ahora su esfuerzo no habrá válido nada.

— Sí... Vamos a rescatar Camelot...

Así emprendieron nuevamente su viaje al centro del reino.

...

Hola, ¿cómo están? Espero que bien, primero que todo quiero disculparme, tuve un gran bloqueo con esta historia, pero por fin pude terminar con este capítulo, el próximo será el último... O tal vez el penúltimo por si se me ocurre hacer un epilogo, ¿qué les pareció? ¿Le falto algo? ¿Más desarrollo? ¿Qué creen que pasará ahora? ¿Qué ocurrirá con Shouto? ¿Midoriya y el resto lograrán llegar a Camelot y entregar la espada a salvo? ¿Qué pasó con el Rey y la madre de Izuku? Déjenlo en los comentarios. Recuerden comentar, votar y disfrutar.

Nos vemos en otra historia...

Kurenai-kun...

La persona de mil rostros...

La Espada Mágica (TODODEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora