VI

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Las flechas volaron como aves, dirigiéndose con determinación hacia ellos y el espeso líquido de un intenso carmesí se deslizaba por la hoja de la espada. En un acto de cobardía Shouto fue atravesado por la espada perteneciente a All For One, este mismo se encargó de eso. Para el pecoso pareció ir en cámara lenta, el como la cara del bicolor se deformó de dolor, el como cayó al suelo agarrando su abdomen, el como el antiguo caballero levanto su arma para atravesar una vez más al joven y darle la muerte. el dragón de cuatro cabezas intervino a tiempo, tiró una piedra a la cara del villano, haciéndolo retroceder — debido a que le llegó a los ojos —. Sin embargo la espada resbalo de sus manos y — producto a la gravedad — cayó encima del chico ciego de todos modos, este dio una grito de dolor. Como si eso lo hiciera reaccionar, con una gran velocidad, Izuku, se acercó al herido y lo alejo del enemigo.

— ¡Corran! — gritó el peliverde ayudando a Todoroki.

El ave de alas plateadas se acercó al líder y sus secuaces cegándolos por un rato, gracias a eso pudieron escapar sin dejar un rastro. Ya cuando estuvieron muy lejos del lugar de la emboscada, encontraron una cueva oculta en una cascada. Avanzaron con cautela y recostaron al heterocromático herido. 

(La cueva como la imagen de arriba) 

— Por favor, busquen madera, necesitamos mantener caliente a Todoroki-kun — pidió.

— ¿Y por qué no lo haces tú, nerd? Se nota que tienen química — dijo como si nada el dragón.

— ¡KATSUKI! 

La criatura se fue discutiendo sobre la imprudencia de su hermano, Midoriya se quedó un tanto avergonzado por lo dicho, pero su prioridad ahora era su "amigo". Retiro el arma aún incrustada en el con mucho cuidado y presiono las heridas, los gemidos de dolor salieron de la boca del chico de la cicatriz. El peliverde buscó entre sus bolillos algún pedazo de tela para el volver las profundas y mortales heridas. Con pena, le sacó la camisa y el chaleco al bicolor, dejando su torso a la vista, con suavidad colocó las vendas, pero sabía que no sería suficiente.

— T-T-Todoroki-kun... Voy a ir a buscar por la cueva algo que te ayude, t-t-tal vez encuentre una planta m-mágica.

Como respuesta obtuvo un quejido. Corrió desesperado por el lugar, buscando algo. El miedo lo consumió, el rostro de dolencia del heterocromático le daba pena y — de alguna manera — dolor. Ya cuando sus esperanzas se estaban acabando encontró un pequeño arbusto de hojas moradas, la reconoció al instante, ¡Esa era la planta que estaba buscando! Sin perder el tiempo tomo unas cuantas hojas y fue a buscar al joven.

Cuando llegó, Shouto se encontraba completamente pálido, la respiración era muy lenta y su temperatura comenzó a disminuir. Pero que idiota soy, pensó el pecoso al darse cuenta que no lo cubrió.

— Todoroki-kun t-t-tranquilo, en-encontré la planta, p-por favor... Por favor resiste un poco más — decía quitando torpemente la tela, pero no recibió respuesta del contrario, ni siquiera un quejido — No, no, no, no... Por favor... Por favor ¡Quédate conmigo, Shouto!

Puso las hojas previamente machacadas en los horribles cortes. Sin embargo, nada pasó... El bicolor seguía muriendo. Izuku acercó el flácido cuerpo para darle calor, sin dejar de apretar, entre lágrimas rogaba de que el bicolor se mejorara, mas nada ocurría. Entonces el joven volvió a respirar tranquilamente, la temperatura volvió a ser la de antes, las heridas se cerraron mágicamente dejando dos pequeñas cicatrices y los hermosos ojos dispares se abrieron mirando a la nada.

— ¿M-midoriya? — preguntó con dificultad.

— S-s-sí, Shou-chan... Estoy aquí... No te preocupes... Estoy aquí — con mucho cuidado, apoyó la cabeza del chico en sus piernas — Estarás bien... Necesitas recuperar energías... — las lágrimas siguieron bajando por sus regordetas y suaves mejillas al recordar el por qué de la situación — Lo lamento... L-lo lamento m-m-mucho... Si me hubiera callado en vez de reclamarte y echarte la culpa de todo por algo que no podías controlar... No hubieras pasado por ello... Lo lamento, Shou-chan...

— No te preocupes, Izuku... — dijo el ciego buscando a tientas el suave rostro del peliverde — No te preocupes... Ya estoy bien y por lo menos nada malo te pasó... Y por lo que dijiste allá era producto de la ira, lo entiendo perfectamente.

Izuku lloró con mayor intensidad al escuchar las palabras de Shouto, lo perdonó a pesar de casi haber muerto por su culpa. Los hipidos se hicieron oír y las palabras de lamento salieron atropelladas de la boca de Midoriya, mientras el sereno Todoroki, con una leve sonrisa, acarició los rizos en forma de consuelo. Lo que no sabían ambos, es que la hierba que curó al de la cicatriz solo la podían ocupar las almas gemelas... 

...

Hola, ¿cómo están? Espero que bien, bueno... Aquí esta el nuevo capítulo ¿qué les parece? Esta escena la hice un poco más dramática que en la película, ¿le faltó algo a este capítulo? ¿Qué creen que pasará en el próximo? ¿Se acercarán aún más estos dos? Déjenlo en los comentarios... Recuerden de comentar, votar y disfrutar.

Nos vemos en otra historia...

Kurenai-kun...



 

La Espada Mágica (TODODEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora