Sabriel (voy a poner los ships aquí arriba, ¿ok?)
Sampunzel
Había una vez una pareja de campesinos llamados John y Mary que vivían en en el campo. Tenían todo lo que querían, pero estaban desconsolados porque no podían tener hijos. Un día, por fortuna para ellos, Mary quedó embarazada, y los dos se alegraron mucho por ello. Pero no todo lo bueno dura para siempre, y a la señora le empezaron los antojos de embarazada. Ocurría que al lado de su casa vivía un viejo llamado Azazel que tenía un huerto que solo de verlo te alegraba el día. Tenía todos los vegetales ordenados en filas y colores, los regaba y les cantaba para que crecieran fuertes y saludables. Pues a Mary empezaron a hacerle tilín unas lechugas que tenía la señora en el huerto, y cada vez que pasaba por delante le parecía que estas la llamaban por su nombre. Así que en vez de llamar al anciano y pedirle unas cuantas lechugas, Mary convenció a su esposo John para que por la noche saltara a su casa y le robara una lechuga. John, que quería que su esposa estuviera contenta y sin pensar mucho en las consecuencias, hizo lo que le pedía. Saltó y cogió una lechuga, que Mary se preparó en ensalada y devoró en un abrir y cerrar de ojos. Como le había parecido tan buena, el antojo se le hizo aún mayor, y consiguió volver a convencer a John de que le robara otra lechuga al anciano. Esa noche, justo cuando estaba a punto de arrancar la lechuga, una luz le apuntó en la cara y el anciano gritó:
-¡Ja! ¡Te pillé, ladrón de pacotilla! ¿De verdad creías que podías robar en mi huerto perfecto, a uno de mis bebés, sin que yo me diera cuenta?
-¡No me mates, por favor!-gritó John-¡Mi esposa está embarazada!
El viejo vaciló. Había pensado en hacer picadillo al hombre y echárselo de abono a sus bebés, pero siempre había querido tener un niño de verdad (no solo verduras), y el señor le estaba poniendo la oportunidad en bandeja.
-Bien, así que un hijo ¿eh?-le dijo haciendo una sonrisa horrenda-Pues te dejo que te lleves todas las lechugas que quieras si a cambio me das a tu bebé.
John no se lo pensó mucho y le dijo que sí, demostrando lo buen padre que era. Cogió una lechuga y regresó a su casa sin contarle a su esposa el trato que había hecho.
El tiempo pasaba y la panza de Mary iba creciendo, mientras ella se atiborraba a lechuga y ensaladas. Cuando por fin dio a luz, le salió un niño muy dulce y gracioso, sus padres decidieron ponerle Sampunzel, pero solo decir eso, apareció el viejo en su casa con una pose diabólica. Los paralizó a los dos y cogió al bebé, que al ver a semejante espantajo se echó a llorar. Azazel dijo:
-¿En serio te creías que no iba a mantener mi promesa? Quemaría a tu esposa en el techo, pero sería muy cliché, así que me llevaré a tu hijo y no lo volveréis a ver nunca. ¡Jajajajajaja!
Así que Azazel se llevó al pequeño Sam y lo encerró en una torre sin puertas ni escaleras, donde solo podía visitarlo él. Sam creció y se convirtió en un chico muy guapo, con una cabellera preciosa trenzada y con reflejos caoba que le llegaba hasta el suelo desde la torre. Cuando el viejo quería subir, le gritaba desde abajo:
"¡Sampunzel, Sampunzel, deja caer tu pelo!"
Y entonces el viejo trepaba por el pelo hasta llegar a la torre. ¿Por qué no se compraba una escalera plegable? Nunca lo sabremos. Siempre que llegaba a la torre le traía lechugas, ya que el chico estaba loco por ellas, y luego volvía a irse. Resulta que el príncipe Gabriel, en uno de sus muchos paseos por el bosque pasó por al lado de la torre donde se encontraba Sam, y vio como un joven bellísimo salía a leer al balcón. Obviamente se enamoró de inmediato, pero como no veía ninguna puerta por la que entrar hizo lo más lógico que se le ocurrió: se subió a un árbol y esperó a que pasara algo. Estaba empezando a aburrirse cuando vio que un viejo horroroso llegaba al pie de la torre y gritaba:
"¡Sampunzel, Sampunzel, deja caer tu pelo!"
Y al momento una cantidad de pelo impresionante caía desde arriba, la cual el viejo usaba para practicar escalada. Al cabo de un rato el viejo se fue, y Gabriel aprovechó para salir e imitar al viejo. Gritó:
"¡Sampunzel, Sampunzel, deja caer tu pelo!"
E inmediatamente el pelo cayó, y Gabriel subió por él. Cuando llegó arriba, vio al chico que se había asomado a la ventana, que lo miraba con cara de pasmado. Él gritó:
-¡No soy un violador!
El otro lo miraba con curiosidad y parecía que no tenía intención de pegarle, así que decidió interrogarlo:
-¿Cómo te llamas?
-Sampunzel-respondió el otro.
-Te llamaré Sam.-decidió Gabriel-Segunda pregunta: ¿Por qué narices estás en una torre?
-Yo vivo aquí-contestó Sam-Azazel dice que salir es peligroso.
-¡Tonterías! Ese Azazel seguro que es un amargado. Fuera está bastante guay, en realidad. ¿No quieres venir?
Pero Sam negó con la cabeza, así que Gabriel suspiró.
-Bueno, ¿y que haces aquí?
-Leo libros. Me gusta comer lechuga.
-Mira, tienes mucho que aprender. Los libros no son tan buenos como las películas, y las lechugas no se comparan con una comida maravillosa llamada piruleta.
Sam ponía cara de no entender nada, así que Gariel le dijo:
-¿Seguro que no quieres acompañarme fuera? Hay un montón de cosas chulas, más que en esta torre siniestra.
Sam dudó. Pensó que Azazel lo único que hacía era gritarle y decirle que no saliera de la torre, así que como esa vida le parecía una porquería, aceptó. Los dos salieron de la torre porque el caballo de Sam era inimaginablemente largo, y una vez abajo le hicieron un corte de pelo exprés y se largaron en el caballo de Gabriel.
Y se fueron a su castillo, donde se casaron y fueron felices y comieron lechuga y piruletas.
Fin.
⭐⭐⭐
El siguiente no será tipo cuento, va a ser diferente. La temática será destiel e intentaré escribir smut, pero no prometo nada porque al igual me da mucha vergüenza escribirlo. Haré dos one-shots para las personas a las que no les gusta el smut.
Besooooos💋💋💋
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Supernatural Things II
Humor✨Situaciones de los personajes de Supernatural cuando no están salvando el mundo ✨ Continuación de Supernatural Things